El Estado de bienestar y la sociedad de los cuidados
La pandemia ha vuelto a evidenciar nuestros d¨¦ficits sociales y el sobresfuerzo que est¨¢n realizando los hogares para atender a las personas dependientes y vulnerables
Especial: El nuevo contrato social
El envejecimiento de la poblaci¨®n, los cambios en las estructuras familiares y la incorporaci¨®n de la mujer al mercado laboral han exigido en Espa?a un cambio radical en la mentalidad, social e institucional, sobre qu¨¦ son los cuidados, qui¨¦n cuida y c¨®mo cuidar.
Desde hace tres d¨¦cadas, el Estado de bienestar desarrolla pol¨ªticas de conciliaci¨®n, pone en marcha la ley de autonom¨ªa y dependencia e impulsa la creaci¨®n de escuelas infantiles y centros de atenci¨®n a la infancia. Pero el trabajo de los cuidados ha seguido recayendo en las mujeres y su reparto, en el seno de los hogares, ha avanzado con lentitud. Sin embargo, las personas mayores se han convertido en cuidadoras de nietos y familiares dependientes a gran escala.
En estos cambios en el sistema de cuidados, la sociedad civil organizada (asociaciones y fundaciones) ha cubierto los fallos del Estado, del mercado y de los propios hogares para transitar hacia un modelo de cuidados basado en los derechos de la persona y enraizado en la solidaridad intergeneracional.
Este avance en el desarrollo de cuidados dignos para todas las edades sufri¨® un retroceso con las pol¨ªticas de los a?os 2011-2014: la aplicaci¨®n de la ley de la dependencia qued¨® congelada hasta 2016, los servicios sociales y sanitario sufrieron recortes de gasto, y los hogares, las mujeres, las personas mayores, tuvieron que hacer frente a los efectos negativos de la crisis financiera y de las pol¨ªticas aplicadas.
Apenas reiniciada la recuperaci¨®n econ¨®mica, y sin haber recuperado la inversi¨®n social previa a la crisis en sanidad y servicios sociales, la pandemia ha vuelto a evidenciar nuestros d¨¦ficits sociales y el sobresfuerzo que est¨¢n realizando los hogares en los cuidados de las personas dependientes y vulnerables. La cat¨¢strofe sufrida por las residencias constituye el ejemplo m¨¢s sangrante, junto al desbordamiento de los sistemas social y sanitario.
Esta situaci¨®n plantea tres retos de futuro sobre los cuidados. El primero es de enfoque: los cuidados son un derecho de todas las personas que los necesiten y deben tener capacidad de elecci¨®n. El enfoque de atenci¨®n integral y centrada en la persona es hoy asumido por organismos internacionales y los profesionales del cuidado, pero su realizaci¨®n requiere de un intenso desarrollo.
El segundo reto es qui¨¦n cuida: hemos de cuidar todos, incluso las personas cuidadas, repartiendo el tiempo de los cuidados y evitando fallos clamorosos de las instituciones, del sistema de mercado y de los propios hogares. Finalmente, el c¨®mo cuidamos exige recuperar la capacidad financiera e institucional de la ley de la dependencia, avanzar sin m¨¢s dilaci¨®n hacia la integraci¨®n sociosanitaria, reforzar los servicios sociales, mejorar la regulaci¨®n y financiaci¨®n de la conciliaci¨®n de los cuidados con la vida personal, familiar y laboral, y revalorizar y dignificar el trabajo de los profesionales de los cuidados. Tres retos que pueden contemplarse en el Pilar Europeo de Derechos Sociales y en la Agenda 2030.
Gregorio Rodr¨ªguez Cabrero es catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad de Alcal¨¢.
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