Jaime Zatarain: ¡°He visto y he o¨ªdo cosas muy chungas en rodajes, la gente del cine no es tan moderna¡±
El actor c¨¢ntabro triunfa pasados los 40 tras a?os faj¨¢ndose en musicales con los tacones puestos. Tal vez por eso a nadie sorprende tanto como a ¨¦l que le ofrezcan papeles de pijo: el de ¡®La cocinera de Castamar¡¯ es el que lo mantiene ahora en pantalla
Su vocaci¨®n empez¨®, como la de tantos otros ni?os, poni¨¦ndose la ropa de su hermana. Jaime se pasaba las tardes mir¨¢ndola bailar y, en concreto, obsesion¨¢ndose con las zapatillas de punta y las horas que hab¨ªa que dedicar a domarlas. ¡°A m¨ª se me daba mejor el ballet que a ella, pero cuando se lo dije a mi padre me respondi¨® ¡®Eso es de ni?as, d¨¦jate de chorradas y m¨¦tete a hacer nataci¨®n o karate¡¯¡±, recuerda. As¨ª que su carrera empez¨®, como la de tantos otros artistas, deseando largarse de casa.
Zatarain se encamin¨® a Madrid primero y a Nueva York despu¨¦s, donde consigui¨® una beca y acab¨® trabajando en el musical de Broadway Paint Your Wagon. Cuando se vio obligado a regresar a Madrid, empe?ado en no caer en el clich¨¦ del actor-camarero (¡°lo odiaba¡±, recuerda), decidi¨® montar un one-man-show para esos restaurantes que incluyen cena y espect¨¢culo. Al menos ¨¦l no ten¨ªa que servir la cena, pero desde luego servir¨ªa el espect¨¢culo. En el show daba rienda suelta a sus fantas¨ªas infantiles: en vez de la ropa de su hermana ahora llevaba la que le hab¨ªa dise?ado su amigo Roberto Diz. ¡°Eran performances contempor¨¢neas, muy ambiguas, con canciones de Bj?rk y vestidos. Justo en aquella ¨¦poca hice un casting para una serie de televisi¨®n muy longeva y me descartaron porque hac¨ªa ¡®un show con vestidos y tacones¡±, lamenta. ¡°Yo he visto y he escuchado cosas muy chungas en rodajes, la gente del cine no es tan moderna. Las nuevas generaciones s¨ª, la gente con la que trabajan los Javis tambi¨¦n, pero el resto... te sorprender¨ªas¡±.
Toda esa experiencia con vestidos y tacones, sin embargo, le vino fenomenal para el casting de Priscila, reina del desierto. Se pas¨® dos meses haciendo pruebas y escuchando los nombres de todos los actores famosos contra los que estaba compitiendo por el papel. Zatarain dio por hecho que a ¨¦l solo lo quer¨ªan para sustituto, pero al final la productora apost¨® por un elenco de actores formados en las tres disciplinas del teatro musical: interpretaci¨®n, baile y canto. ¡°Cuando montaron los primeros musicales en Madrid, a principios de los 2000, solo cog¨ªan cantantes y bailarines sin formaci¨®n interpretativa. Lo cierto es que en aquella ¨¦poca no hab¨ªa escuelas donde prepararse porque tampoco hab¨ªa tantos musicales. Y entonces se gener¨® este prejuicio de que los actores de musical no saben actuar. Es un estigma horrible que todav¨ªa existe en la industria audiovisual, a pesar de que las nuevas generaciones ya est¨¢n mucho m¨¢s preparadas¡±, asegura. Zatarain se pas¨® tres a?os como protagonista de Priscila.
Su primer papel importante ante las c¨¢maras fue en la serie sobre bailarines de Cuatro Dreamland, en 2014. Y sali¨® escaldado. Rodaban las escenas sin guiones, la producci¨®n se qued¨® sin dinero a la mitad y cuando el productor visitaba el rodaje trataba fatal a todo el mundo. En vez de decirle a Jaime que no contaban m¨¢s con ¨¦l, le dejaron de llamar de un d¨ªa para otro. Y cuando la emitieron descubri¨® que hab¨ªan eliminado casi todas sus escenas. Claro que casi fue un alivio.
Su ¨¦xito en los musicales le garantiz¨® ingresos estables durante diez a?os, lo cual lo colocaba en la clase privilegiada de su profesi¨®n: solo el 8% de los actores espa?oles trabaja con regularidad. Encaden¨® Mamma Mia con M¨¢s de 100 mentiras, 40 el musical y Priscila. Pero esa estabilidad tambi¨¦n retras¨® su salto a la pantalla. ¡°Siempre he tenido muchas ganas, pero tambi¨¦n miedo de que me pasen las cosas, de tener la madurez para asumir qui¨¦n soy. Siempre tuve la sensaci¨®n de que no despegar¨ªa, de que no encontrar¨ªa mi lugar, hasta los 40. Yo a los 20 no estaba preparado, se me habr¨ªa ido la olla¡±, explica. Zatarain debut¨® en el cine a los 41 a?os con El reino.
Tener a Antonio de la Torre es importante, pero es igual de importante rodearlo bien. En la pel¨ªcula de Rodrigo Sorogoyen Jaime Zatarain hac¨ªa de un pol¨ªtico con media melena, bronceado y barba recortada. Un perfil que cualquier espectador identificar¨¢ al instante: ese tipo que se dedica a la pol¨ªtica igual que podr¨ªa ser agente inmobiliario. En Verg¨¹enza Zatarain interpretaba un superpap¨¢ (de esos que hablan a su hijo en ingl¨¦s) que, por supuesto, sacaba de sus casillas al perdedor empedernido de Javier Guti¨¦rrez. A Jaime no se le escapa la iron¨ªa de que le den tantos papeles de t¨ªos que lo han tenido muy f¨¢cil en la vida.
En La cocinera de Castamar interpreta a otro pijazo, aunque en este caso de ¨¦poca. Alfredo de Carri¨®n, Bar¨®n de Aguasdulces, oculta un secreto que dejar¨¢ de serlo para la audiencia en cuanto vea c¨®mo se mira con otro se?or de la corte. ¡°En la novela esa trama est¨¢ mucho m¨¢s presente. La culpabilidad, la verg¨¹enza... La serie es de prime time y la han diluido un poco¡±, se?ala.
Jaime Zatarain acaba de cambiar de representante y ya est¨¢ notando el movimiento a su favor. De momento, tiene por delante Historias para no dormir (donde repite con Sorogoyen), Amar en tiempos revueltos e Intimidad, aparte de una oferta para volver al teatro con un musical basado en el repertorio de un legendario cantautor espa?ol. Siempre est¨¢ la paranoia, eso s¨ª, de que al final todo se desmorone. Casi todos los actores acaban saliendo con supersticiones. ¡°Pero es que esas cosas pasan todo el rato¡±, insiste. ¡°Iba a hacer un papel protagonista en una pel¨ªcula muy peque?a y ayer me llamaron y me dijeron que no, que al final no les encaj¨¢bamos. Algo ha pasado, porque le han dado el papel a otros dos actores pero no tengo ni idea de por qu¨¦¡±. ?Y c¨®mo mantiene uno la ilusi¨®n ante este panorama? ¡°Yo me sigo ilusionando. Much¨ªsimo. Cada vez m¨¢s¡±.
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