Marc Ribas, entre los fogones y Schwarzenegger: ¡°Que alguien te cocine es un acto de amor primario¡±

Fuera de Catalu?a puede que sea un gran desconocido para la mayor¨ªa. Sin embargo, en apenas un lustro, el cocinero y presentador de televisi¨®n Marc Ribas (Gerona, 45 a?os) se ha convertido en uno de los rostros m¨¢s medi¨¢ticos de TV3. Tras d¨¦cadas de trabajo en infinidad de fogones, confiesa que desembarcar en la peque?a pantalla le ha pillado de sorpresa. Pero en 2016 le surgi¨®, sin buscarla, una oportunidad que nadie hubiese desaprovechado. ¡°Unos clientes que organizaban experiencias gastron¨®micas para turistas, sobre todo para estadounidenses y japoneses, me pasaron el contacto de una audici¨®n. Me present¨¦ justo el ¨²ltimo d¨ªa y fui un poco por compromiso, ya que regularmente me tra¨ªan muchos comensales. Yo cre¨ªa que era para participar en la secci¨®n de un magac¨ªn de tarde que se emit¨ªa entonces llamado Divendres, pero despu¨¦s result¨® ser para el programa diario Cuines. Aunque ya hab¨ªan pr¨¢cticamente escogido a una chica, acabaron eligi¨¦ndome a m¨ª¡±, cuenta.

De este modo fue como empez¨® a colarse de lunes a viernes en medio mill¨®n de hogares. En 2017 asumi¨® un reto a¨²n m¨¢s ambicioso: presentar Joc de Cartes, un entretenid¨ªsimo concurso en el que cuatro restaurantes de la misma zona compiten por ser el mejor. En todos los episodios, sin excepci¨®n, los cuchillos vuelan. ¡°El pasado a?o los restauradores estaban muy irascibles por culpa de la pandemia, pero ahora que estamos grabando la quinta temporada, de momento, todo me est¨¢ sorprendiendo para bien. Supongo que al final ya cedes ante la situaci¨®n porque te das cuenta de que no puedes hacer nada. Much¨ªsimos establecimientos han cerrado, y muchos otros est¨¢n tiritando ahora que han vuelto a abrir. Lo que hemos vivido estos meses nos ha afectado a todos¡±, cuenta.

Si algo tuvo claro Ribas desde su debut televisivo es que jam¨¢s se apartar¨ªa de las cocinas. De hecho, contin¨²a compaginando las c¨¢maras con su propio restaurante ubicado en Terrassa, La Taverna del Ciri. Tener una agenda tan apretada no le supone un quebradero de cabeza. Al contrario. ¡°No necesito tiempo para descansar. F¨ªsicamente es dif¨ªcil derrumbarme¡±, confiesa. ¡°Justo el otro d¨ªa le dec¨ªa a un amigo que no estoy seguro de cu¨¢nto hace que me tumbo en el sof¨¢ sin hacer nada. Mi mente no para, y la ¨²nica forma de que lo haga es estando ocupado con algo. Mi restaurante es b¨¢sico para m¨ª¡±.

Como a cualquiera a quien la fama le llega s¨²bitamente, reconoce que no siempre es f¨¢cil gestionar la popularidad: ¡°La realidad es que te subes a un tren que va muy veloz y no te das cuenta de nada. Aun vivi¨¦ndolo como una consecuencia de algo positivo, s¨ª que cuando voy por la calle ya no tengo privacidad. A veces esto perjudica a los que tengo a mi alrededor. Principalmente, a mis hijas. La peque?a de dos a?os todav¨ªa no lo ve, pero a la mayor de seis no le gusta que un domingo por la tarde su padre se est¨¦ haciendo fotos con nadie mientras paseamos juntos¡±. Afortunadamente, tal como remarca, ¡°tengo la suerte de trabajar junto a mi pareja. Supongo que esa la ¨²nica forma de estar con ella, porque paso mogoll¨®n de horas haciendo de todo¡±.

Esto ¨²ltimo no es algo nuevo para ¨¦l: desde que tiene uso de raz¨®n ha sido un culo inquieto. De joven estudi¨® Bellas Artes porque le apasionaba la pintura al ¨®leo. Y, aparte de en la hosteler¨ªa, en su curr¨ªculum figura que trabaj¨® de relaciones p¨²blicas y hasta de portero de discoteca. Todo val¨ªa con tal de subsistir. Durante unos pocos a?os consigui¨® ejercer de ilustrador y fondista de dibujos animados, pero afirma que pronto se qued¨® obsoleto porque ¡°justo coincidi¨® con que todo se digitaliz¨® y nadie quer¨ªa un dibujo hecho a mano¡±. De todos modos, pese a fantasear con la idea de jubilarse como pintor, tiene muy clara su ¨²nica prioridad: ¡°Que alguien cocine para ti, que dedique su tiempo y sus cinco sentidos, es un acto de amor primario. Pocas cosas hay m¨¢s maravillosas¡±. Indiscutiblemente, eso es lo que le hace feliz.

Adem¨¢s de por sus platos y su desparpajo ante las c¨¢maras, otra de las claves de Ribas es su imponente aspecto. Sin ir m¨¢s lejos, en 2004 se present¨® al Campeonato de Europa de Culturismo y qued¨® quinto. Y, de cara a 2022, tiene la intenci¨®n de acudir al Arnold Classic [la competici¨®n organizada por Schwarzenegger] que se celebrar¨¢ en Ohio. Sea cual sea el resultado, ¡°ante todo quiero disfrutar de la experiencia¡±. ¡°Nunca he fumado, bebido o consumido drogas. Llevo entrenando desde los 15 y toda la vida me he cuidado. Este deporte es como una marat¨®n. No consigues el cuerpo que buscas hasta que llevas 15 o 20 a?os. Casi todos llegan a la cumbre superados los 35. S¨ª, la recuperaci¨®n es algo m¨¢s lenta que cuando eres joven, pero tambi¨¦n te digo que cuando entreno no encuentro ninguna diferencia con los chavales a los que doblo la edad. Con el tiempo la resistencia y la velocidad se pierden, nunca la fuerza¡±, apostilla.

Por su tup¨¦ a lo Elvis quiz¨¢s no, pero por su poblada barba y su marcada musculatura bien se le podr¨ªa confundir con uno de los espartanos que acompa?aron a Gerard Butler en 300. En efecto, en Catalu?a no solo le han puesto la etiqueta de sex symbol, sino tambi¨¦n la de yerno perfecto y hasta icono gay. ?C¨®mo lo lleva? ¡°Siempre he sido muy presumido, no puedo evitarlo¡±, responde. ¡°El f¨ªsico ayuda porque a la hora de comunicar siempre me ha pasado que mi lenguaje corporal, independientemente de ser m¨¢s guapo o feo, tiene una presencia fuerte de por s¨ª. Durante a?os he estado liderando equipos de cocina y te das cuenta de que, m¨¢s que vencer, lo que haces es convencer. Eso mismo lo he podido utilizar en la televisi¨®n. Que te dediquen esos piropos, c¨®mo no, me resulta gracioso. Pero no le doy m¨¢s importancia de la que tiene. Cuando una mujer o un hombre te dice que eres sexy es de agradecer. Todo esto me lleg¨® a m¨ª con casi 40 a?os, de modo que ya ten¨ªa los pies sobre el suelo¡±.

Ciertamente, a¨²n no le ha salido ning¨²n proyecto televisivo a escala nacional. ¡°Por ahora estoy muy c¨®modo con lo que hago en TV3¡±, asevera. Pero eso no quita que en un futuro le encantar¨ªa llevar las riendas de un programa que sabe que ¡°solo podr¨ªa emitirse en alguna plataforma tipo Netflix o Amazon Prime Video; no en una cadena que vive de la publicidad¡±. ?Su objetivo? Desenmascarar la cara oculta de la industria alimentaria y los productos procesados: ¡°Hay mucha desinformaci¨®n sobre lo que comemos creyendo que es sano y no lo es. Todos, y yo me incluyo, estamos muy perdidos en eso. Por ejemplo, para consumir 125 gramos de merluza tendr¨ªamos que darles a nuestros hijos 30 barritas de pescado rebozado. O, en el caso de las bebidas de cacao soluble, pr¨¢cticamente nadie sabe con exactitud cu¨¢nto hay de cacao y de az¨²car en una taza¡±.

Asimismo, m¨¢s all¨¢ de La Taverna del Ciri, como chef ya est¨¢ estudiando la posibilidad de iniciar un nuevo proyecto en Gerona. ¡°Quiero que sea algo muy asequible. Nada nuevo, pero s¨ª que replanteado de otra forma. A m¨ª me da igual cocinarte una langosta que hacerte unas alb¨®ndigas. Solo intento ofrecer placer, ya sea con una cosa muy cara u otra m¨¢s humilde¡±, admite. En realidad, tras irse del Panot, el restaurante que dirigi¨® en el lujoso Hotel Casa Fuster, opina que dada la coyuntura actual hay que aparcar la alta cocina. Al menos, temporalmente.

¡°En Barcelona la alta gastronom¨ªa lo va a pasar mal porque no hay suficiente pan para tanto queso. Tendr¨ªamos que irnos a Madrid, lo cual ya est¨¢n haciendo muchos. De las parejas o los amigos que pueden venir un d¨ªa para tener una experiencia no puedes vivir como restaurante de martes a s¨¢bado. Y m¨¢s si el precio medio es de 100 euros y no hay apenas congresos. Todo est¨¢ muy vac¨ªo y la gente con un poder adquisitivo aprovecha el fin de semana para irse a su casa de Bagur o la Cerda?a. Yo har¨ªa lo mismo. La situaci¨®n est¨¢ mal. En un par de a?os ya veremos si volvemos a reabrir el Panot. Por lo pronto, lo importante es poder reincorporar a los equipos. Aunque no lo parezca soy optimista, pero ahora es el momento de hacer otras cosas¡±.

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