¡®GEO, m¨¢s all¨¢ del l¨ªmite¡¯: la brutal experiencia de infiltrarse en las pruebas de acceso al Grupo Especial Operativo espa?ol
El documental ¡®GEO: M¨¢s all¨¢ del l¨ªmite¡¯, que expone el duro proceso de selecci¨®n de los candidatos al grupo especial de la Polic¨ªa Nacional, pone a prueba el aguante de cientos de j¨®venes y, en ocasiones, el del propio espectador
El juego del calamar, el ¨²ltimo fen¨®meno televisivo, sobre un brutal concurso con premio millonario, enciende debates y genera esc¨¢ndalo porque los m¨¢s peque?os se inspiran en la producci¨®n coreana para sus juegos infantiles. Tanto es as¨ª que algunos colegios han enviado una circular a los padres prohibiendo disfraces inspirados en la serie para Halloween.
GEO: M¨¢s all¨¢ del l¨ªmite, una serie original de Amazon Prime Video estrenada hace poco, tambi¨¦n muestra a un grupo de personas expuestas a una serie de pruebas extremas para conseguir un objetivo que cambie sus vidas. La diferencia con la serie coreana es que esto no es ficci¨®n. Ni siquiera es un programa de telerrealidad o un concurso, aunque haya una recompensa al final. Se trata de un documental de ocho cap¨ªtulos en el que cien polic¨ªas nacionales se someten a las pruebas para formar parte del Grupo Especial Operativo.
Si el ¨¦xito de El juego del calamar radica en la tendencia de los espectadores a disfrutar viendo c¨®mo sus semejantes son sometidos a situaciones extremas y momentos humillantes, GEO: M¨¢s all¨¢ del l¨ªmite llega a poner a prueba esa afici¨®n. La crudeza de las situaciones que retrata y el hecho de que lo que se narre sea la vida real, puede provocar, en un primer momento, cierta desaz¨®n e incomodidad.
Amazon Prime Video la ha calificado para mayores de 16 a?os debido a su lenguaje expl¨ªcito aunque la serie apenas tiene palabras malsonantes. A cambio, es un recital de situaciones de estr¨¦s f¨ªsico y mental que parecen sacadas de un manual de la Escuela de las Am¨¦ricas. Solo en las primeras 24 horas del curso, los candidatos se ven sometidos a un proceso de despersonalizaci¨®n: se les despoja de su nombre, que es sustituido por un n¨²mero. Adem¨¢s, son blanco de provocaciones constantes por parte de los mandos, de comentarios hirientes y son sometidos a interrogatorios para poner a prueba su lealtad hacia los compa?eros. Por si no fuera bastante, se les altera el ciclo de sue?o, se les hace ayunar, son castigados a hacer flexiones con toda la impedimenta y se les obliga a zambullirse en plena noche en el r¨ªo Tajo para provocarles, conscientemente, un cuadro de hipotermia.
Ante semejante trato, las bajas no tardan en llegar. Calambres, heridas, cansancio y crisis emocionales provocan que sean varios los candidatos que decidan abandonar en esas primeras horas de entrenamiento. Sin embargo, a partir de entonces, el espectador empieza a entender por qu¨¦ tanta crueldad: en un operativo real, tener al lado a una persona d¨¦bil f¨ªsica o mentalmente puede ser letal. Por ello, ante la m¨¢s m¨ªnima duda sobre las capacidades de los aspirantes, el coordinador prefiere expulsar a los candidatos, convencido de que es mejor que el curso acabe con cero seleccionados, a incorporar al grupo a un elemento cuya impericia pueda causar su muerte o, peor a¨²n, la de sus compa?eros.
De hecho, uno de los aciertos de la serie es reflejar c¨®mo esa hostilidad inicial acaba transform¨¢ndose en compa?erismo. M¨¢s all¨¢ de los entrenamientos y las t¨¢cticas, una parte esencial del proceso de formaci¨®n de un GEO es generar en el compa?ero la confianza de que, en una situaci¨®n extrema de peligro, no va a estar desamparado.
Nada que ocultar
Producida por Buend¨ªa Estudios (del grupo Atresmedia), GEO: M¨¢s all¨¢ del l¨ªmite documenta la trig¨¦sima convocatoria del curso de entrenamiento para formar parte del Grupo Especial de Operaciones de la Polic¨ªa Nacional, cuerpo fundado en 1978 para combatir el terrorismo, el narcotr¨¢fico y el crimen organizado.
La idea surgi¨® de Jorge P¨¦rez Vega que, en calidad de productor ejecutivo, se puso en contacto con las autoridades policiales para convencerles de rodar la serie. ¡°Les coment¨® que, en el mundo actual, no hab¨ªa nada que ocultar, que era bueno que dieran la cara, que contasen qu¨¦ es lo que hacen, porque eso dar¨ªa una imagen positiva del grupo¡±, explica David Miralles, director de la serie, que, una vez conseguidas las autorizaciones, no tuvo ninguna restricci¨®n a la hora de hacer su trabajo. ¡°Hay algunas cosas que no se han mostrado, pero no afectan a lo que aspir¨¢bamos a hacer. Se trata de pr¨¢cticas de entrenamiento muy concretas. Por ejemplo, c¨®mo se coloca un explosivo en una puerta, algo que ni siquiera resulta atractivo para el espectador¡±.
Durante siete meses, un equipo de 30 personas convivi¨® con los instructores y candidatos para rodar su d¨ªa a d¨ªa, tarea que no result¨® sencilla a efectos de producci¨®n. ¡°Una de las caracter¨ªsticas del curso de formaci¨®n es que los aspirantes tienen que ser capaces de improvisar y nosotros tambi¨¦n tuvimos que adaptarnos a eso¡±, cuenta Miralles. ¡°Est¨¢bamos disponibles las 24 horas del d¨ªa y, aunque ten¨ªamos un marco narrativo porque sab¨ªamos qu¨¦ quer¨ªamos contar, no hab¨ªa un guion previo porque desconoc¨ªamos qu¨¦ iba a pasar dos horas despu¨¦s, al d¨ªa siguiente o la semana que viene¡±.
Esa particular forma de rodar hace que Miralles defina su trabajo como un ¡°documental observacional¡±, en el que se ha limitado a registrar lo que aparec¨ªa ante su c¨¢mara, sin intervenir en la acci¨®n y prescindiendo de trucos que pudieran desvirtuar aquello que narra. ¡°Aunque ha habido una labor de edici¨®n posterior, hemos querido ser muy fieles a lo que hemos visto. De hecho, una de las caracter¨ªsticas de nuestro documental es el plano secuencia, porque nuestra intenci¨®n era que se viera que todo era real, que no est¨¢bamos haciendo trampas en realizaci¨®n¡±.
La realizaci¨®n de GEO: M¨¢s all¨¢ del l¨ªmite tiene una factura m¨¢s cercana a la producci¨®n cinematogr¨¢fica que a los programas televisivos al uso. Algo que contrasta con la est¨¦tica de los lugares en los que se desarrolla la acci¨®n, principalmente el cuartel de Trillo y la academia de la polic¨ªa de ?vila, que no son precisamente la m¨ªtica academia militar estadounidense West Point. A pesar del magn¨ªfico trabajo de fotograf¨ªa realizado por Hern¨¢n P¨¦rez, es imposible disimular los desconchones, el suelo irregular, los rastrojos del campo o los grafitis de las paredes. Unos detalles que, por otra parte, dotan al producto de ese elemento local que aporta personalidad y atractivo.
¡°Hasta ahora, el documental estaba en el territorio de lo underground, sin embargo, es un g¨¦nero que tambi¨¦n puede tener unos est¨¢ndares de calidad al nivel del cine comercial. Por eso, aunque el cuartel estaba viejo, era lo que hab¨ªa y no ten¨ªa sentido embellecerlo. Es verdad que eso le da un toque local pero, aunque la historia sea de aqu¨ª, lo que se cuenta es universal y trasciende a los propios GEO. En el fondo, se trata de un proceso de transformaci¨®n de unos t¨ªos que llegan al curso de una manera y experimentan un cambio brutal tanto f¨ªsico como psicol¨®gico¡±.
Estrenada el 15 de octubre de manera simult¨¢nea en m¨¢s de 240 pa¨ªses, GEO: M¨¢s all¨¢ del l¨ªmite ya ha sido vista, adem¨¢s de por miles de espectadores, por algunos de sus protagonistas, entre los que se encuentran los candidatos y el inspector Pelayo, director del curso.
¡°Cuando se estren¨®, Pelayo me llam¨®. Me dijo que esperaba que funcionase, pero que ¨¦l no pod¨ªa valorar si la serie estaba bien o no porque lo que se muestra en ella es su vida, sus compa?eros, su cotidianeidad y, por tanto, no le sorprend¨ªa. Le respond¨ª que le agradec¨ªa el piropo, porque eso confirmaba que no hab¨ªamos traicionado a la verdad. Por otra parte, tambi¨¦n hay que decir que a Pelayo lo que le gusta es el cine de autor y, especialmente, Lars Von Trier¡±. Afortunadamente, esta realidad es cruda, pero no tanto.
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