Las claves del ¨¦xito an¨¢rquico de ¡®El Chiringuito de Jugones¡¯: ¡°Nunca ganaremos un Ondas, ni falta que hace¡±
La salida de Messi del Bar?a no fue solo historia del f¨²tbol espa?ol: esa noche supuso el r¨¦cord del programa de Josep Pedrerol, el fen¨®meno televisivo donde el deporte suena a cualquier otra cosa

M¨²sica de tensi¨®n. Un hombre trajeado, cuyo rostro se desencaja con cada palabra, grita ¡°?Do?nde esta?n los ti?os? ?Los ti?os, los ti?os! ?Do?nde esta?n?¡±. Mientras recorre el plato?, lo observan desde las gradas del pu?blico y lo acompan?a la ca?mara. Trucos de montaje como pantallas partidas y fundidos otorgan un aire de enson?acio?n, de pesadilla. No se trata de Twin Peaks, sino de un martes ma?s en El chiringuito de jugones, la tertulia futboli?stica que se emite las madrugadas de domingo a jueves en Mega y que presenta Josep Pedrerol. El que grita es el tertuliano Cristo?bal Soria, furioso tras una derrota del Barcelona en la Liga de Campeones.
Este programa acaba de vivir un trance crucial: la marcha de Lionel Messi al Paris Saint-Germain, que el 5 de agosto llevo? a Pedrerol a suspender sus vacaciones. ¡°El verano pasado lo tuve que hacer tambie?n por el burofax que mando? para irse del Barc?a. No le voy a perdonar a Messi que me haya robado las vacaciones dos an?os seguidos¡±, bromea al tele?fono. ¡°Pero fue la decisio?n correcta. La gente nos busca en los momentos asi? y estaba claro que queri?an vernos¡±. El resultado fue un e?xito: el espacio, que se emitio? excepcionalmente en La Sexta, obtuvo un 12,4% de cuota de pantalla. Ma?s de medio millo?n de espectadores. Su re?cord.
Pero en las ¨²ltimas semanas, el protagonismo lo ha acaparado el delantero del PSG Kylian Mbapp¨¦, para cuyo finalmente frustrado fichaje por el Real Madrid se cre¨® un reloj gigante con su cara en el plat¨® y la voz sobregrabada de Pedrerol diciendo ¡°tic, tac¡±, como si fuera una cuenta atr¨¢s, antes del cierre del mercado el 1 de septiembre. El programa de aquella noche volvi¨® a emitirse en La Sexta, donde cosech¨® un 7% de la audiencia, y tuvo como momento ¨¢lgido la llamada de ¡°un presidente¡± en directo al presentador, que pidi¨® que le quitaran el sonido para mantener la privacidad. Dentro del universo narrativo de El chiringuito, el arco del culebr¨®n Mbapp¨¦ ha sido tambi¨¦n el del alumbramiento de uno de los nuevos grandes villanos del programa, el catar¨ª Khalifa Bin Hamad Al Thani, pariente del due?o del PSG, que lleg¨® a escribir por Twitter en perfecto espa?ol a Pedrerol: ¡°Llame a las Naciones Unidas para presentar una queja urgente¡±, cuando este expres¨® su indignaci¨®n porque el club franc¨¦s no atendiese a la oferta del Madrid.
Estos han sido hitos dentro del hito que supone El chiringuito. Y no solo en Espan?a: tambie?n incorpora los saludos que le llegan desde Latinoame?rica, especialmente Me?xico. Su fo?rmula mezcla las extravagantes intervenciones de algunos tertulianos y las broncas de alto voltaje, pero tambie?n una particular este?tica, que puede incluir minutos largos solo de miradas, algo en teori?a sin cabida en televisio?n. Soluciones audiovisuales rayanas en lo vanguardista se suceden casi cada noche. El realizador de El chiringuito, Francisco Utrilla, afirma: ¡°Contamos con libertad absoluta¡±. Y explica: ¡°Josep [Pedrerol] nos dice que hagamos lo que se nos ocurra en todo momento y, si ve que nos estamos pasando, e?l nos avisa y nos centra. Es verdad que la este?tica es diferente a todo, nos gusta mucho jugar al despiste¡±. Un ejemplo: ¡°Si notamos que alguien esta? muy tenso, intentamos cerrar muchi?simo el plano, a veces hasta que solo se vean los ojos, para transmitir esa emocio?n¡±.

Para el cri?tico de televisio?n Anxo F. Couceiro, ¡°la gran virtud de El chiringuito es haberse convertido en un especta?culo influyente con un presupuesto risible, cuya magia viene dictada por esa misma austeridad. Nunca intenta parecer ma?s de lo que es, ocho ti?os encerrados en un garaje, sino que subraya con desquicie brechtiano esa pobreza esce?nica y la usa en su favor¡±, reflexiona. Si se cuenta su primer lustro de vida en Intereconomi?a, bajo el nombre Punto pelota, acumula ya ma?s de 13 an?os de emisio?n, solo interrumpida por el cambio de cadena. Tiene una audiencia de entre 200.000 y 350.000 espectadores, y una cuota diaria cercana al 6%, li?der entre las cadenas tema?ticas y, a veces, en pugna con las generalistas. El programa por la marcha de Messi fue la emisio?n ma?s comentada de agosto en Twitter (ma?s de 43.000 publicaciones), algo tambie?n sintoma?tico del tramo de edad en el que El chiringuito tiene ma?s fuerza: el de 13 a 24 an?os.
La clave del feno?meno es evidente: la televisio?n que funciona es la que transmite emociones y en El chiringuito no deja de correr la adrenalina. Utrilla explica: ¡°Intentamos dar el ma?ximo, son tres horas de tensio?n constante e improvisacio?n pura y dura. Tenemos que estar al pie del can?o?n, listos por si, de repente, uno se levanta, se enfada, sen?ala algo, pide que pongas una imagen que no teni?as preparada... Es una locura¡±. Recuerda uno de los momentos ma?s extran?os: cuando este verano se dio en directo una exclusiva y le siguieron casi dos minutos de silencio. ¡°Imagi?nate, tu? como realizador de pronto ves que todos callan. ?Hostias! ?Que? haces?¡±.
Pedrerol opina que ¡°el miedo al silencio es el miedo a lo desconocido¡±. El presentador cuenta: ¡°Alguien me dijo una vez que ni con 15 guionistas podri?amos hacer un programa mejor. La realidad supera a la ficcio?n, es imprevisible y yo soy el primero que se sorprende de algunas cosas¡±. Toma?s Roncero, tertuliano en el programa, toca la misma idea: ¡°Mucha gente me pregunta si tiene guion, pero es que eso no saldri?a bien. Soy asi?¡±. Consciente del cuestionamiento que hay entre algunos aficionados al fu?tbol sobre la seriedad del formato o de su propia figura ¡ªRoncero es abiertamente hincha del Real Madrid¡ª, no duda en reivindicar ¡°la experiencia y los conocimientos¡± de quienes hacen el programa. ¡°No vamos de que somos los ma?s listos de la clase, ni los que ma?s sabemos de fu?tbol internacional, aunque, por cierto, si? sepamos. Nos gusta hablar en un tono ma?s distendido. Yo sali? del armario futboli?sticamente en 1995 y dije que era del Madrid porque me parece un ejercicio de honestidad profesional. Ir con las cartas bocarriba te permite ser ma?s cri?tico que los que teo?ricamente son objetivos¡±, considera.
El tambie?n periodista deportivo Roberto Rodri?guez, del podcast Coppola, discrepa. ¡°Lo que hacen no es tan diferente de Sa?lvame. Es un show que no propone nada de ana?lisis del juego. Les interesa el resultado, pero no por que? han quedado asi?¡±, sentencia. Couceiro, sin embargo, desestima la comparacio?n: ¡°Creo que tiene ma?s en comu?n con Cro?nicas marcianas, por su franja y por ese espi?ritu de circo romano. Alfredo Duro podri?a ser Coto Matamoros y Roncero, un Tony Genil arrodillado¡±.
Pedrerol no tiene problema con que se considere que el programa no es de informacio?n sino de entretenimiento. ¡°?Por que? no se van a poder mezclar las dos cosas? Es un after hours, nos podemos permitir licencias. Muchos espectadores vienen de un di?a duro, hay que arrancarles una sonrisa. Al final es una charla entre amigos, creo que la clave del e?xito es que nos mostramos como somos. Nunca ganaremos un Ondas, ni falta que hace. No soporto a los que dan lecciones de periodismo¡±. En este sentido, al hilo de la pol¨¦mica y el debate sobre el papel de la prensa deportiva generado por la entrevista del streamer Ibai Llanos a Messi en su canal de Twitch, el presentador es tajante: ¡°Yo felicit¨¦ a Ibai, por supuesto. Se lo ha currado¡±.
Couceiro opina: ¡°No podemos ser infantiles y atarnos a la literalidad de las cosas¡±. El cr¨ªtico concluye: ¡°Camaro?n emociona porque era un inte?rprete sobrehumano y en directo filtraba aran?azos de verdad en su voz. No debemos exigir ma?s a los brotes psico?ticos de Alfredo Duro que a Camaro?n. Al final, lo u?nico importante es que nos emocionen¡±.
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