No hi ha Govern, ni Parlament, ni programa

Lo ¨²nico importante de los comicios del pasado 14 de febrero era saber qu¨¦ mayor¨ªa iba a gobernar la Generalitat de Catalu?a y en torno a qu¨¦ programa. Han pasado casi 50 d¨ªas y la candidatura a la presidencia de la Generalitat de Pere Aragon¨¨s, de ERC, ha sido rechazada en dos ocasiones por su socio preferente, los neoconvergentes de Puigdemont, JxC. No hay Govern, no hay programa, no funciona la actividad legislativa del Parlament, y los dos partidos independentistas pretenden seguir ¡°negociando¡± otros dos meses, antes de que suene la campana que obliga a convocar nuevas elecciones, el 26 de mayo.

Dolors Sabater, una activista ¨¢crata en la CUP

A todo esto, en Catalu?a se han registrado hasta el momento cerca de 22.000 muertos por covid-19, hay m¨¢s de 400 enfermos ingresados en UCI de la comunidad y los contagios siguen a ritmo de casi 1.900 nuevos al d¨ªa. Pero no hay ning¨²n programa pol¨ªtico o econ¨®mico en marcha, entre otras cosas, y aunque de eso no se hable casi, porque el programa de ERC (pactado con la CUP) es claramente rechazado por los neoconvergentes. Para los herederos de Pujol ¡ªen el fondo, un banquero muy poco escrupuloso¡ª, es absurda la idea de que la Generalitat no pueda hacer negocios con ninguna empresa del Ibex 35.

El desencuentro entre ERC y JxC gira en torno a algo asombroso. Carles Puigdemont quiere, primera condici¨®n, someter las instituciones democr¨¢ticas catalanas (Generalitat, con su president a la cabeza, y Parlament) a un ente privado que se llama Consell per la Rep¨²blica, creado seg¨²n el derecho belga, radicado fuera de Catalu?a y que, por supuesto, preside ¨¦l mismo. Y segunda, controlar el grupo de ERC en el Congreso de los Diputados, de manera que cualquier negociaci¨®n con el Gobierno que preside Pedro S¨¢nchez pase por su propia inspecci¨®n. Una propuesta extra?a dado que ERC tiene 13 diputados y grupo propio y JxC cuenta con 8 y est¨¢ integrado en un grupo que se denomina Plural (con otras seis siglas).

La ¨²nica conclusi¨®n que se pudo extraer del resultado de las elecciones del pasado 14 de febrero fue que los tres grupos que m¨¢s se identifican con la voluntad de alcanzar la independencia pod¨ªan reunir 74 de los 135 esca?os del Parlament y que aun as¨ª ser¨ªa posible formar dos mayor¨ªas diferentes: la integrada por esas tres fuerzas independentistas mencionadas (ERC, JxC y CUP) o la formada por los socialistas catalanes (que quedaron primeros en voto), ERC y los Comunes, con un n¨²mero id¨¦ntico de parlamentarios. Es decir, se pod¨ªan extraer las conclusiones que se quisiera sobre los posibles modelos de gobierno en la Generalitat. Lo que no se pod¨ªa era extraerlas sobre la evoluci¨®n de la fractura pol¨ªtica y social en Catalu?a, porque la enorme abstenci¨®n que se registr¨® en esta convocatoria no permit¨ªa un ¨²nico an¨¢lisis.

Es evidente que la pandemia y el cansancio fueron un factor decisivo, pero la p¨¦rdida de voto fue tan formidable en todos los grupos, salvo los socialistas, que ganaron un poco, y en menor medida la CUP, que perdi¨® muy poco apoyo, que no basta con esa ¨²nica explicaci¨®n. En el caso de Ciudadanos, era imposible atribuir un descalabro semejante a algo que no fuera una decepci¨®n pol¨ªtica abrumadora.

Pero tambi¨¦n era dif¨ªcil atribuir a la pandemia la evoluci¨®n del voto de los dos grandes exponentes de la propuesta independentista. Junts per Catalunya pas¨® de 948.233 a 566.002 votos, es decir, 382.231 papeletas menos. La misma suerte, m¨¢s o menos, corri¨® ERC, que pas¨® de 935.861 a 603.607 votos. Dif¨ªcil que Oriol Junqueras y Carles Puigdemont puedan proclamar que las pasadas elecciones les confirmaron como portavoces de la mayor¨ªa de los catalanes. Es cierto que la legitimidad para formar Gobierno la da exclusivamente la mayor¨ªa parlamentaria que se logre reunir, pero para hablar en nombre de toda una sociedad se necesita algo m¨¢s que los 1,1 millones de votos que alcanzaron en febrero sobre un censo total de 5,3 millones de electores. Esa cifra (1,1) es la que obtuvo por s¨ª solo Ciudadanos en 2017.