Atul Gawande, el m¨¦dico que inspir¨® a Obama
Biden le ha encargado que solucione la crisis sanitaria en EE?UU. ?l sue?a con reformar el sistema
¡°La m¨¢s alta prioridad del pr¨®ximo presidente est¨¢ clara: controlar la pandemia¡±. Lo escrib¨ªa el doctor Atul Gawande en uno de sus art¨ªculos en la revista The New Yorker el pasado 28 de septiembre. Seis d¨ªas despu¨¦s de ganar las elecciones del pasado 3 de noviembre, el dem¨®crata Joe Biden creaba un consejo asesor sobre la crisis sanitaria. Fue su primera medida como presidente electo. Y reserv¨® un asiento destacado en ese consejo para el propio Gawande.
Se trata de un nombramiento dif¨ªcilmente objetable. Gawande (Nueva York, 1965) es una de las personas que m¨¢s saben de gesti¨®n sanitaria en Estados Unidos. En 1992, dos a?os despu¨¦s de matricularse en la escuela de medicina de Harvard (donde obtendr¨ªa su cuarta licenciatura), se tom¨® un curso sab¨¢tico para convertirse en el principal asesor en materia de sanidad de la primera campa?a presidencial de Bill Clinton, de cuyo Departamento de Sanidad pasar¨ªa a ser consejero. A?os despu¨¦s, sus art¨ªculos en The New Yorker ayudaron a moldear el plan sanitario de Barack Obama. Y ha dedicado los ¨²ltimos dos a?os a estudiar a peque?a escala los problemas de la sanidad en Estados Unidos, al frente de una iniciativa privada sin ¨¢nimo de lucro, llamada Haven, cuya labor genera una expectaci¨®n muy comprensible, si se tienen en cuenta los nombres que hay detr¨¢s: Jeff Bezos, Warren Bu?ffett y Jamie Dimon.
La idea es experimentar con la plantilla de un mill¨®n de personas que suman Amazon, JP Morgan y Berkshire Hathaway para, utilizando la tecnolog¨ªa y los datos, dar con una asistencia sanitaria m¨¢s eficaz. ¡°He dedicado mi carrera en la sanidad p¨²blica a construir soluciones escalables para una mejor asistencia sanitaria¡±, dijo Gawande al entrar a dirigir Haven. ¡°Ahora tengo el respaldo de estas extraordinarias organizaciones para perseguir esa misi¨®n con a¨²n mayor impacto. El trabajo llevar¨¢ tiempo, pero debe ser realizado. El sistema est¨¢ roto, y es posible hacerlo mejor¡±.
El negocio de la salud en Estados Unidos es un hipertrofiado e ineficiente monstruo de tres billones de d¨®lares. La atenci¨®n sanitaria en el pa¨ªs es, de lejos, la m¨¢s cara del mundo. Consume m¨¢s de uno de cada seis d¨®lares que ingresan los estadounidenses, y los costes m¨¦dicos han llevado a la bancarrota a millones de familias. Esas son las ideas que explicaba Gawande en otro de sus celebrados ensayos en The New Yorker, publicado en 2009 y titulado El enigma del coste, en el que comparaba el sistema sanitario de dos ciudades peque?as de Texas, para mostrar c¨®mo los n¨²meros pueden diferir dram¨¢ticamente dependiendo de si se opta por una cultura corporativa de maximizar los beneficios o se persigue una pol¨ªtica de servicios de alta calidad a bajo coste.
El art¨ªculo inspir¨® a Obama. Lo cit¨® reiteradamente en su cruzada para lograr la aprobaci¨®n en el Congreso de su plan sanitario. Tambi¨¦n lo ley¨® Charlie Munger, socio de Warren Buffett, que en agradecimiento por haber escrito un texto tan ¨²til le envi¨® un cheque de 20.000 d¨®lares. Gawande se lo devolvi¨®, solo para recibir d¨ªas despu¨¦s otro de 40.000 d¨®lares, que el autor acab¨® donando al hospital de Boston donde trabajaba.
Gawande transit¨® ese cruce de caminos entre la pol¨ªtica y la ciencia desde muy pronto. Es hijo de un ur¨®logo y una pediatra, ambos inmigrantes indios, que se conocieron en Nueva York y se trasladaron a Athens (Ohio), una peque?a ciudad universitaria. El hijo var¨®n se resisti¨® al principio a seguir los pasos profesionales de sus padres y estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas y Biolog¨ªa en Stanford. Ya entonces frecuent¨® los c¨ªrculos pol¨ªticos dem¨®cratas. Tras licenciarse, obtuvo una beca para estudiar el prestigioso triple grado de Filosof¨ªa, Pol¨ªtica y Econom¨ªa en Oxford. A su regreso atendi¨® a la llamada de sus genes y se matricul¨® en la escuela de Medicina de Harvard, donde se licenci¨® a mediados de los noventa.
Tuvo tiempo para formar una ef¨ªmera banda de rock, con el evocador nombre de Miles de Gambas Empanadas (Thousands of Breaded Shrimp). Escrib¨ªa canciones para conquistar a su novia cuando ¨¦l estaba en Inglaterra. ¡°No funcion¨® muy bien¡±, reconoc¨ªa en una entrevista en la revista Boston en 2017. ¡°Bueno, ella se qued¨® conmigo, pero las canciones eran terribles¡±. Acabaron casados y ella, Kathleen Hobson, entonces estudiante de literatura y despu¨¦s editora y activista en asuntos de vivienda, fue una influencia decisiva en la cultura literaria de Gawande y en su faceta de escritor. Juntos han tenido tres hijos, uno de los cuales padece una enfermedad de coraz¨®n, una de esas dolencias preexistentes que, como record¨® Gawande a sus m¨¢s de 370.000 seguidores de Twitter, le impiden tener un seguro m¨¦dico en el sistema sanitario estadounidense.
Otra amistad de la ¨¦poca universitaria, el popular periodista y divulgador Malcolm Gladwell, fue quien le anim¨® a escribir ensayos, algo que hizo primero en Slate y, desde 1998, en The New Yorker. Gawande es autor de cuatro libros: Complicaciones, Mejor, El efecto check?list y Ser mortal. El tercero versa sobre la importancia de la planificaci¨®n y la organizaci¨®n en la medicina y en la vida, y se convirti¨® en libro de referencia para la reforma de sanidad, cuyas ideas fueron asumidas por la OMS, que nombr¨® al autor como uno de sus embajadores. Su ¨²ltimo libro, Ser mortal, publicado en 2014, es un aut¨¦ntico bestseller en el que aborda la relaci¨®n de los seres humanos con la muerte y el envejecimiento, a trav¨¦s de la experiencia de ver a su padre sucumbir al c¨¢ncer.
Se considera antes m¨¦dico que escritor, pero aspira a que su escritura pueda llegar a desvincularse de su curr¨ªculo. ¡°Me encanta el hecho de que Oliver Sacks no es el doctor Oliver Sacks, es solo Oliver Sacks¡±, dec¨ªa en una entrevista. ¡°Era primero y sobre todo un doctor, pero tuvo una influencia incre¨ªble en las ideas¡±.
Escribe sus libros en los huecos entre operaciones y lleva al extremo ese orden que defiende en El efecto checklist. Su agenda est¨¢ programada en intervalos de 10 minutos. Pero quienes han trabajado con ¨¦l aseguran que es mejor visionario y comunicador que gestor. Es la persona adecuada para dise?ar la estrategia y venderla, no para ponerla en pr¨¢ctica.
Ahora, cuando se dispone a ocupar un puesto en la vanguardia de la respuesta ante la devastadora crisis sanitaria, asegura que no ser¨¢ necesario un ¡°confinamiento a nivel nacional¡±, como el que el presidente Trump dec¨ªa durante la campa?a que quer¨ªa imponer Biden. Defiende, en cambio, medidas como el uso de mascarillas, la generalizaci¨®n de pruebas de diagn¨®stico y la restricci¨®n de los aforos, todo ello ¡°con un enfoque m¨¢s localizado, de un c¨®digo postal a otro¡±. Pero Gawande mira m¨¢s all¨¢ de esta crisis. ¡°Necesitamos construir una infraestructura moderna de sanidad p¨²blica que pueda sostener las pruebas de diagn¨®stico, los tratamientos y el abastecimiento no solo para esta pandemia, sino para la siguiente¡±, escrib¨ªa en aquel art¨ªculo de septiembre en The New Yorker. ¡°No se trata solo de contener esta amenaza. Se trata tambi¨¦n de un paso crucial hacia la resoluci¨®n de los fallos m¨¢s generales del sistema sanitario de este pa¨ªs¡±.
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