¡°Con Los Inhumanos tocaron m¨²sicos muy conocidos que ahora no lo cuentan porque van de comprometidos¡±
¡®Historias inhumanas¡¯ repasa con humor y honestidad los ¨¦xitos, fracasos y excesos del grupo valenciano a trav¨¦s de los recuerdos de Alfonso Aguado, uno de los fundadores del grupo que arras¨® en los pueblos espa?oles en los ochenta con su rock desenfadado e incorrecto
A principios de los a?os ochenta, el padre de Alfonso Aguado decidi¨® hablar seriamente con su hijo. El chaval acababa de terminar la carrera de Derecho y el progenitor quer¨ªa saber hacia d¨®nde pensaba orientar su carrera profesional. ?Ten¨ªa intenci¨®n de ejercer como abogado? ?Prefer¨ªa hacer oposiciones? ¡°Le dije: ¡®Mira, pap¨¢, he escrito una canci¨®n que se llama Manu¨¦ no te arrime a la par¨¦ que est¨¢ funcionando bastante bien y quiero dedicarme a la m¨²sica¡¯. Casi le da un infarto¡±. Poco tiempo despu¨¦s, en 1985, al finalizar un concierto, el se?or Aguado se acerc¨® a su hijo y le felicit¨® por no haberle hecho caso y mantenerse firme en su decisi¨®n de seguir actuando con un grupo llamado Los Inhumanos.
La an¨¦cdota es una de las muchas que se recogen en Historias Inhumanas (Serie Gong, 2021), libro en el que Aguado repasa la historia de uno de los grupos m¨¢s populares del pop espa?ol y, al mismo tiempo, m¨¢s desconocido por el p¨²blico. Una banda multitudinaria formada por 12 amigos. Suyos son cl¨¢sicos de karaoke como Qu¨¦ dif¨ªcil es hacer el amor en un Simca 1000, aquella profec¨ªa de Instagram llamada Me duele la cara de ser tan guapo ¨Dsuma casi 10 millones de reproducciones en Spotify¨D o himnos de borrachera que hoy levantar¨ªan cejas entre las autoridades sanitarias como Alcohol, alcohol, alcohol.
¡°Se ha escrito mucho de la movida de los ochenta, en ocasiones demasiado, pero nosotros est¨¢bamos fuera del relato. Daba igual que hubi¨¦ramos actuado con H¨¦roes del Silencio, Mecano o Loquillo. Nosotros ten¨ªamos muchos detractores, especialmente entre la gente que llevaba ensayando 20 a?os. Nos miraban mal porque ¨¦ramos un grupo an¨¢rquico, en el que el que cantaba desafinaba y adem¨¢s no ten¨ªamos ninguna puesta en escena. Si se nos ocurr¨ªa parar un concierto para irnos a tomar una cerveza, lo hac¨ªamos, porque nos gustaba esa espontaneidad del pop y del rock que se pierde en los grandes conciertos en los que est¨¢ todo medido. Adem¨¢s, nosotros subvert¨ªamos el papel del artista. Los que est¨¢bamos arriba invit¨¢bamos a los que estaban abajo a subir a cantar con nosotros al final de los conciertos¡±, comenta Aguado, que recuerda c¨®mo en uno de esos fin de fiesta multitudinarios, Los Inhumanos rompieron el escenario del m¨ªtico Rock Ola. ¡°Nos contrataron para el 28 de diciembre, como concierto broma y, del peso, se abri¨® el suelo y nos ca¨ªmos todos dentro¡±.
Libertad o seguridad
Antes de ser m¨²sico, Alfonso Aguado quiso ser director de cine. A los 16 a?os mont¨® un cineclub en el que, en un primer momento, program¨® pel¨ªculas de la nouvelle vague en versi¨®n original subtitulada. ¡°A la cuarta semana hab¨ªa vaciado el cine. Entonces empec¨¦ a poner pel¨ªculas de Mel Brooks, como Sillas de montar calientes, el primer Woody Allen con El dormil¨®n, a los hermanos Marx¡, y se me pet¨® la sala. Ah¨ª me di cuenta de que a la gente le mola ser feliz y que el mayor don de este mundo es hacer felices a los dem¨¢s y a ti mismo. Eso era lo que pretend¨ªamos transmitir con el grupo¡±.
Los Inhumanos se form¨® en 1981 en El Saler, Valencia, despu¨¦s de que un grupo de amigos decidieran combinar su afici¨®n por la m¨²sica y la fiesta. Sus primeras actuaciones las realizaron en las fiestas de los pueblos de la zona, pidiendo prestados los instrumentos a los m¨²sicos de las orquestas de baile que descansaban entre pase y pase. A esas apariciones furtivas siguieron, ya con instrumentos propios, conciertos en discotecas de Valencia por los que recib¨ªan como remuneraci¨®n cajas de botellas de champ¨¢n, con las que rociaban a los asistentes y regalaban entre el p¨²blico.
¡°Cuando todo estaba centralizado en Madrid, Valencia era la ciudad moderna por excelencia. No lo digo por patrioterismo, sino porque, mientras que en otras ciudades hab¨ªa cuatro, cinco o seis discotecas que hac¨ªan conciertos, en Valencia hab¨ªa cuarenta y tantas. En ese sentido, nosotros fuimos el resultado de esa forma mediterr¨¢nea de vivir la vida y de la libertad de la ¨¦poca porque, si en cualquier sociedad se busca un equilibrio entre libertad y seguridad, en los ochenta la balanza estaba claramente inclinada del lado de la libertad¡±.
Los Inhumanos supieron sacar buen provecho de esa libertad, de la falta de regulaciones y de los vac¨ªos legales en los a?os ochenta. De esta forma, durante la ¨¦poca de mayor ¨¦xito del grupo, los valencianos subieron al escenario burros, elefantes, llegaron a tocar ante m¨¢s de 200.000 personas en un concierto en el cauce del Turia y realizaron una actuaci¨®n ben¨¦fica en la c¨¢rcel de mujeres de Valencia.
¡°Una de mis pel¨ªculas favoritas es El guateque, en la que hay una fiesta de la espuma con un elefante y siempre quise hacer una cosa parecida. Buscamos un domador ruso que acept¨® llevar tres elefantes, aunque nos dec¨ªa que ¨¦l no se responsabilizaba de lo que pudieran hacer los animales. Lo de la c¨¢rcel fue porque, desde que era peque?o, nuestro m¨¢nager ten¨ªa la fantas¨ªa sexual de entrar en una prisi¨®n solo para mujeres. Por eso, me confes¨® posteriormente, nos organiz¨® esa actuaci¨®n ben¨¦fica¡±.
¡°El ¡®rock and roll¡¯ espa?ol ha sido aburrid¨ªsimo¡±
En opini¨®n de Alfonso Aguado, ¡°la gente tiene patrones sobre el rock and roll muy equivocados. Salvo contad¨ªsimos grupos, el rock and roll espa?ol ha sido aburrid¨ªsimo. Las estrellas de los ochenta y noventa acababan el bolo y no dejaban que nadie accediera al camerino, lo contrario de nosotros, que incit¨¢bamos a que la gente entrara para invitarles a las botellas que ten¨ªamos, y que eran muchas, porque ped¨ªamos un catering brutal. Adem¨¢s, mientras que otros artistas se iban al hotel, nosotros nos qued¨¢bamos los ¨²ltimos en los pueblos y, a las ocho de la ma?ana, todav¨ªa est¨¢bamos preguntando: ¡®?No hay ning¨²n sitio abierto?¡¯. Los del pueblo, claro, nos respond¨ªan: ¡®?Quer¨¦is largaros ya a vuestra puta casa?¡±.
La llegada de Los Inhumanos a los pueblos de Espa?a era un acontecimiento que, en ocasiones, ten¨ªa efectos inesperados a largo plazo. En Vidas inhumanas, Alfonso Aguado confirma una de las leyendas que siempre rodearon al grupo: las relaciones sexuales con las fans y sus consecuencias, como el nacimiento de un hijo que, a?os despu¨¦s y con las pistas que le dio su madre, busc¨® a su padre biol¨®gico entre los miembros del grupo. ¡°En el libro hablo del caso y pongo el nombre del padre, que ya tiene tiene cinco hijos reconocidos de cinco mujeres diferentes. Le cont¨¦ que lo iba a incluir y me respondi¨® que no ten¨ªa problema, que incluso le gustar¨ªa conocer al chico. La ¨²nica condici¨®n que me puso es que no viniera a pedirle responsabilidades o a reclamarle la pensi¨®n de los ¨²ltimos 25 a?os¡±.
Adem¨¢s del sexo y las fiestas, otro de los compa?eros de viaje de los grupos de los ochenta fueron las drogas, especialmente la hero¨ªna, que se llev¨® por delante a muchos de los artistas de la ¨¦poca. Si bien en libro de Aguado se centra en sustancias como el alcohol y alguna aparici¨®n espor¨¢dica del cannabis, en un glosario final en el que se recogen los t¨¦rminos empleados coloquialmente por los miembros del grupo entre s¡ª, aparecen algunos, como Tiro libre, Nominado a un Grammy, Acabar a tiro limpio, Reci¨¦n pintado, Delineantes, Tiral¨ªneas o Farl¨®pez, claramente relacionados con la coca¨ªna.
¡°No he tomado coca¨ªna nunca porque soy muy nervioso y me excitaba mucho. Pero no te voy a negar que hab¨ªa gente que la tomaba. ?ramos muchos y hab¨ªa de todo. Hab¨ªa gente que votaba a Izquierda Unida y hab¨ªa gente que votaba a la derecha porque lo que nos un¨ªa eran las ganas de pasarlo bien y de la fiesta. En todo caso, lo que no encajaba en el grupo era la hero¨ªna. Imag¨ªnate a alguien de Los Inhumanos puesto de caballo. Hubiera sido imposible. Lo ¨²nico que nos pas¨® relacionado con la hero¨ªna fue que, durante los conciertos, organiz¨¢bamos El concurso del Simca 1000, que consist¨ªa en que sub¨ªan parejas al escenario para escenificar que hac¨ªan el amor. El p¨²blico votaba y a los que mejor lo hac¨ªan les d¨¢bamos 10.000 pesetas. Un d¨ªa subieron dos yonquis y el t¨ªo le dijo a la chica: ¡®Qu¨ªtate la ropa, que nos dan 10.000 pelas para el pico¡¯. Los pobres se quedaron desnudos en el escenario convencidos de que iban a ganar¡±.
Fin de ciclo
Los Inhumanos vendieron millones de copias de sus trabajos, recibieron discos de oro, discos de platino, hicieron giras por Rep¨²blica Dominicana, por Argentina y llegaron a dar 120 conciertos en un a?o por los que cobraban tres millones de pesetas (18.000 euros) y en los que, en contra de lo que puede parecer, tocaban en riguroso directo. ¡°El playback era solo para la televisi¨®n porque no dejaban hacer otra cosa, pero nos neg¨¢bamos a hacerlo en los conciertos. Siempre hemos llevado buenas bandas porque ten¨ªamos claro que nosotros pod¨ªamos montar el desacato, pero para que todo eso no fuera un puto descontrol, los m¨²sicos deb¨ªan ser excelentes¡±, recuerda Aguado que, entre esos profesionales que pasaron por la banda, menciona a un jovenc¨ªsimo Carlos Go?i, l¨ªder de Revolver. ¡°Go?i estuvo al principio de Los Inhumanos pero, adem¨¢s de ¨¦l, hubo miles de m¨²sicos muy conocidos que luego no lo ponen en su biograf¨ªa porque ahora tienen la imagen de cantantes comprometidos socialmente¡±.
A pesar de los particulares del grupo y de esa fren¨¦tica actividad, Los Inhumanos consiguieron controlar con bastante acierto los problemas propios de la convivencia, los egos y las ambiciones personales. Sin embargo, con lo que no pudieron lidiar fue con la crisis de la industria y el cambio generacional. ¡°Los Inhumanos ¨¦ramos como una despedida de soltero continua y, como todas las despedidas de soltero, ten¨ªa periodos de resaca. Se creaban grupos, surg¨ªan rencillas¡ pero cuando las cosas giran en la misma direcci¨®n, funcionan. Una rueda, por ejemplo, puede pararse, pero cuando va para un sitio, acaba yendo siempre para ese lugar. Por eso, cuando hab¨ªa alg¨²n problema pod¨ªas estar mosqueado pero, a los dos d¨ªas, la cosa volv¨ªa a rodar. El problema lleg¨® cuando dejaron de re¨ªrnos las gracias, cuando dej¨® de apoyarnos la gente que nos apoyaba y nos fuimos a tomar por el culo¡±.
En los a?os noventa la discogr¨¢fica Zafiro fue absorbida por Ariola. Con la fusi¨®n, los directivos decidieron darle la carta de libertad al grupo, que no encontr¨® una nueva compa?¨ªa y se disolvi¨® temporalmente. ¡°Era la ¨¦poca de la m¨²sica de baile, en la que un artista de ¨¦xito que sonaba en la radio tocaba en playback en una discoteca, acompa?ado de tres bailarinas por un cach¨¦ de 1.000 euros. Por eso, es cierto que fue una cuesti¨®n de cambio generacional, pero tambi¨¦n econ¨®mica, que no solo nos afect¨® a nosotros sino a Hombres G o a Radio Futura¡±.
Solo para hombres
Una de las caracter¨ªsticas de Los Inhumanos es que nunca hubo mujeres. La explicaci¨®n, seg¨²n Alfonso Aguado, respond¨ªa a que ¡°la tradici¨®n en los grupos de pop-rock es que acaben li¨¢ndose entre ellos. Lo que en principio no habr¨ªa estado mal y podr¨ªa haber hecho muy divertidos los viajes en bus y las esperas en los camerinos. Pero esa misma tradici¨®n indica que esos l¨ªos pasajeros intergrupales acaban siempre convirti¨¦ndose en parejas estables y no ten¨ªamos ning¨²n inter¨¦s en ser un grupo con 15 Sergios y 15 Est¨ªbalizs¡±. Por esa raz¨®n, la banda siempre estuvo formada por hombres que, en la actualidad, podr¨ªan ser calificados como de individuos cisheteros que, adem¨¢s, hac¨ªan gala de ello en sus letras y sus apariciones p¨²blicas. Sin embargo, como sucede en el f¨²tbol espa?ol, es dif¨ªcil creer que, aunque solo sea por cuestiones estad¨ªsticas, no hubiera ning¨²n homosexual en la banda.
¡°S¨ª, claro que hab¨ªa homosexuales. Es cierto que hab¨ªa una mayor¨ªa de heterosexuales, pero tambi¨¦n hab¨ªa gais porque, como te dec¨ªa antes, hab¨ªa gente de todo tipo¡±, explica Aguado que recuerda que, independientemente de la opci¨®n sexual, no cualquiera pod¨ªa ser miembro de Los Inhumanos. ¡°Para entrar hab¨ªa que superar diferentes pruebas, aunque la verdad es que el jurado era absolutamente corrupto. Todo depend¨ªa de si el t¨ªo nos ca¨ªa bien o no, porque lo importante era que la persona demostrase que no ten¨ªa verg¨¹enza, que iba a saber convivir en el grupo y que no iba a estar tocando los huevos o diciendo que hab¨ªa cosas que no iba a hacer. El otro d¨ªa, por ejemplo, me escribi¨® un colega de Toledo por Facebook que me dijo que se hab¨ªa hecho fan nuestro porque iba paseando con sus amigos por una alameda y se encontr¨® a uno subido a un ¨¢rbol desnudo. Se pararon a preguntarle si le pasaba algo y les respondi¨® que se fueran, que estaba haciendo una prueba para entrar en Los Inhumanos. Le dejaron ah¨ª y, a partir de ese momento, se hizo fan¡±.
En 2021, Los Inhumanos cumplen 40 a?os de actividad. Una fecha que, de no haber sido por las restricciones provocadas por la covid-19, se habr¨ªa celebrado por todo lo alto. ¡°Me hubiera gustado reunir a personas de las diferentes formaciones y hacer todas esas cosas que se nos quedaron en la cabeza y que al final no hicimos. Por ejemplo, ser lanzado como hombre bala, que es algo que siempre me ha hecho ilusi¨®n¡±, explica Aguado quien, a pesar del tiempo transcurrido, mantiene intacta la filosof¨ªa con la que nacieron Los Inhumanos. ¡°Quer¨ªamos que la gente se divirtiera y lo consegu¨ªamos. En ese sentido, el ¨¦xito que nos negaron los medios nos la sudaba porque ten¨ªamos la sensaci¨®n de estar haciendo lo que quer¨ªamos. Hacer lo que quieres, aunque no te lo reconozca nadie, es el ¨¦xito¡±.
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