¡®El Chiringuito¡¯: este programa puede contener trazas de f¨²tbol
La locura por el fichaje (o no) de Mbapp¨¦ ha llevado a este programa a convertirse en una parodia de s¨ª mismo. M¨¢s a¨²n
En El Chiringuito est¨¢n escandalizados. Kylian Mbapp¨¦ est¨¢ tan alegre que hasta se abraza al director deportivo del PSG ¡ª20 minutos de repeticiones a c¨¢mara lenta dedicaron al abrazo de apenas tres segundos en una pieza que, como el Empire de Warhol, merecer¨ªa verse en el MoMA¡ª. Est¨¢n resentidos porque en contra de lo que esperaban, ¡ªy vend¨ªan¡ª el franc¨¦s no sale al campo enfurru?ado y con un billete a Barajas entre los dientes.
El programa de Pedrerol, como los futbolistas que juegan mejor sin bal¨®n, ha hecho virtud de la anomal¨ªa que implica alejarse de la acci¨®n en el campo porque lo que le nutre de contenido est¨¢ fuera de ¨¦l. El an¨¢lisis deportivo languidece frente a cebos mendaces, exclusivas inconsistentes o publicidad de apuestas. Una desfutbolizaci¨®n que no es su patrimonio exclusivo. Cuando este jueves Kiko Matamoros ofreci¨® en El desmarque un argumento estrictamente futbol¨ªstico contra el fichaje del franc¨¦s le llamaron ¡°contracultural¡±, como si hubiese recitado Aullido desnudo. ?C¨®mo no va a ser imprescindible un jugador que genera contenido sin siquiera haber pisado Espa?a?
En los interminables especiales que se han emitido sobre el advenimiento del Godot Mbapp¨¦ apenas se ha hablado de su papel en el esquema de Ancelotti, pero s¨ª, mucho, del deshonor que supone que el PSG no negocie con el noble y b¨¦lico adalid, como si en lugar de fichajes se hablase de la afrenta de Corpes.
Si finalmente los programas sobre f¨²tbol van a liberarse de la engorrosa parte deportiva, bien podr¨ªan utilizar su tiempo para explicar qu¨¦ tiene que ver el honor con los equipos financiados por pa¨ªses ajenos a los derechos laborales o con quienes califican a sus trabajadores de anormales o tolilis. Pero eso mejor lo dejamos para otro momento, que tres horas diarias no dan para nada.
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.