C¨®mo Justin Bieber se convirti¨® en el adolescente m¨¢s famoso del siglo XXI y logr¨® sobrevivir
Justin Bieber acaba de cumplir 27 a?os, la edad con la que murieron Amy Winehouse o Kurt Cobain. Hace una d¨¦cada pocos pensaban, ni siquiera ¨¦l mismo, que pudiera llegar vivo hasta aqu¨ª, y mucho menos convertido en un hombre en paz. El 19 de marzo lanza su nuevo ¨¢lbum, ¡®Justice¡¯
Hubo un par de a?os, entre 2013 y 2015, en los que internet se levantaba cada ma?ana con una nueva noticia de Justin Bieber. Un d¨ªa lo arrestaban, otro le daba un pu?etazo a un fan, otro ofend¨ªa a un colectivo, a un pa¨ªs o a una cultura milenaria. Detr¨¢s de aquella sarta de gamberradas, que convirtieron a Bieber en ¡°la persona m¨¢s odiada del mundo¡± seg¨²n sus propias palabras, hab¨ªa ansiedad, drogas, alcohol y promiscuidad.
¡°?Os hab¨¦is percatado de c¨®mo acaban las vidas de muchos ni?os prodigio?¡±, preguntaba Justin Bieber en su Instagram hace dos a?os. La pregunta, claro, es ret¨®rica, porque todo el mundo est¨¢ al tanto de los ciclos de la fama infantil. Los s¨ªmbolos de la inocencia a menudo acaban como s¨ªmbolos de la corrupci¨®n moral. Pero el caso de Bieber tiene una particularidad: ha recorrido el camino inverso. Tras ser el ni?ato oficial del planeta, ha conseguido a los 27 a?os reformarse de la mano de la fe cristiana y la estabilidad sentimental.
El pr¨®ximo d¨ªa 19 sale a la venta su nuevo disco, Justice, y gran parte del contenido del ¨¢lbum, y de las historias que se contar¨¢n sobre ¨¦l, girar¨¢n en torno al tema de su rehabilitaci¨®n. El primer sencillo, Hold on, es un luminoso canto a la esperanza y al apoyo que te puede brindar alguien cercano. La reciente portada de la revista estadounidense Billboard certifica este giro hacia la luz. En ella, Bieber posa vestido con una chaqueta de cuero de Celine, mordiendo el tallo de una margarita. El titular reza: ¡°Bieber florece¡±. Y m¨¢s abajo se puede leer: ¡°Casado. Centrado. Sensato¡±. Qui¨¦n lo iba a decir.
Cuando naci¨® Justin, su madre, Pattie, ten¨ªa 17 a?os y ya hab¨ªa traficado con drogas, hab¨ªa intentado suicidarse y se hab¨ªa aferrado a Dios durante su estancia en un psiqui¨¢trico. Pattie sufr¨ªa tendencias depresivas y manten¨ªa una relaci¨®n violenta con Jeremy, el padre de Justin, quien los abandon¨® tres a?os despu¨¦s. Pero result¨® que al chaval le gustaba la m¨²sica. Cuando ten¨ªa 12 a?os Pattie empez¨® a publicar sus v¨ªdeos en internet y Scooter Braun, entonces un joven aspirante a magnate musical, les invit¨® a Atlanta para impulsar su carrera. A los 15 a?os Justin Bieber se convirti¨® en la primera estrella del pop surgida de YouTube. ¡°No creo en el aborto¡±, aseguraba desde la portada de Rolling Stone. Cuando la periodista decidi¨® que era aceptable preguntarle a Justin, un adolescente, cu¨¢l era su opini¨®n en casos de violaci¨®n, este respondi¨®: ¡°Bueno, creo que eso es muy triste pero todo ocurre por una raz¨®n¡±.
Antes de que Bieber cumpliese la mayor¨ªa de edad hab¨ªa varias webs dedicadas a publicar fotograf¨ªas de lesbianas que se le parec¨ªan, copaba el 3% de toda la actividad de Twitter y a los 16 a?os super¨® a Lady Gaga como la persona m¨¢s buscada en Google, lo cual hipertrofi¨® su fama: hab¨ªa mucha gente que no hab¨ªa escuchado una sola canci¨®n suya, pero sab¨ªa perfectamente qui¨¦n era. La periodista Mary Elizabeth Williams vaticin¨® su futuro: ¡°Con el tiempo quiz¨¢ se asiente como una estrella respetable al estilo de Justin Timberlake. O quiz¨¢ acabe en una ficha policial. Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que nos reiremos de su peinado¡±. Durante los cuatro primeros a?os de su carrera, Bieber tuvo que adaptarse a la aparici¨®n de Facebook, Twitter e Instagram. ¡°A veces leo los comentarios. ¡®Eres est¨²pido¡¯, ¡®tu canci¨®n es una mierda¡¯, ¡®eres gay¡¯. No lo entiendo. Pero hay mucha gente a la que le gustan mis v¨ªdeos y no comentan. Cuando a m¨ª me gusta un v¨ªdeo no comento, pero cuando alguien te odia se toma su tiempo para expresarlo¡±, lamentaba.
En su autobiograf¨ªa, Primeros pasos hacia la eternidad, Justin sinti¨® la necesidad de afirmar su heterosexualidad confesando que su tema de conversaci¨®n favorito eran ¡°las chicas, las chicas, las chicas, LAS CHICAS¡±. ¡°Puedes preguntarme por las chicas¡±, le dijo a un entrevistador. ¡°Me encantan las chicas, son geniales¡±. Internet ridiculizaba su peinado, su actitud sonriente y hasta el hecho de que su portada en Vanity Fair fuese la menos vendida de la revista en 12 a?os. De lo que se re¨ªan, en definitiva, era de que Bieber fuese lo m¨¢s indigno que puede haber en la m¨²sica: un ¨ªdolo de chicas adolescentes. En el documental sobre su fulgurante ascenso estrenado en 2011 Never say never, una escena a c¨¢mara lenta mostraba c¨®mo Bieber se tiraba una botella de agua por encima. Duraba tres minutos. Despu¨¦s,un plano de el corriendo sin camiseta durante diez segundos. Alguien cre¨® una cuenta atr¨¢s online para marcar cu¨¢nto faltaba para su 18 cumplea?os. Un reportaje de The Guardian describ¨ªa c¨®mo Bieber se cruz¨® con un recortable a tama?o real de s¨ª mismo en las bambalinas de un concierto y le dijo: ¡°?T¨² qu¨¦ miras, chaval?¡±. Y le dio un pu?etazo en la cara.
Tras cumplir 18 a?os Bieber se mont¨® una pandilla de aspirantes a raperos, con los que se corr¨ªa juergas en clubs de striptease. Una noche, en Miami, el cantante se present¨® con 75.000 d¨®lares en billetes de d¨®lar para lanzar sobre las bailarinas. ¡°Era un cruce entre El Gran Gatsby y El lobo de Wall Street¡±, se admiraba un ejecutivo discogr¨¢fico amigo suyo. Aquella noche le acompa?aba su padre, que desde que Justin era famoso, hab¨ªa vuelto a su vida. Acabaron ambos multados por la polic¨ªa.
¡°Estaba sufriendo, era infeliz, estaba enfadado, confundido, mal aconsejado, incomprendido¡±, recordaba Bieber hace tres meses. En aquella ¨¦poca, mientras dorm¨ªa, sus asistentes hac¨ªan turnos para entrar en su habitaci¨®n a comprobar si segu¨ªa respirando. ¡°Pas¨¦ de ser un chaval de pueblo a alguien a quien todo el mundo le dec¨ªa que era genial. A quien todo el mundo quer¨ªa. Y si te lo repiten muchas veces te lo acabas creyendo. No ten¨ªa que hacer nada, siempre hab¨ªa alguien dispuesto a hacerlo por m¨ª, as¨ª que nunca aprend¨ª el concepto fundamental de la responsabilidad. Ten¨ªa millones en el banco, pod¨ªa hacer lo que me diera la gana y no pose¨ªa ninguna habilidad real¡±, relat¨® en un post de Instagram de 2019.
Aquella fue la etapa de ignorar a sus fans, de orinar en un cubo de fregar mientras insultaba a Bill Clinton, de firmar en el libro de visitas de la casa de Anna Frank que ella habr¨ªa sido fan suya, de despertar la irritaci¨®n de la humanidad entera con su foto policial sonriente, de agredir a su ch¨®fer tras ser liberado, de arrojar huevos contra la casa de su vecino, de aparecer en un v¨ªdeo casero a los 14 a?os contando chistes racistas, de dejar entrevistas a medias (como la que trataron de hacerle en Madrid para el programa de Europa FM Yu, no te pierdas nada), de largarse de un concierto tras cantar una sola canci¨®n, de escupir y amenazar de muerte al mismo vecino al que hab¨ªa tirado huevos, de insultar a sus fans (¡°no quiero esta mierda¡±, ¡°me pones enfermo¡±), de recorrer la Gran Muralla china a hombros de sus guardaespaldas, o de bajarse los pantalones para hacerse una foto en una zona restringida de un monumento precolombino en M¨¦xico.
Quiz¨¢ el episodio que mejor resume aquella espiral de exceso y faltas de respeto fue cuando Bieber viaj¨® a M¨²nich con su mono. La aduana retuvo al animal porque no ten¨ªa los papeles de vacunaci¨®n en regla y el cantante jam¨¢s regres¨® a por ¨¦l. Mally, el mono, fue acogido en un zool¨®gico, donde lleg¨® asustado y confundido, y jam¨¢s fue capaz de adaptarse porque hab¨ªa crecido entre humanos y ni siquiera conoc¨ªa los c¨®digos de comunicaci¨®n de su propia especie.
Tras su arresto en 2014, una iniciativa popular remitida a la Casa Blanca solicit¨® que el Gobierno lo deportase. Alcanz¨® m¨¢s de 270.000 firmas. ¡°Bieber es solo una versi¨®n amplificada de lo que todos los adolescentes est¨¢n experimentando¡±, advert¨ªa entonces el director del documental Generation Like, Douglas Rushkoff. ¡°Si recibe los beneficios de esta ¨¦poca -la suya es la primera carrera que ha ocurrido enteramente en internet- tambi¨¦n va a sufrir sus peligros¡±.
En 2015 se embarc¨® en una especie de gira de la disculpa: le llev¨® un ramo de flores a Ellen DeGeneres; invit¨® a varios c¨®micos a que se rieran de ¨¦l en Comedy Central, y le llev¨® algo para cenar a una patrulla de polic¨ªa. La rehabilitaci¨®n de su imagen culmin¨® con una canci¨®n literalmente titulada Sorry, el mayor ¨¦xito de su carrera. Con 17 canciones del disco Purpose en el top 100 norteamericano, Bieber bati¨® el r¨¦cord que entonces ostentaban los Beatles y Drake. ¡°Ahora la m¨²sica de Bieber tambi¨¦n les gusta a los hombres adultos¡±, anunciaba Associated Press.
¡°No necesitas ir a la iglesia para ser cristiano. Ir al Taco Bell no te convierte en un taco¡±. Con este s¨ªmil, Bieber explicaba su renovada fe. Esencialmente, el cantante explicaba que los seres humanos le hab¨ªan fallado. Que ¨¦l mismo, cuando estaba a solas, era ¡°una persona horrible¡±. As¨ª que aceptar que Dios est¨¢ con ¨¦l era lo ¨²nico que le consolaba. Bieber no recurri¨® a una iglesia cualquiera, sino a Hillsong, la iglesia evang¨¦lica de las celebridades. Entre sus devotos est¨¢n Kylie Jenner, Chris Pratt o la exnovia de Bieber, Selena Gomez. El mensaje de Hillsong no se aleja de cualquier post inspirador de Instagram: cada d¨ªa es una oportunidad para ser feliz, para vivir tu mejor vida y para aprender de tus errores de cara a ser la mejor versi¨®n de ti mismo. Bieber se instal¨® en casa del l¨ªder de Hillsong, Carl Lentz, para recuperarse y asimilar que la depresi¨®n cr¨®nica de su madre y los ataques de ira de su padre hab¨ªan definido su car¨¢cter. Ten¨ªa tanta prisa por bautizarse y transformarse en lo que los estadounidenses llaman ¡°a born again christian¡±, un cristiano renacido, que como todas las pilas bautismales estaban reservadas, Lentz lo acab¨® bautizando en el jacuzzi de la estrella de la NBA Tyson Chandler.
¡°Dile al diablo HOY NO. El diablo no tiene poder sobre ti si sabes que Dios est¨¢ VIVO. Su nombre es JES?S. Por qu¨¦ preocuparte cuando puedes rezar¡±, escribi¨® tras cancelar su triunfal gira de 150 estadios con Purpose cuando a¨²n faltaban 14 shows. La versi¨®n oficial fue que el motivo de la suspension fue ¡°un imprevisto¡±. Pero Bieber aclar¨® en Instagram, el espacio donde siempre ha sabido explicarse a s¨ª mismo, que era una depresi¨®n lo que le imped¨ªa siquiera salir de la cama.
Y lo que parec¨ªa una extravagancia de famoso ha acabado salv¨¢ndole. En 2016, Justin tuvo un par de citas con Hailey Baldwin, la hija de Steve Baldwin. Una de ellas en la fiesta de fin de a?o a bordo del yate de Leonardo DiCaprio en el Caribe. En junio de 2018 se reencontraron en un serm¨®n de Rich Wilkerson Jr., el predicador que ofici¨® la boda de Kim Kardashian y Kanye West. Desde el punto de vista de Justin, Hailey reapareci¨® enviada por Dios. Ese mismo a?o, Vanity Fair celebr¨® ¡°la fascinante alegr¨ªa de las fotos de Justin Bieber¡±. El verano del amor de Justin y Hailey hab¨ªa quedado retratado por los paparazis en una serie de im¨¢genes de la pareja paseando, bebiendo caf¨¦ helado, comiendo pasas o haciendo un cubo de Rubik. La despreocupaci¨®n y los estampados de colores convirtieron a Justin Bieber en un improbable icono de moda: entre el rollo deportivo urbano, el heroin chic y la est¨¦tica de reci¨¦n levantado, Bieber se lo pon¨ªa todo encima y lo llevaba con una elegancia inexplicable.
Y en su viaje de ni?o prodigio a la inversa, Bieber decidi¨® proclamarse c¨¦libe a los 24 a?os. Por un lado, en su renovada y fervorosa fe Bieber percibe el sexo extramatrimonial como un pecado. Por otro, por su experiencia, asocia el sexo a la falta de autoestima. ¡°Antes de empezar a salir con Hailey ya llevaba un a?o y medio sin hacerlo. Puede causar mucho dolor. Me daba verg¨¹enza ser superpromiscuo. Creo que tomaba tanto Xanax [un ansiol¨ªtico] por la verg¨¹enza que sent¨ªa. Mi madre siempre me dijo que tratase a las mujeres con respeto y eso es algo que sonaba en mi cabeza mientras lo hac¨ªa, as¨ª que nunca pude disfrutarlo¡±, confesaba.
En Seasons, un documental de YouTube para promocionar el disco Changes y al nuevo Justin Bieber, su equipo llamaba a Hailey ¡°unicornio¡±: su aparici¨®n en la vida del canadiense parec¨ªa cosa de magia. ¡°Ella hace que todo sea mejor¡±, ¡°es lo ¨²nico cierto que tengo¡±. La pareja se cas¨® en 2019.
La semana pasada le preguntaron en una entrevista si era feliz. ?l respondi¨®: ¡°A veces s¨ª, otras veces no¡±. Durante la promoci¨®n de su nuevo disco, Justice (la T es una cruz), Bieber se est¨¢ mostrando desanimado pero a la vez aliviado de no tener que disimular la depresi¨®n que sufre desde que tiene uso de raz¨®n. En un momento de Seasons, Justin y Hailey jugaban a intentar encestar pelotas de tenis en un cubo. Era una escena innecesariamente larga, tediosa y repetitiva: Justin Bieber nunca ha estado tan feliz.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.