Ni atl¨¦tico ni simp¨¢tico. Russell Crowe, la ¨²ltima gran estrella que no est¨¢ dispuesta a cambiar para encajar en ning¨²n canon
El actor neozeland¨¦s, a punto de estrenar la cinta de terror ¡®The Georgetown Project¡¯, cumple 57 a?os convertido en una de las pocas celebridades que viven al margen de lo que la prensa dice de ¨¦l. Una biograf¨ªa no exenta de conflictos y un aspecto que no se ajusta a lo que Hollywood exige de sus galanes son hoy su carta de presentaci¨®n
Unas im¨¢genes de Russell Crowe corpulento, sonriente y con una frondosa barba blanca junto a Taika Waititi y Chris Hemsworth ¨Csus compa?eros en Thor: Love and Thunder¨C han vuelto a poner el foco en su aspecto f¨ªsico. Con sutilezas como ¡°irreconocible¡±, ya son casi 20 a?os en los que es dif¨ªcil leer una cr¨®nica sobre el actor ¨Cincluso esta¨C en la que no se mencione lo lejos que est¨¢ su aspecto del de gal¨¢n cl¨¢sico y de la belleza masculina normativa. Una oda al body shaming ¨Cla pr¨¢ctica de criticar a alguien porque su cuerpo no se adapta a la norma imperante, algo que los hombres tambi¨¦n padecen¨C con medios como Page Six pidiendo un minuto de silencio por el cuerpo que luc¨ªa en Gladiator o Howard Stern juzg¨¢ndolo en su programa de radio.
Es cierto que el actor que lleg¨® a Hollywood hace cinco lustros y fue encumbrado por EL PA?S como ¡°el icono incontestablemente viril que la generaci¨®n metrosexual necesitaba¡± tiene hoy poco que ver con el apol¨ªneo conquistador de L.A. Confidential o Gladiator, pero tambi¨¦n es cierto que probablemente haya pocos hombres en la industria a los que les importe menos.
Crowe apenas tiene nada en com¨²n con sus compa?eros de generaci¨®n. Tom Cruise, Brad Pitt o George Clooney pueden permitirse moment¨¢neamente el ligero desali?o o el sobrepeso que el papel requiera, pero siempre vuelven a su perfil cl¨¢sico de gran estrella masculina, fieles al canon que representan dentro y fuera de la pantalla. Crowe tambi¨¦n es una estrella que puede sustentar una pel¨ªcula con su nombre ¨Cah¨ª est¨¢ la reciente Salvaje (2020)¨C pero no ejerce de ello, o al menos no de esa manera. Fuera de la pantalla, prefiere posar como un orgulloso hombre de campo que, casualmente, es adem¨¢s uno de los mejores actores de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Un ¨¦xito ¡®in extremis¡¯
Russell Crowe lleg¨® al cine a los veinticinco a?os, una edad en la que muchos tienen ya carreras consolidadas, haciendo de nazi en Romper stomper (1992). Para dejar claro que el encasillamiento no iba a ser su se?a, su siguiente papel fue el de un tierno fontanero homosexual que comparte con su padre la b¨²squeda del amor en Nosotros dos (1994), una comedia que cosech¨® premios en los festivales de S¨ªdney y Montreal. Cuando Hollywood lanz¨® las redes en el caladero australiano, Crowe acab¨® en Los ?ngeles.
La historia no tuvo un comienzo id¨ªlico. A su llegada a Estados Unidos encaden¨® tres fracasos: R¨¢pida y mortal, un western a mayor gloria de Sharon Stone; Virtuosity, thriller sobre realidad virtual que envejec¨ªa a medida que se rodaba, y Hechizo en la ruta maya, un intento descafeinado de revitalizar el cine de aventuras cl¨¢sico que sembr¨® dudas sobre la rentabilidad del neozeland¨¦s. Crowe empez¨® a cuestionarse el engranaje en el que acababa de aterrizar: ¡°Cada insignificante ejecutivo de la cadena va a dar su opini¨®n y va a modificar la idea en funci¨®n de lo que piensa que es mejor, lo que en realidad significa m¨¢s lucrativo. Al final, una veintena de personas que no van a hacer la pel¨ªcula han metido mano al gui¨®n con criterios tales como ¡®lo que se lleva ahora¡¯ o ¡®el nicho de mercado al que nos dirigimos¡¯. Un mont¨®n de argumentos que nada tienen que ver con la esencia de contar una historia¡±, declar¨® a EL PA?S.
Y una buena historia era precisamente lo que sustentaba L.A. Confidential, una de las pel¨ªculas de un a?o, 1997, marcado por Titanic. Crowe empezaba una ¨¦poca de su vida que describi¨® en Rolling Stone como ¡°12 meses que parecieron cinco a?os¡±. Fue nominado a un Oscar por El dilema (1999) tras engordar 20 kilos para interpretar a un gris ejecutivo de la industria del tabaco, y se lo llev¨® un a?o despu¨¦s por dar vida al que m¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s sigue siendo su personaje m¨¢s ic¨®nico.
Convirtiendo la ¡°basura¡± en grandes di¨¢logos
¡°M¨¢ximo D¨¦cimo Meridio, comandante de los ej¨¦rcitos del norte, general de las legiones medias, fiel servidor del verdadero emperador, Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada. Alcanzar¨¦ mi venganza en esta vida o en la pr¨®xima¡± es una de esas frases para la historia, pero estuvo a punto de no aparecer en Gladiator porque Crowe la odiaba. ¡°Tu escribes basura, pero por suerte soy un gran actor que hace sonar bien hasta tu basura ¡±, le espet¨® al guionista William Nicholson. Nicholson no se lo tom¨® mal del todo. ¡°Es un gran actor, as¨ª que sus ocasionales ataques de arrogancia no me molestaron en absoluto¡±, declar¨® a?os despu¨¦s al Daily Mail.
El Crowe arrogante empezaba a asomar una patita, algo que en la industria australiana no era un secreto. Tras ganar el BAFTA por interpretar al matem¨¢tico John Forbes Nash en Una mente maravillosa, persigui¨® y arrincon¨® contra la pared al director de la ceremonia, Malcolm Gerrie. ¡°Eres un maldito pedazo de mierda. Me asegurar¨¦ de que nunca trabajes en Hollywood¡±, le grit¨®. ?La causa? Hab¨ªan cortado su extens¨ªsimo discurso de agradecimiento. ¡°Pens¨¢ndolo con frialdad, creo que fui un poco m¨¢s vehemente de lo que me hubiera gustado ser¡±, declar¨® despu¨¦s.
Que lo de los BAFTA no era un incidente aislado qued¨® claro en 2005, en Nueva York, cuando la polic¨ªa sac¨® a Crowe esposado del Hotel Mercer. Seg¨²n Nestor Estrada, recepcionista del hotel, tras no poder contactar v¨ªa telef¨®nica con su mujer, el actor se hab¨ªa personado en la recepci¨®n y le hab¨ªa lanzado el tel¨¦fono a la cara. La prensa acudi¨® hasta con helic¨®pteros para inmortalizar al nuevo ni?o malo de Hollywood y una nube de periodistas acompa?¨® a Crowe hasta la comisar¨ªa en la que pas¨® seis horas. El actor admiti¨® los cargos tras su incidente en el hotel y, seg¨²n algunos medios, tras un acuerdo privado pag¨® a Estrada 100.000 d¨®lares.
Pero al margen de los incidentes, los directores siguieron reclam¨¢ndole. Desde Ridley Scott a Ron Howard, pasando por Michael Mann. Curtis Hanson dijo de ¨¦l: ¡°Russell fue implacable en su b¨²squeda de la esencia del personaje. Si eso lo convirti¨® en un dolor en el trasero a veces, hay que vivir con ello. Con lo que no me gusta vivir es con alguien que sea un dolor en el trasero para las dem¨¢s estrellas o por preocuparse solo de s¨ª mismo. Con Russell se trataba de trabajo ¡°.
Cuando Russell se convirti¨® en el rompehogares de Am¨¦rica
¡°Me molesta que me persigan e invadan¡±, declar¨® en Rolling Stone. ¡°Es otra estupidez que tenemos que soportar porque algunas personas tienen el derecho constitucional de ganar dinero siendo par¨¢sitos. Y no hay nada que podamos hacer al respecto, excepto decir: ¡®S¨ª, bueno, b¨¦same el trasero y l¨¢rgate de mi propiedad¡±.
Entre los pocos rasgos de su biograf¨ªa que se enmarcan entre los de una verdadera estrella de Hollywood estuvo su romance con su compa?era de reparto en Prueba de vida, Meg Ryan. Aunque ella lo exculp¨® de haber causado la ruptura de su matrimonio con Dennis Quaid al contar que ya estaba agonizante, la prensa le acus¨® a ¨¦l, un extranjero al fin y al cabo, de romper un perfecto hogar americano, aunque fue ella quien jam¨¢s recuper¨® el estatus de novia de Am¨¦rica. Aquel romance hizo pensar que la carrera de Crowe pod¨ªa aportar una ristra de jugosos flirteos, pero no fue as¨ª. Lo siguiente fue un matrimonio con la cantante Danielle Spencer cuyo momento m¨¢s llamativo lleg¨® tras el divorcio: una puja en Sotheby¡¯s para pagar los costes de la separaci¨®n, que el actor llam¨® jocosamente ¡°El arte del divorcio¡±. En aquella subasta, adem¨¢s de obras de artistas australianos, relojes y guitarras, descubrimos que Crowe pose¨ªa un par de caballos de utiler¨ªa de tama?o natural de Gladiator, una coquilla de su paso por Cinderella Man, un par de pistolas de duelo del siglo XVIII y ¨Clo que m¨¢s dio que hablar¨C el cr¨¢neo de un mosasaurio del per¨ªodo Cret¨¢cico tard¨ªo que le compr¨® a su amigo Leonardo DiCaprio.
Un toque de excentricidad en una vida mucho menos extravagante de lo que su estatus de estrella podr¨ªa hacer esperar. ?l mismo se define como un tipo que entre pel¨ªcula y pel¨ªcula hace lo que le gusta: volver a su rancho a ver parir a sus yeguas. ¡°Se escribe que Russell Crowe viaja con sus propias s¨¢banas de algod¨®n egipcio¡±, se quej¨® el actor en Rolling Stone. ¡°Y, por supuesto, al dec¨ªrtelo, estoy haciendo que todo vuelva a echar a rodar. ?Qu¨¦ diablos es el algod¨®n egipcio y por qu¨¦ viajar¨ªa con mis propias s¨¢banas? Una s¨¢bana es una maldita s¨¢bana, amigo¡±.
That¡¯s the problem with kids these days.
— Russell Crowe (@russellcrowe) January 17, 2021
No focus.
Peter Weirs film is brilliant. An exacting, detail oriented, epic tale of fidelity to Empire & service, regardless of the cost.
Incredible cinematography by Russell Boyd & a majestic soundtrack.
Definitely an adults movie. https://t.co/22yjNtQRbg
El pasado 9 de enero un usuario de Twitter escribi¨®: ¡°Mucha gente se queja de la falta de sue?o durante la pandemia. Puedo recomendar Master and commander, protagonizada por el normalmente cautivador Russell Crowe. Nunca he pasado de los diez minutos. De nada. Y gracias Russell¡°.
El tuit en el que etiquetaba al actor podr¨ªa haber pasado sin pena ni gloria, como la mayor¨ªa de la bilis que se desparrama en esa red social, pero Crowe siente una autentica veneraci¨®n por la pel¨ªcula de Peter Weir y no necesit¨® la coraza de M¨¢ximo D¨¦cimo Meridio para saltar a la arena: ¡°Ese es el problema con los cr¨ªos en estos d¨ªas. La falta de concentraci¨®n. La pel¨ªcula de Peter Weir es brillante. Una historia ¨¦pica, precisa y llena de detalles sobre la fidelidad al imperio y al servicio, independientemente del costo. Con una fotograf¨ªa incre¨ªble de Russell Boyd y una banda sonora majestuosa. Definitivamente, una pel¨ªcula para adultos ¡°. Eso deriv¨® en una conversaci¨®n de millennials contra baby boomers (obviando el hecho de que Ian McNabb, el autor del tuit criticado por el actor, es en realidad un m¨²sico brit¨¢nico de 60 a?os).
Crowe est¨¢ menos dispuesto a hablar cuando el tema se trata de su peso. En 2019, tras ganar bastantes kilos para interpretar al magnate de Fox News Roger Ailes en la serie La voz m¨¢s alta (que en Espa?a estren¨® y a¨²n mantiene Movistar+), declar¨® a Entertainment Weekly: ¡°He decidido dejar de hablar sobre c¨®mo me preparo f¨ªsicamente para un papel. Porque al final esa preparaci¨®n ocupa el art¨ªculo entero. Y eso es aburrid¨ªsimo. Las matem¨¢ticas de c¨®mo llegas hasta un lugar no son ni la mitad de divertidas que lo que hiciste al final cuando llegaste¡±.
El actor tiene a punto de estrenar la cinta de terror The Georgetown Project y en 2022 llegar¨¢ la esperada Thor: Love and Thunder. ?Qu¨¦ aspecto tendr¨¢ en ellas? Lo podremos ver, pero que nadie lo comente con ¨¦l. Tal vez la elecci¨®n m¨¢s acertada en una industria todav¨ªa obsesionada por el f¨ªsico es negarse en rotundo a hablar de ello. Y eso que Russell Crowe nunca ha sido de los que se callan.
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