La ca¨ªda y la redenci¨®n de Ryan O¡¯Neal, el padre m¨¢s cuestionado de Hollywood
La estrella de ¡®Love Story¡¯ y ¡®Barry Lyndon¡¯, tan famoso por sus triunfos en la pantalla como por la terrible historia familiar que han arrastrado sus hijos, ha cumplido 80 a?os aparentemente reconciliado con sus seres queridos y dispuesto a cerrar, con un episodio feliz, la historia de la familia m¨¢s turbulenta de la industria del cine
Cuando se menciona a Ryan O¡¯Neal, que en 2021 ha cumplido 80 a?os, una de las primeras historias que surgen es tan amarga como impactante: trat¨® de ligar con su propia hija en el funeral de su tercera mujer. Y no es un chisme maledicente, ya que la fuente es el propio actor. O¡¯Neal lo reconoci¨® en una larga entrevista con Vanity Fair publicada poco despu¨¦s del fallecimiento de su pareja, Farrah Fawcett. ¡°Acababa de dejar el ata¨²d en el coche f¨²nebre y estaba viendo c¨®mo se alejaba cuando una rubia muy guapa se me acerc¨® y me abraz¨®. Le dije: ¡®?Tienes coche?¡¯. Y ella me dijo: ¡®?Pap¨¢, soy yo! ?Tatum!¡¯. S¨®lo intentaba ser gracioso con una extra?a mujer sueca y result¨® que era mi hija¡±. Una an¨¦cdota triste que no es m¨¢s que el corolario de una relaci¨®n marcada por un sinf¨ªn de desavenencias tanto p¨²blicas como privadas. Tatum O¡¯Neal, actriz, ganadora de un Oscar y exmujer de John McEnroe, es la m¨¢s famosa de su progenie, pero no la ¨²nica. Con todos ellos ha tenido el int¨¦rprete una relaci¨®n tan dif¨ªcil que su leyenda como padre conflictivo es casi tan grande como la de actor.
O¡¯Neal naci¨® en 1941 en California, en el epicentro de la industria del espect¨¢culo. Hijo de una actriz y un guionista, parec¨ªa destinado a la interpretaci¨®n, pero su primera pasi¨®n fue el boxeo, un deporte en el que su fuerte car¨¢cter encontraba una v¨¢lvula de escape. Su f¨ªsico privilegiado no tard¨® en propiciar lo inevitable y a finales de los sesenta ya luc¨ªa su cautivadora sonrisa en Peyton Place, el culebr¨®n de moda. O¡¯Neal era insultantemente guapo, pero tambi¨¦n un actor brillante, una ¡°estrella monstruosa¡±, como lo defini¨® Paul Mazursky ¨Cque lo dirigi¨® en Fielmente tuya (1996)¨C. Su gran oportunidad no tard¨® en llegar. En 1970 el productor Robert Evans le ofreci¨® ser el protagonista de Love Story, un papel que hab¨ªan rechazado Michael Douglas y Jon Voight. El desmesurado ¨¦xito de una pel¨ªcula que se convirti¨® en un fen¨®meno social le proporcion¨® una nominaci¨®n al Oscar y un lugar en la lista A de Hollywood.
Su vida privada era menos luminosa. Todav¨ªa no hab¨ªa cumplido los treinta y ya era un divorciado con tres hijos a su cargo: Patrick, fruto de su matrimonio con su compa?era en Peyton Place, Leigh Taylor-Young, y Tatum y Griffin, los hijos que hab¨ªa tenido con la actriz Joanna Moore. Moore era una adicta con graves trastornos mentales que provocaron que la custodia de ambos recayese en el actor. ¡°Me cas¨¦ a los 20 y no ten¨ªa la madurez suficiente¡±, declar¨® a?os despu¨¦s. Nadie le quit¨® la raz¨®n.
Tatum, la estrella m¨¢s joven (y m¨¢s sola) del mundo
Cuando en 1974 Tatum se convirti¨® en la persona m¨¢s joven en ganar el Oscar (con solo diez a?os, por Luna de papel) su padre, coprotagonista de la pel¨ªcula, no se molest¨® en acompa?arla. Estaba en Inglaterra rodando Barry Lyndon mientras su madre permanec¨ªa recluida en una instituci¨®n. Cuando vestida con un peque?o esmoquin que imitaba a los que sol¨ªa lucir Bianca Jagger ¨Cpareja de su padre en aquel momento¨C subi¨® al escenario para recoger su estatuilla, era su abuelo paterno quien la acompa?aba. Era la noche m¨¢s importante de su corta vida, pero estaba sola, como casi siempre. En aquel momento su lugar feliz era la casa de otra celebridad de Hollywood.
¡°Tuvieron que conseguir una gr¨²a para sacarme de la casa de Cher porque ella ten¨ªa una familia incre¨ªble. Ten¨ªa a su madre, a sus hermanas, a muchas mujeres incre¨ªbles... En mi casa tambi¨¦n hab¨ªa mujeres, pero pero iban y ven¨ªan¡±, declar¨® a?os despu¨¦s a CBS en referencia a la multitud de mujeres que pasaban por la casa del actor durante su infancia. Entre ellas estaban celebridades como Angelica Houston, Joan Collins, Diana Ross o Cybill Shepherd. En alguna ocasi¨®n la ni?a compart¨ªa cama con ellas. No hab¨ªa una connotaci¨®n sexual en ello, pero resultaba tan perturbador que Ursula Andress se vio obligada a poner l¨ªmites: ¡°No quiero acostarme contigo mientras tu hija est¨¢ en la cama¡±, le dijo un d¨ªa a Ryan O¡¯Neal, como revel¨® el Daily Mail. An¨¦cdotas como esa llevaron al rotativo brit¨¢nico a preguntarse en 2007 si Ryan O¡¯Neal era ¡°el peor padre de Hollywood¡±.
O¡¯Neal se hab¨ªa visto obligado a convertirse en madre y padre, y si atendemos a la memorias de Tatum (A paper life, publicadas en 2001), opt¨® por no ser ninguna de las dos cosas. M¨¢s bien, fue un compa?ero de piso muy generoso. En su biograf¨ªa la actriz cuenta c¨®mo cuando tan s¨®lo ten¨ªa 12 a?os su padre le dio a su por entonces amante Melanie Griffith unos miles de d¨®lares para que se la llevase a Par¨ªs. ¡°Nos drog¨¢bamos e ¨ªbamos a fiestas salvajes. Un d¨ªa fumamos todos opio y hach¨ªs. Mareada, me dej¨¦ caer en la cama. Cuando levant¨¦ la cabeza, Melanie se estaba enrollando con un chico y con la actriz Maria Schneider¡±. Su vida est¨¢ jalonada de an¨¦cdotas escandalosas que no decayeron cuando a los 20 a?os se cas¨® con otro hombre con tanto talento como demonios internos, el tenista John McEnroe.
Griffin, el infierno que no sali¨® en las revistas
Y as¨ª como los esc¨¢ndalos familiares opacaron la carrera de su padre, la fama de Tatum oscureci¨® el infierno por el que tambi¨¦n pas¨® su hermano Griffin. ¡°Yo era el liador de porros de la familia¡±, declar¨® en 2015 a People el primog¨¦nito de los O¡¯Neal. La larga batalla de Griffin con las adicciones hab¨ªa empezado cuando solo ten¨ªa 9 a?os. ¡°Mi vida ha sido un reino de degradaci¨®n por las drogas y el alcohol. Tuve que automedicarme toda mi vida porque sent¨ªa dolor en todas partes. En mi familia hab¨ªa drogas en cualquier sitio y todos los d¨ªas. Eran los a?os sesenta y setenta y Tatum y yo lo pasamos mal¡±.
La vida de Griffin est¨¢ plagada de incidentes violentos. Su padre le rompi¨® dos dientes de un pu?etazo cuando ten¨ªa 18 a?os y ha pasado por la c¨¢rcel por conducir ebrio y disparar al coche (vac¨ªo) de su ex novia. Pero ning¨²n episodio fue tan devastador como el que le cost¨® la vida al hijo de Francis Ford Coppola. En 1986 Griffin estaba en Maryland junto a su amigo Gian-Carlo Coppola, participando en la una pel¨ªcula del padre de este, Jardines de piedra. En un descanso del rodaje alquilaron una lancha. Tres horas despu¨¦s Gian-Carlo fallec¨ªa decapitado tras intentar pasar a toda velocidad entre dos embarcaciones atadas por un cable. En un principio Griffin declar¨® que era Gian Carlo quien conduc¨ªa, pero la investigaci¨®n demostr¨® que era ¨¦l y que su inexperiencia hab¨ªa sido la causa del accidente. Tal y como inform¨® en su momento el Washington Post, fue absuelto de homicidio involuntario, pero declarado culpable de conducir negligentemente.
En 2008 volvi¨® a terminar en comisar¨ªa, pero esta vez le acompa?¨® su padre. Tras una llamada de los vecinos, la polic¨ªa se present¨® en la casa familiar donde se encontraron al actor apuntando a su hijo con un arma. Ese d¨ªa Farrah Fawcett (a ella llegaremos en el siguiente p¨¢rrafo) cumpl¨ªa 60 a?os y celebraba haber superado un c¨¢ncer tras cuatro meses de tratamiento, pero la fiesta termin¨® en tragedia. Seg¨²n declar¨® Ryan O¡¯Neal, su hijo le amenaz¨® con un atizador. El actor fue acusado de agresi¨®n con arma de fuego y tuvo que pagar una fianza de 50.000 d¨®lares. La foto de su ficha policial dio la vuelta al mundo en el peor momento. Tras a?os alejado de papeles protagonistas como los que le encumbraron en Love Story, Qu¨¦ me pasa doctor o Barry Lyndon, volv¨ªa a saborear el reconocimiento del p¨²blico con un papel en la serie Bones. Casi un premio de consolaci¨®n para una carrera que en los setenta parec¨ªa no tener techo, pero que result¨® lastrada por el car¨¢cter problem¨¢tico de O¡¯Neal y un pu?ado de malas decisiones. Estuvo a punto de ser el boxeador de Campe¨®n y protagonizar El guardaespaldas junto a Diana Ross y Memorias de ?frica con Julie Christie, e incluso de ser Rambo, pero la idea de ¡°revolcarse en guano de murci¨¦lago¡± no le seduc¨ªa mucho. Y pasar tiempo lejos de Farrah Fawcett tampoco.
Farrah, una historia de amor y decepci¨®n que dur¨® d¨¦cadas
Fawcett fue el gran amor de O¡¯Neal, aunque nunca llegaron a casarse. Su relaci¨®n se inici¨® cuando el marido de ¨¦sta, el actor Lee Majors, le pidi¨® a su amigo que la entretuviera mientras ¨¦l se iba a trabajar fuera y se prolong¨® hasta la muerte de ella. Seg¨²n ellos mismos contaron, la primera noche que salieron juntos se besaron tanto que les sangraron los labios. Empez¨® as¨ª una historia de amor que el actor considera la ¨²nica real de su vida y de la que naci¨® Redmond, el hijo que iba a demostrarle que las cosas siempre se pueden poner peor. Sus otros hijos hab¨ªan estado bajo el foco de la prensa por la fama de su padre, pero ahora hab¨ªa una madre celeb¨¦rrima tambi¨¦n en la ecuaci¨®n. La chica cuya foto enfundada en un ba?ador rojo hab¨ªa vendido doce millones de copias, el ?ngel de Charlie m¨¢s deslumbrante, un icono pop y la mujer m¨¢s deseada de Am¨¦rica.
Los problemas no tardaron en aparecer. En su libro Both of us: My life with Farrah (¡±Ambos: mi vida con Farrah¡±), O¡¯Neal relata un episodio perturbador. Durante una de las interminables peleas a las que conduc¨ªa el fuerte car¨¢cter de ambos, el peque?o Redmond de s¨®lo seis a?os se present¨® en la habitaci¨®n con su pijama de Winnie-the-Pooh y un cuchillo de carnicero que amenazaba con clavarse en el coraz¨®n si sus padres no dejaban de discutir. Pensando en esta escena, el desastre en el que su vida se convirti¨® a?os despu¨¦s no sorprende a nadie.
En 2009 su padre resumi¨® entre l¨¢grimas el infierno que era la vida de su hijo. ¡°Ha estado en 13 centros de rehabilitaci¨®n. Ha tenido una vida terrible. Tiene adicciones que no puede controlar; se duerme en la mesa. Eso no es ser un chico privilegiado. Nunca ha tenido dinero, nunca ha tenido un coche. Ha estado sin salir a la calle durante un a?o porque la polic¨ªa no paraba de detenerlo¡±. Esas ¡°adicciones incontrolables¡± les hab¨ªan llevado a ambos a la c¨¢rcel apenas un a?o antes cuando la polic¨ªa encontr¨® droga en la casa del actor. Seg¨²n manifest¨® despu¨¦s, esa droga era de Redmond, pero se declar¨® culpable de posesi¨®n para evitarle el disgusto a una Farrah tan enferma que fallecer¨ªa apenas meses despu¨¦s (Fawcet falleci¨® el 25 de junio de 2009, el mismo d¨ªa que Michael Jackson). Redmond acudi¨® esposado al funeral. Una imagen desoladora que no significaba el final de su ca¨ªda.
En 2018 fue acusado de intento de asesinato tras atacar al azar a cinco hombres. Tras evaluarle, se le diagnostic¨® esquizofrenia, trastorno bipolar y trastorno de personalidad antisocial. ¡°Las drogas no han sido el problema, sino el trauma psicol¨®gico de mi vida entera. Mis experiencias vitales son lo que m¨¢s me han afectado¡±, declar¨® a la web sensacionalista Radar Online tras su detenci¨®n.
Patrick, la excepci¨®n en una familia destrozada
No todos los v¨¢stagos de O¡¯Neal le culpan de sus desgracias. La excepci¨®n es Patrick, fruto de su matrimonio con la actriz Leigh Taylor-Young. Locutor deportivo de Fox Sports, ganador de un Emmy y exmarido de la actriz Rebecca De Mornay, lleva una vida alejada de los esc¨¢ndalos de la familia. En 2012 concedi¨® una entrevista a la NBC para quejarse porque uno de los programas estrella de la cadena se hab¨ªa burlado de la clase de padre que hab¨ªa sido Ryan. ¡°Tatum escribi¨® un libro sobre lo mal que estaba todo, pero yo podr¨ªa escribir un libro que podr¨ªa ser bastante aburrido sobre lo maravillosa que fue mi infancia¡±, puntualiz¨®. Hace un par de a?os, y para reforzar su v¨ªnculo paternofilial, reflotaron un viejo gimnasio de barrio en Brentwood, como aquellos que frecuentaba O¡¯Neal en su adolescencia y suelen subir fotos a sus redes sociales en las que se puede seguir una relaci¨®n que se ha vuelto m¨¢s estrecha desde que Ryan O¡¯Neal fue diagnosticado de leucemia.
El a?o pasado Tatum trat¨® de fortalecer tambi¨¦n su casi inexistente v¨ªnculo con Ryan. Una imagen de toda la familia reunida se convirti¨® en un s¨ªmbolo de paz entre sus miembros. ¡°Puedo llorar de alegr¨ªa y gratitud porque todos en esta foto todav¨ªa est¨¢n vivos y hemos sido capaces de reunirnos de nuevo despu¨¦s de tantos a?os de dificultades. Toda la Costa Oeste est¨¢ ardiendo, pero si los O¡¯Neal pueden reconciliarse, realmente todo es posible¡± escribi¨® un emocionado Sean McEnroe.
Pero en 2011 padre e hija ya hab¨ªan escenificado un acercamiento p¨²blico durante la docuserie producida por Oprah Winfrey Ryan y Tatum: The O¡¯Neals. Un proceso de reconciliaci¨®n tras veinticinco a?os alejados que no fue tal y no pas¨® de la primera temporada. Ryan O¡¯Neal culp¨® a la productora por distanciarlos a¨²n m¨¢s: ¡°Estamos m¨¢s separados ahora que cuando comenzamos el programa. Gracias, Oprah, por toda tu ayuda¡±. Como padre ha sido cuestionado, como hombre sincero y directo, no. Un hombre que es consciente de que el de padre ha sido el peor papel de su carrera. As¨ª lo reconoci¨® ¨¦l mismo: ¡°Soy un padre incompetente¡±, remataba aquel famoso reportaje de Vanity Fair. ¡°Creo que no estaba destinado a tener hijos. Mira c¨®mo me ha ido: o est¨¢n en la c¨¢rcel o deber¨ªan estarlo¡±. Con 80 a?os reci¨¦n cumplidos, la historia a¨²n puede volver a reescribirse.
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