Viajes al espacio y dos tiros en la cabeza: la gran estrella de las elecciones podr¨ªa ser Mark Kelly
El candidato dem¨®crata por Arizona es un astronauta cuya esposa, la excongresista Gabrielle Giffords, sobrevivi¨® a un tiroteo en 2011. Este martes podr¨ªa hacer historia al ganar en un estado tradicionalmente republicano

El 8 de enero de 2011, el astronauta de la NASA Mark Kelly (Nueva Jersey, 1964) recibi¨® una llamada mientras charlaba con su hija en su casa de Houston (Texas). Media hora antes hab¨ªa hablado con su mujer, la congresista dem¨®crata Gabby Giffords y supuso que era nuevamente ella. Esa ma?ana Giffords celebraba un evento en Tucson (Arizona) llamado Congress on Your Corner, un encuentro informal con sus conciudadanos que generalmente se celebra en centros comerciales y tiene como fin acercar la pol¨ªtica a las calles y conocer de primera mano los problemas de los vecinos. Esa cercan¨ªa con los votantes y una pol¨ªtica centrista hab¨ªan conseguido que encadenase tres mandatos en un estado eminentemente conservador. Seg¨²n la web Politico, Giffords era ¡°una estrella en ascenso en la pol¨ªtica del suroeste, un prodigio pol¨ªtico con una sonrisa siempre dispuesta y una profunda devoci¨®n por el servicio p¨²blico¡±. En 2000, en plena victoria de Bush Jr., hab¨ªa cambiado a los republicanos por los dem¨®cratas, pero nunca hab¨ªa tenido problema en cruzar el pasillo para negociar con unos y otros las pol¨ªticas en las que cre¨ªa: principalmente, cuestiones de medio ambiente, inmigraci¨®n, investigaciones m¨¦dicas con c¨¦lulas madre o fuentes alternativas de energ¨ªa. Era una pol¨ªtica tan tenaz como conciliadora.
Pero la voz al otro lado de la l¨ªnea no era la de su mujer. ¡°Estaba en casa en Houston con mis hijas. Claire estaba durmiendo y Claudia y yo est¨¢bamos hablando cuando son¨® el tel¨¦fono. Era la jefa de personal de Gabby, Pia Carusone, llamando desde Washington para decir que hab¨ªan disparado a mi esposa. Eso era todo lo que sab¨ªa. La escuch¨¦ con calma, pero totalmente conmocionado, y termin¨¦ la llamada en treinta segundos¡±, escribi¨® Kelly en su libro Enough: Our Fight to Keep America Safe from Gun Violence. Quince minutos despu¨¦s volvi¨® a sonar el tel¨¦fono y pudo saber m¨¢s: su mujer hab¨ªa recibido dos disparos en la cabeza y se debat¨ªa entre la vida y la muerte. Un veintea?ero llamado Jared Lee Loughner le hab¨ªa disparado dos veces; el tiroteo hab¨ªa dejado seis muertos ¨Centre ellos una ni?a de nueve a?os y un ayudante de Giffords¨C y trece heridos.
Cuando Gabby y Mark se casaron ambos sab¨ªan que no tendr¨ªan un matrimonio convencional. Los dos viajaban habitualmente, ella por todo el estado y ¨¦l por el espacio exterior. De la misma manera, asum¨ªan que los dos corr¨ªan riesgos. Giffords hab¨ªa recibido amenazas por criticar la ley antiinmigraci¨®n de Arizona y su despacho hab¨ªa sido destrozado tras votar a favor de la reforma sanitaria de Obama, un voto que la llev¨® a ser incluida por la candidata a la vicepresidencia y miembro del Tea Party Sarah Palin en una lista de candidatos dem¨®cratas a los que hab¨ªa que derrotar. Para se?alarlos en el mapa, Palin utiliz¨® el s¨ªmbolo del punto de mira de un rifle.
A Kelly el peligro tampoco le resultaba ajeno. En aquellos momentos era un reputado astronauta que se entrenaba para comandar el ¨²ltimo vuelo del transbordador espacial de la NASA previsto para cuatro meses despu¨¦s, pero antes hab¨ªa sido un miembro del ej¨¦rcito que hab¨ªa volado en 39 misiones de combate en la Operaci¨®n Tormenta del Desierto.

?l y su gemelo Scott se hab¨ªan criado en Nueva Jersey y eran hijos de un matrimonio de polic¨ªas. Despu¨¦s de graduarse en la escuela secundaria, Kelly obtuvo una licenciatura en ingenier¨ªa marina y ciencias n¨¢uticas de la Academia de la Marina Mercante de los Estados Unidos. Al a?o siguiente se convirti¨® en piloto de la Armada y en 1996 la NASA seleccion¨® a ambos hermanos para ser pilotos de transbordadores espaciales. Kelly particip¨® en cuatro misiones espaciales y en un curioso experimento para mostrar c¨®mo afectaba la permanencia en el espacio al cuerpo humano. Le toc¨® la mejor parte: mientras su hermano Scott deb¨ªa permanecer en el espacio durante casi un a?o, ¨¦l era monitorizado haciendo su vida normal en Arizona.
Habitualmente, era Kelly que expon¨ªa constantemente la vida en su trabajo, no su mujer. Sin embargo, ahora estaba volando rumbo a Tucson sin saber si llegar¨ªa a tiempo de verla con vida.
En un art¨ªculo de The New York Times sobre su boda, sus amigos hab¨ªan definido su historia de amor como digna de Frank Capra, aunque quiz¨¢s habr¨ªa sido m¨¢s propia de Nora Ephron. Kelly y Giffords se conocieron en 2003 durante un viaje a China organizado por el Comit¨¦ Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China. Se cayeron bien, pero se limitaron a hablar de trabajo: ¨¦l estaba casado y ten¨ªa dos hijas, y ella sal¨ªa con un compa?ero. Al a?o siguiente ella fue la encargada de organizar el mismo evento en Arizona y volvieron a encontrarse, pero ahora Kelly estaba divorciado. Pasearon, compartieron confidencias sobre lo complicado que era combinar el trabajo y las relaciones y ¨¦l la impresion¨® al ser el ¨²nico del encuentro capaz de atar a dos becerros (las cosas que se hacen por amor en Arizona).
Las llamadas y los correos fueron solidificando su amistad y, cuando Giffords rompi¨® con su novio, llam¨® a Kelly y le propuso una cita tan peculiar como inolvidable. ¡°Tengo que ir a la Prisi¨®n Estatal de Arizona¡¯, me dijo. 'Necesito visitar el Corredor de la Muerte. ?Quieres venir conmigo?¡± cuenta Kelly en Gabby: Una historia de valor y esperanza. Giffords estaba trabajando en una legislaci¨®n sobre la pena capital y quer¨ªa conocer el proceso de primera mano. ¡°Y entonces llegamos al corredor de la muerte, donde Gabby hizo preguntas detalladas e inteligentes y yo me comport¨¦ como un turista pidiendo entrar a la c¨¢mara de gas. Me sent¨¦ y cerr¨¦ la puerta. Solo quer¨ªa ver c¨®mo se sent¨ªa al estar all¨ª¡±. Temi¨® haberle parecido un idiota. Sin embargo, ella le pidi¨® otra cita.
En consonancia con los ideales de ambos sobre la protecci¨®n del medio ambiente, en su boda, celebrada tres a?os despu¨¦s en una granja org¨¢nica, todo fue biodegradable o reciclado, hasta el traje de Vera Wang de la novia. En el anillo de bodas Kelly le escribi¨® una frase de una canci¨®n de los Goo Goo Dolls: ¡°Eres lo m¨¢s cercano al cielo que he estado¡± ¨Cpocas veces esa frase habr¨¢ estado m¨¢s cargada de significado¨C. Los dos estaban tan ocupados con sus trabajos que no pudieron ni celebrar su luna de miel: ¡°La mayor cantidad de tiempo que hemos pasado juntos es probablemente un par de semanas seguidas¡±, escribi¨® Kelly sobre su vida en com¨²n tras el matrimonio. No imaginaba cu¨¢nto iba a cambiar su historia en com¨²n.

En un principio, los m¨¦dicos pensaron que Giffords no saldr¨ªa del coma, pero una semana despu¨¦s estaba despierta y en la rehabilitaci¨®n mostr¨® el mismo tes¨®n que en su trabajo. A¨²n hoy tiene dificultades para andar, el brazo derecho paralizado y est¨¢ parcialmente ciega, pero eso no le impidi¨® acudir ese mismo a?o al congreso para evitar que el pa¨ªs se viese obligado a declararse en suspensi¨®n de pagos. Apenas hab¨ªan pasado unos meses desde el tiroteo y fue recibida por ambas bancadas con aplausos. Eran otros tiempos menos partidistas. Hoy, cuando ni la muerte de figuras como la del senador John McCain o la jueza Ruth Bader Ginsburg est¨¢n libres de pol¨¦mica, cuesta pensar en gestos as¨ª. A principios de 2012 dimiti¨® de su esca?o y se centr¨® en su recuperaci¨®n.
Seis meses despu¨¦s de aquel tr¨¢gico d¨ªa de enero, Kelly abandon¨® la NASA y se traslad¨® definitivamente a Tucson para dedicarse en cuerpo y alma a su esposa. En su ¨²ltima misi¨®n en la Estaci¨®n Espacial Internacional lanz¨® un mensaje para Giffords. Kelly fue el encargado de presentar a U2 en la noche de apertura del Festival de Glastonbury en Inglaterra y termin¨® su mensaje con una frase del Space Oddity de David Bowie: ¡°Estoy deseando volver a casa. Dile a mi esposa que la amo mucho. Ella lo sabe.¡± El comandante Kelly empezaba una nueva vida.
Durante el juicio se descubri¨® que Jared Lee Loughner se hab¨ªa obsesionado con Giffords tras asistir a un debate en el que consider¨® que sus propuestas no hab¨ªan sido escuchadas, aunque la investigaci¨®n demostr¨® tambi¨¦n sus v¨ªnculos con grupo de extrema derecha antisemita (Giffords es jud¨ªa). Aquella noche condujo hasta el lugar del mitin, compr¨® una pistola semiautom¨¢tica y balas en un supermercado y se encamin¨® sin oposici¨®n hacia el punto de la masacre. Fue condenado a siete cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional, m¨¢s otros 140 a?os en prisi¨®n. Tras la condena, Kelly se dirigi¨® a ¨¦l: ¡°Pudiste colocarle una bala en la cabeza, pero no has hecho mella en sus ansias y su compromiso de hacer del mundo un lugar mejor¡±.
Mark Kelly asegura que jam¨¢s se habr¨ªa planteado postularse al senado si ¡°aquello¡± no hubiese sucedido. De hecho, hasta que conoci¨® a Giffords no hab¨ªa pensado mucho en pol¨ªtica: ni siquiera tiene claro a qu¨¦ partido votaban sus padres. Sus opciones de futuro pasaban por escribir libros infantiles (tiene media docena publicados) y dedicarse a los viajes espaciales recreativos o al lucrativo mundo de las conferencias.
Pero tras el atentado sinti¨® que deb¨ªa continuar con el legado de su esposa. Cuando un a?o despu¨¦s el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook se sald¨® con 28 fallecidos, 20 de ellos ni?os, ambos fundaron la organizaci¨®n sin fines de lucro Americans for Responsible Solutions que ped¨ªa la verificaci¨®n de antecedentes de los compradores de armas. A medida que Kelly se iba implicando en el activismo, las miradas se iban posando en ¨¦l. Aaron Blake le defini¨® en The Washington Post como ¡°el candidato so?ado de los dem¨®cratas de Arizona¡± y m¨¢s de 3.000 personas firmaron una petici¨®n en l¨ªnea inst¨¢ndolo a presentarse en 2018, pero ¨¦l se resisti¨®.
Hasta que el 12 de febrero de 2019 present¨® su candidatura al senado. ¡°Me postulo para el Senado de los Estados Unidos porque Washington est¨¢ roto¡±, escribi¨® en su web. ¡°El partidismo impide que los pol¨ªticos encuentren soluciones, y todo el dinero de nuestro sistema pol¨ªtico impide que los pol¨ªticos rindan cuentas a las personas a las que se supone que representan¡±. Dejaba claro desde el principio que se manten¨ªa al margen de lo m¨¢s temido por el votante del siglo XXI: el pol¨ªtico profesional, aunque estaba felizmente casado con una que adem¨¢s es su principal referente. ¡°Yo nunca me imagin¨¦ estar aqu¨ª. Gabby siempre fue el miembro del Congreso en la familia, y la persona que me ense?¨® todo lo que s¨¦ sobre c¨®mo usar la pol¨ªtica para mejorar la vida de las personas¡±, declara en su web.
Kelly no apost¨® sobre seguro. Arizona es un terreno tradicionalmente republicano y, de ganarlo, ser¨ªa la primera vez en m¨¢s de 65 a?os que habr¨ªa dos senadores dem¨®cratas. La otra, Krysten Sinema, que se hizo dem¨®crata tras presentarse por el Partido Verde, se convirti¨® en 2018 en la primera mujer elegida por Arizona, as¨ª como en la primera miembro del Senado que no se adscribe a ninguna religi¨®n y es abiertamente bisexual. Sinema se impuso hace dos a?os a la que el pr¨®ximo martes ser¨¢ rival de Kelly, Martha McSally. McSally fue coronel en la Fuerza A¨¦rea y la primera mujer comandante de escuadr¨®n de EE UU, un historial deslumbrante que ahora se ve opacado por ¡°el candidato c¨®smico¡±, como llama la revista Wired a Kelly.

Pero, a pesar de que Arizona es en principio un territorio hostil, este a?o juegan con algunos puntos a favor. El primero, el firme apoyo de Cindy McCain a Joe Biden. A la matriarca del clan McCain no s¨®lo le une un fuerte cari?o por el candidato que fue durante d¨¦cadas uno de los mejores amigos de su marido, sino tambi¨¦n una profunda animadversi¨®n por Trump. A pesar de que McCain fue un h¨¦roe de la guerra de Vietnam condecorado que prefiri¨® ser torturado durante cinco a?os antes que aceptar la liberaci¨®n y convertirse en un instrumento de propaganda del Vietcong, Trump se refiri¨® a ¨¦l como un ¡°cobarde¡± por dejarse apresar. La figura del que fuera reelegido senador por Arizona en cinco ocasiones sigue siendo muy influyente en su tierra, y Kelly puede recoger los frutos de ese apoyo decidido a Biden.
A favor del aspirante juega adem¨¢s el hecho de que Arizona sea uno de los territorios m¨¢s castigados por una pandemia que los republicanos con Trump a la cabeza se han encargado de minimizar menospreciando para ello a la ciencia. ¡°Si lo vot¨¢is, escuchar¨¢ a los cient¨ªficos¡±, declar¨® sobre el apoyo a Biden en un mitin en Carson City. Mientras en la web de Kelly se venden camisetas con el lema ¡°science+data+facts¡± (Ciencia, datos y hechos).
El entusiasmo por el candidato dem¨®crata es evidente y dejan constancia de ello el volumen de donaciones que ha recibido ¨Cen agosto sus n¨²mero superaban al de cualquier otro candidato al senado¨C, pero nunca de grandes corporaciones, una l¨ªnea roja para ¨¦l. Las cifras que dictan las encuestas avalan el optimismo que se vive en su entorno. ¡°Hay una raz¨®n por la que Kelly lider¨® la mayor¨ªa de las encuestas antes incluso de comenzar a hacer campa?a formalmente: es un candidato formidable. Esa afirmaci¨®n no es tan subjetiva como parece. Como exastronauta teleg¨¦nico y amable, veterano militar, hijo de dos oficiales de polic¨ªa y esposo leal de una superviviente de alto perfil de la violencia con armas de fuego, Kelly a veces parece haber sido cocinado en un laboratorio de Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata¡±, escribi¨® Niki D¡¯Andrea en Phoenix Magazine
Ese ¡°candidato formidable¡± defiende al igual que lo hac¨ªa su esposa, ideas claramente progresistas: aboga por el cuidado de la salud como un derecho, pide acabar con las exenciones fiscales para las grandes corporaciones, bajar los intereses de los pr¨¦stamos federales para estudiantes, defiende los derechos de las mujeres ¨Cest¨¢ especialmente orgulloso de su madre, una de las primeras mujeres en convertirse en polic¨ªa en West Orange¨C, la protecci¨®n a los ¡°dreamers¡± ¨Cni?os nacidos en Estados Unidos de padres que carecen de documentaci¨®n¨C y una apuesta clara por las energ¨ªas renovables. El medio ambiente es de hecho una de sus obsesiones: es de las pocas personas que ha visto La Tierra desde el exterior, y corrobora que tiene un aspecto horrible: ¡°No puedo hablar por todos los astronautas, pero dir¨ªa que me siento c¨®modo al decir que la mayor¨ªa de los astronautas se preocupan mucho por el medio ambiente cuando regresan de su primera misi¨®n¡±, declar¨® a Phoenix Magazine. "Y una de las razones es que, cuando miras el planeta desde la ¨®rbita terrestre, ves esta bola grande y redonda, d¨¦jame decir esto de nuevo a todos tus lectores, bola redonda, y tambi¨¦n notas que nuestra atm¨®sfera es incre¨ªblemente delgada. Parece la lente de contacto de un globo ocular sobre nuestro planeta. Parece que alg¨²n viento c¨®smico se lo podr¨ªa llevar. " declar¨® en septiembre a Phoenix Magazine.
Pero, y aqu¨ª es donde su figura se vuelve m¨¢s seductora para los votantes republicanos, a pesar de la tragedia vivida por su mujer, es un firme defensor de la Segunda Enmienda que apoya el derecho a portar armas, pero lucha por la verificaci¨®n universal de antecedentes. ¡°Tenemos un sistema que pone demasiado f¨¢cil el acceso a armas de fuego a los delincuentes, los abusadores dom¨¦sticos y las personas con enfermedades mentales peligrosas. Y no tiene ning¨²n sentido¡±.
A pesar de huir de la imagen de pol¨ªtico al uso, Kelly ya sabe lo que es ser v¨ªctima de una de las grandes amenazas que sufren: las fake news, esas im¨¢genes que surgen de la nada y arruinan una carrera. A mediados de octubre una publicaci¨®n de Facebook asegur¨® que un hombre que aparec¨ªa en una foto con un brazalete decorado con una esv¨¢stica y un bigote tipo Hitler era Kelly. La imagen pertenec¨ªa a una fiesta de disfraces y en ella no figuraba el nombre de Kelly. Aunque un elevado porcentaje de norteamericanos sigue creyendo que Hillary Clinton bebe sangre de beb¨¦ en rituales sat¨¢nicos orquestados por su antigua asistente, Huma Abedin, Kelly no teme a los bulos. Tampoco teme al estr¨¦s de la vida pol¨ªtica: est¨¢ acostumbrado a manejarse en un clima de tensi¨®n conduciendo naves de 2000 millones de d¨®lares en los que si fallas un movimiento ¡°no solo pierdes la nave espacial de 2.000 millones de d¨®lares, sino que todos los que est¨¢n a bordo, incluido t¨², mueren¡±.
La del martes en Arizona es una elecci¨®n esencial en un momento en el que el senado ha dejado claro su poder para los que solo tienen su mirada puesta en el resultado final de la contienda entre Biden y Trump. Si hace cuatro a?os Obama intent¨® infructuosamente durante ocho meses nombrar un juez para el Tribunal Supremo, los republicanos han podido hacerlo este a?o en pocas semanas: eso es lo que se consigue al tener una mayor¨ªa holgada en el senado. El asiento al que aspira Kelly es uno de los seis que pueden cambiar de color este a?o y que le otorgar¨ªan esa mayor¨ªa a los dem¨®cratas. Y su empuje tambi¨¦n podr¨ªa ayudar a una victoria de Biden en su camino a la Casa Blanca.
El de Giffords fue precisamente uno de los discursos m¨¢s emotivos de la convenci¨®n dem¨®crata que le nomin¨® como candidato: "He conocido los d¨ªas m¨¢s oscuros. D¨ªas de dolor y recuperaci¨®n incierta. Pero enfrentado a la desesperaci¨®n, he convocado a la esperanza. Enfrentado a la par¨¢lisis y la afasia, respond¨ª con determinaci¨®n y determinaci¨®n. Pongo un pie delante del otro. Encontr¨¦ una palabra y luego otra. Mi recuperaci¨®n es una lucha diaria pero luchar me hace m¨¢s fuerte. Las palabras sol¨ªan surgir f¨¢cilmente. Hoy me cuesta hablar. Pero no he perdido la voz ". No s¨®lo eso, ahora tiene la suya propia y la del hombre que dej¨® atr¨¢s su vida para continuar su legado.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.