El esp¨ªritu de 1945
La vivienda, el servicio p¨²blico de salud y el 'welfare¡¯ fueron los ejes de la reconstrucci¨®n
Si juntos hab¨ªan ganado la guerra, juntos ganar¨ªan la paz. Si hab¨ªan hecho tantos sacrificios que les hab¨ªan llevado a la victoria, ?acaso no ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil planificar la construcci¨®n de casas para solucionar el problema de la vivienda, la creaci¨®n de un servicio sociosanitario universal, buen transporte p¨²blico, y conseguir los bienes necesarios para la reconstrucci¨®n del pa¨ªs? La idea central era entonces la propiedad com¨²n, donde la producci¨®n y los servicios beneficiar¨ªan a todos. Nunca m¨¢s volver¨ªan a dejar que la pobreza, el desempleo, la desigualdad y la llegada del fascismo desfigurar...
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Si juntos hab¨ªan ganado la guerra, juntos ganar¨ªan la paz. Si hab¨ªan hecho tantos sacrificios que les hab¨ªan llevado a la victoria, ?acaso no ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil planificar la construcci¨®n de casas para solucionar el problema de la vivienda, la creaci¨®n de un servicio sociosanitario universal, buen transporte p¨²blico, y conseguir los bienes necesarios para la reconstrucci¨®n del pa¨ªs? La idea central era entonces la propiedad com¨²n, donde la producci¨®n y los servicios beneficiar¨ªan a todos. Nunca m¨¢s volver¨ªan a dejar que la pobreza, el desempleo, la desigualdad y la llegada del fascismo desfiguraran la vida de la mayor¨ªa.
Ese fue El Esp¨ªritu del 45. Con ese t¨ªtulo filma Ken Loach el final de la Segunda Guerra Mundial en el Reino Unido, en un interesante documental estrenado en el a?o 2013. Entonces las analog¨ªas se hicieron con la Gran Recesi¨®n que golpeaba a muchos ciudadanos, pero las im¨¢genes son mucho m¨¢s oportunas y contundentes ahora, cuando se lucha contra la pandemia de un virus asesino y se acercan las terribles consecuencias econ¨®micas y sociales de la misma. Inevitable no hacer comparaciones. Se sal¨ªa de la pesadilla de los muertos, de los sufrimientos de la guerra, y se manifestaba la felicidad de los supervivientes en las ciudades y campos bombardeados, y de los que volv¨ªan del frente. La gran diferencia con el presente es que aquella era una sociedad de multitudes j¨®venes, cuyos componentes se preguntan una y otra vez qu¨¦ ser¨¢ de su futuro. Tienen fresca la salida de la Primera Guerra Mundial, de la que apenas les separaba un cuarto de siglo, con las espantosas colas de parados esperando la sopa de la beneficencia, y la importaci¨®n de la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta.
El h¨¦roe de la victoria fue el conservador Winston Churchill, que operaba con una contradicci¨®n: rezaba con el Camino de servidumbre de Von Hayek pero actuaba con una mentalidad laborista que emanaba de los miembros de su Gobierno. En 1945, reci¨¦n terminada la contienda mundial, perdi¨® las elecciones. De repente comenz¨® a hablarse de laborismo, de socialismo, y se produjo el aplastante e imprevisto triunfo del laborista Clement Attlee, basado en una promesa principal: arreglar el problema de la vivienda, principal problema de la posguerra. Es la primera vez en la historia de Gran Breta?a que los laboristas ganaban las elecciones. El pa¨ªs estaba arruinado, la industria estaba tremendamente debilitada, apenas exist¨ªa protecci¨®n social.
Los tres primeros pasos de la Administraci¨®n Atlee marcan una forma de gobernar: en primer lugar, la construcci¨®n de miles y miles de viviendas dignas. Los ayuntamientos las encargan, las distribuyen y las alquilan; casas sociales para la gente necesitada. El segundo jal¨®n del Gobierno Attle fue la creaci¨®n del m¨ªtico Servicio Nacional de Salud, que durante muchos a?os fue un orgullo mundial. Un laborista heterodoxo, Aneurin Bevan (todav¨ªa hoy en los altares de muchos ancianos), construy¨® un modelo de sanidad p¨²blica en el que la atenci¨®n m¨¦dica nac¨ªa de la necesidad de ¨¦sta y no de la capacidad de pago de cada individuo.
Por ¨²ltimo, Attlee desarroll¨® el Estado de Bienestar, cuyas bases proven¨ªan de Churchill. Cuando la gente se enfrenta a algo para lo que no se le ha preparado con anterioridad, se devana los sesos buscando un nombre para lo desconocido. El welfare naci¨® como una combinaci¨®n de democracia, bienestar social y capitalismo. En 1942, en plena guerra mundial, el pol¨ªtico liberal William Beveridge, present¨® las bases te¨®ricas de reflexi¨®n para la instauraci¨®n del Estado de Bienestar por encargo de Churchill. Su ¡°Informe al Parlamento acerca de la seguridad social y de las prestaciones que de ella se derivan¡±, establec¨ªa unas prestaciones en caso de enfermedad, desempleo, jubilaci¨®n y otras necesidades. Este sistema permit¨ªa asegurar el nivel de vida m¨ªnimo por debajo del cual nadie deb¨ªa caer. Dos a?os despu¨¦s, en 1944, se public¨® el segundo Informe Beveridge, titulado Trabajo para todos en una sociedad libre.
Las ideas sociales de un liberal como Beveridge se hab¨ªan cruzado con las ideas econ¨®micas de otro liberal llamado Keynes.