¡°Somos cinco, un matrimonio pol¨ªgamo. ?Sabes lo complicado que es que funcione?¡±
Era un grupito de australianos en Berli?n y ahora es una gran promesa del pop internacional. Parcels, la banda ma?s elegante del hemisferio sur, acaba de publicar su segundo disco
Circula por ah¨ª un v¨ªdeo de Parcels antes de que fueran Parcels. Est¨¢n tocando bluegrass en una calle de su pueblo natal, Byron Bay, un para¨ªso surfero de 5.000 habitantes en Nueva Gales del Sur, Australia. Y en ese v¨ªdeo es eso exactamente lo que parecen: adolescentes surferos de largas melenas rubias, sano moreno, petos vaqueros, banjos... ¡°El del banjo soy yo. As¨ª fue c¨®mo hicimos el dinero que nos permiti¨® mudarnos a Berl¨ªn¡±, explica Patrick Hetherington (Australia, 25 a?os), guitarrista, teclista y vocalista, mientras l¨ªa un cigarrillo en el patio de su casa de Berl¨ªn, la ciudad donde los cinco miembros de Parcels viven desde hace un lustro.
Ahora que publican su segundo disco Day/ Night son la viva imagen del refinamiento. La mayor¨ªa de las melenas han desaparecido, van vestidos estilo a?os setenta por Gucci y practican ese soft pop aparentemente inane que, si no se interpreta con exquisito cuidado, puede ser una horterada digna de las peores consultas de dentistas, pero si se hace bien resulta simplemente delicioso.
Y Parcels lo hacen muy bien. Este mes han sido portada de publicaciones de todo el globo y tras anunciar su gira mundial (en Espa?a tocar¨¢n en julio en el Mad Cool de Madrid), las entradas han volado. ¡°La verdad es que es la leche. Hemos llegado donde quer¨ªamos¡±, reconoce el m¨²sico antes de recordar su historia. ¡°Nos conocemos desde el primer a?o del instituto. Desde los 13 o as¨ª. Tuvimos una banda de rock psicod¨¦lico, otra de folk y montamos Parcels al final. Yo quer¨ªa ser m¨²sico desde ni?o, pero con Parcels fue la primera vez que dije: ¡®Esto es especial, aqu¨ª hay madera¡±.
Reci¨¦n cumplidos los 18, deciden irse a Berl¨ªn. ¡°?Por qu¨¦ Berl¨ªn? En realidad fue aleatorio. Lo que ten¨ªamos claro es que quer¨ªamos alejarnos lo m¨¢s posible de la isla. Siempre hab¨ªamos querido ir a Europa. Sab¨ªamos que Berl¨ªn era barato y cool. Y nos tiramos de cabeza¡±. El plan inicial tampoco era muy ambicioso, cuenta. ¡°Imag¨ªnate, te vas a vivir con tus colegas a Berl¨ªn. Estuvimos una temporada pas¨¢ndolo bien, de fiestas, oyendo techno...¡±. Pero el dinero no dura eternamente y el invierno all¨ª es largo y duro. ¡°Cuando lleg¨® el fr¨ªo, algunos volvieron a Australia. Jules [Crommelin, el guitarrista] y yo nos quedamos y pensamos: ¡®T¨ªo, o nos ponemos serios o vamos a tener que volver¡¯. Hab¨ªamos conocido a un agente que nos hab¨ªa ofrecido un par de conciertos, as¨ª que decidimos ensayar¡±.
Las cosas iban despacio hasta que un d¨ªa cualquiera llega el milagro: ¡°Una noche ¨ªbamos a dar un concierto en Par¨ªs y alguien nos dijo: ¡®Creo que he visto a Daft Punk en la sala¡¯. Nos re¨ªmos, pero resulta que era verdad y al terminar el concierto aparecieron en el camerino¡±. En realidad ya hab¨ªan fichado con la m¨¢s hipster de las discogr¨¢ficas independientes francesas, Kitsun¨¦, que seguramente tendr¨ªa algo que ver en ese encuentro. Pero lo importante es que ambas bandas terminaron colaborando en una canci¨®n, Overnight, que cambi¨® la historia del grupo y que adem¨¢s fue la ¨²ltima vez, que se sepa, que el d¨²o franc¨¦s trabaj¨® con otra banda antes de disolverse el pasado febrero. ¡°Fue magia. Aquello nos coloc¨® en el mapa, claro. De repente, la gente se preguntaba quienes eran esos t¨ªos que hab¨ªan grabado con Daft Punk. Pero sobre todo nos aport¨® una confianza que no ten¨ªamos en nosotros mismos¡±, cuenta.
En 2018 publicaban su primer disco largo, Parcels. Sonaba muy bien, pero su problema era que ten¨ªa muy buen sonido pero pocas canciones memorables. A¨²n as¨ª segu¨ªan sumando fans famosos. La protagonista del primer v¨ªdeo, Withorwithout, era Milla Jovovich. ¡°Resulta que es muy fan. Tocamos en una fiesta del festival de Cannes y estaba en primera fila bailando y cantando. Se sab¨ªa todas las letras. No s¨¦ qui¨¦n de nosotros se acerc¨® despu¨¦s del concierto, pero al final de la noche ya se hab¨ªa ofrecido para el v¨ªdeo¡±.
No es que el disco fuera un enorme ¨¦xito, pero a partir de ah¨ª, todo ha sido camino ascendente. Sobre todo gracias a sus conciertos. Tienen uno de los directos m¨¢s potentes, precisos y engrasados del momento. Cualquiera que los haya visto en salas o festivales lo sabe, pero aquellos que no tienen en YouTube un ejemplo espl¨¦ndido. Live Vol 1, un ¨¢lbum grabado exquisitamente en los Hansa Studios de Berl¨ªn en plena pandemia. En ese m¨ªtico local en el que David Bowie registr¨® su trilog¨ªa berlinesa, el quinteto se muestra como una banda atemporal. Cada vez suenan menos a Phoenix y m¨¢s a Steely Dan. ¡°Lo has clavado, esa es exactamente lo que escuchaba antes y lo que escucho ahora¡±, reconoce. ¡°Nos hemos vuelto muy cl¨¢sicos en nuestros gustos. Yo oigo mucho jazz y ¨²ltimamente me ha dado por Abba. Me encantan sus armon¨ªas vocales y la producci¨®n.
Da la impresi¨®n de que lo ¨²nico que podr¨ªa romper esa racha ascendente ser¨ªa problemas internos. Pero aparentemente se llevan tan bien como al principio. Algo que resulta sorprendente. Es curioso que siendo cinco amigos que llevan tanto tiempo viviendo juntos no hayan surgido roces. ¡°Estamos muy contentos. Las cosas no pod¨ªan ir mejor. Incluso entre nosotros. A veces est¨¢s m¨¢s cerca de uno que de otro, es inevitable. Somos cinco. Esto es un matrimonio pol¨ªgamo. ?T¨² sabes lo complicado que es que funcione? Hay que aprovecharlo¡±.
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