No son sutilezas de tiempos de paz

Isabel D¨ªaz Ayuso y Angela Merkel pertenecen, en teor¨ªa, a la misma corriente de pensamiento pol¨ªtico, representada en el Partido Popular Europeo, en el que est¨¢n integradas sus dos formaciones, el PP espa?ol y la CDU alemana. Sin embargo, cuando se escucha a ambas se comprende inmediatamente que Merkel no soportar¨ªa diez segundos de debate con D¨ªaz Ayuso sin quedarse pasmada y que la presidenta de la Comunidad de Madrid no puede mirar con mayor desprecio todo lo que representa Merkel. Quiz¨¢s porque D¨ªaz Ayuso no responde a ninguna l¨ªnea europea de pensamiento conservador, sino a una corriente...

Isabel D¨ªaz Ayuso y Angela Merkel pertenecen, en teor¨ªa, a la misma corriente de pensamiento pol¨ªtico, representada en el Partido Popular Europeo, en el que est¨¢n integradas sus dos formaciones, el PP espa?ol y la CDU alemana. Sin embargo, cuando se escucha a ambas se comprende inmediatamente que Merkel no soportar¨ªa diez segundos de debate con D¨ªaz Ayuso sin quedarse pasmada y que la presidenta de la Comunidad de Madrid no puede mirar con mayor desprecio todo lo que representa Merkel. Quiz¨¢s porque D¨ªaz Ayuso no responde a ninguna l¨ªnea europea de pensamiento conservador, sino a una corriente claramente nacional/populista de la que Merkel, que naci¨® y se crio en lo que fue Alemania del Este, ha demostrado, una y otra vez, que huye despavorida.

Lo m¨¢s molesto de D¨ªaz Ayuso (adem¨¢s de su ambig¨¹edad respecto al cada vez m¨¢s violento mensaje de Vox) es que con su estrategia electoral est¨¢ impidiendo que las elecciones del 4 de mayo sirvan para algo, por ejemplo para debatir qu¨¦ ha ocurrido en Madrid como consecuencia de la pandemia, de las ventajas e inconvenientes de la cogobernanza en tiempos de gran crisis sanitaria, de los riesgos que a¨²n siguen existiendo, de los aspectos que hay que intentar corregir y de los proyectos que se deber¨ªan poner en marcha aprovechando la existencia del fondo de recuperaci¨®n europea. De hecho, la mejor noticia de la semana para la Comunidad de Madrid (como para todas las otras) ha sido que el Tribunal Constitucional alem¨¢n no paralizar¨¢ la puesta en marcha de esos fondos de la Uni¨®n.

La pandemia est¨¢ dejando sobre la mesa asuntos de fondo muy serios, que, se discutan o no en la campa?a electoral madrile?a, los ignore o no la se?ora D¨ªaz Ayuso (porque le convenga o simplemente porque ni tan siquiera sabe que existen), van a formar parte de las vidas de los madrile?os (y de todos los espa?oles) durante largos a?os. El primero es hasta qu¨¦ punto hay temas en los que la devoluci¨®n de poder en los ¨¢mbitos auton¨®mico y local puede ser una ventaja o un inconveniente.

Es obvio que esa ¡°devoluci¨®n¡± parece una soluci¨®n sencilla al problema de la aproximaci¨®n de la toma de decisiones a los ciudadanos, incluso que tiene un indudable aroma democr¨¢tico. Sin embargo, la pandemia, y no solo sus efectos y necesidades desde el punto de vista sanitario, sino tambi¨¦n desde el punto de vista econ¨®mico, ha dejado planteadas serias dudas sobre la eficacia de ese funcionamiento disperso. La propia Angela Merkel, jefa de Gobierno de un pa¨ªs federal, ha hecho aprobar una ley, que ya ha superado el Bundestag (Congreso) y debe pasar a¨²n por el Bundesrat (Senado), para hacer depender del Gobierno central determinadas decisiones, convencida de que algunas medidas dif¨ªciles, que protegen al mismo tiempo a minor¨ªas vulnerables y a grandes masas de poblaci¨®n, solo pueden ser tomadas por el Gobierno y el Parlamento nacional. Las autoridades m¨¢s locales se sienten demasiado confortables con escenarios que tienen r¨¢pido r¨¦dito electoral, opina.

Ese es un tema importante: el papel de los Parlamentos nacionales cuando se trata de suspender derechos constitucionales. La democracia no implica, como piensan algunos, ¡°sutilezas para tiempos de paz¡±, sino un elemento indispensable de la organizaci¨®n social en tiempos de guerra, de crisis o de pandemia. Cierto que en determinadas circunstancias es necesario recurrir a poderes de emergencia, pero lo importante es que quede perfectamente claro en el Parlamento cu¨¢nto tiempo est¨¢n en vigor y cu¨¢ndo y c¨®mo se recupera totalmente el estatus anterior. Cuando Isabel D¨ªaz Ayuso habla de ¡°libertad¡± en su programa electoral no se est¨¢ refiriendo en absoluto a este asunto primordial. De hecho, el proyecto de ley de epidemias que el PP ha enviado al Congreso de los Diputados, y del que tanto habla el l¨ªder de su partido, Pablo Casado, tiene un agujero formidable en ese aspecto. Para Casado y Ayuso son las comunidades las que deben aprobar las restricciones de derechos ciudadanos y acudir a los jueces en caso de duda, lo que dejar¨ªa al Parlamento nacional en una posici¨®n claramente marginal. Quiz¨¢s Casado deba hablar con los asesores de Merkel. D¨ªaz Ayuso seguramente no tiene el menor inter¨¦s.