Lo que importa es la no reincidencia
El Partido Popular corre el riesgo de cerrarse todas las v¨ªas de di¨¢logo en Catalu?a a cambio de acorralar al Gobierno
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo hizo p¨²blico esta semana su obligado informe sobre las solicitudes de indulto relativas a las nueve personas que fueron condenadas por delito de sedici¨®n y a las tres que lo fueron por desobediencia en relaci¨®n con el llamado proc¨¦s y la declaraci¨®n unilateral de independencia que se produjo en Catalu?a en octubre de 2017. En todos los casos, el TS estima que no se cumplen las condiciones que fija la ley para la medida de gracia, incluso parcial. El informe del Supremo no es vinculante, as¨ª que la decisi¨®n final queda en manos del Gobierno. Lo que importa ahora es que esa decisi¨®n est¨¦ razonablemente basada en la convicci¨®n de que los indultados no volver¨¢n a cometer el mismo delito.
Los indultos no revocan sentencias, los delitos cometidos siguen existiendo, y lo que se modera, alegando diversas razones, entre ellas la utilidad p¨²blica, es la pena correspondiente. Y es prerrogativa del Ejecutivo apreciar en qu¨¦ consiste esa conveniencia p¨²blica. Es cierto que en este caso el Supremo no ha apreciado el menor indicio de arrepentimiento por parte de los implicados, pero, sin entrar en cuestiones jur¨ªdicas, desde un punto de vista pol¨ªtico lo que importa no es tanto el arrepentimiento, sino la seguridad de que no habr¨¢ reincidencia. Y reincidir no tiene nada que ver con manifestarse una y otra vez a favor de la independencia, lo que es un derecho, sino con decisiones antidemocr¨¢ticas unilaterales. Es esa convicci¨®n (es decir, la seguridad de que existe el compromiso de renunciar plenamente a la v¨ªa unilateral) lo que justificar¨ªa la aplicaci¨®n de los indultos. Sin esa convicci¨®n, sin estar seguro de que no va a tropezar en alg¨²n tiempo con el mismo escenario y con los mismos protagonistas, no parece concebible que ning¨²n Gobierno del mundo se pueda arriesgar a indultar a ning¨²n reo.
No tendr¨ªa sentido que el Gobierno aplicara las medidas de gracia, que necesariamente ser¨ªan parciales, como pago de un apoyo parlamentario, tal y como reprocha parte de la oposici¨®n al presidente Pedro S¨¢nchez, porque el riesgo, suyo y de su partido, ser¨ªa demasiado formidable como para ignorarlo. Por el contrario, el sistema democr¨¢tico se fortalecer¨ªa si los indultos respondieran a ese marco de compromiso por una parte importante de los independentistas. La utilidad p¨²blica ser¨ªa entonces evidente porque ayudar¨ªa a pacificar la situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a y, consecuentemente, tambi¨¦n en el resto de Espa?a. Los resultados de las ¨²ltimas elecciones catalanas, en las que los independentistas lograron mayor¨ªa parlamentaria pero perdieron m¨¢s de 700.000 votos, que no se justifican solo por la pandemia, ayudan a pensar que los indultos ahondar¨ªan en la desinflamaci¨®n sectaria.
Importar¨ªa mucho que la derecha espa?ola ayudara a establecer ese marco de di¨¢logo porque, en caso contrario, se est¨¢ situando a s¨ª misma en una posici¨®n imposible para el momento, en el futuro, en que sea llamada a gobernar. El PP corre el riesgo de cerrarse todas las v¨ªas de di¨¢logo en Catalu?a a cambio de acorralar ahora mismo al actual Gobierno. En pol¨ªtica, ese tipo de c¨¢lculo suele ser perdedor porque abocar¨ªa al PP a incluir una ¨²nica e inquietante salida en su futuro programa electoral: aplicaci¨®n continuada del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. Una propuesta que deber¨ªa aterrar no solo a quienes la sufrieran, sino a todos quienes siguen confiando en el sistema auton¨®mico establecido en la Constituci¨®n de 1978. La divisi¨®n en dos bloques pol¨ªticos con enfoques radicalmente opuestos en cuanto a la organizaci¨®n del Estado es una perspectiva descorazonadora para este pa¨ªs en su conjunto, porque es imposible creer que la tensi¨®n entre territorios vaya a desaparecer en un futuro pr¨®ximo.
La decisi¨®n de Pablo Casado de negar cualquier aproximaci¨®n con el Gobierno en temas de Estado es cada d¨ªa m¨¢s evidente y a veces lleva al dirigente popular a situaciones imposibles. Por ejemplo, esgrimir los eventuales indultos como argumento para seguir bloqueando la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial. ?No hab¨ªa explicado antes que esa renovaci¨®n era imposible mientras Podemos fuera parte de la coalici¨®n gubernamental? ?No asegur¨® en otro momento que lo bloquear¨ªa mientras estuviera en la terna determinado juez que le irrita? ?Casado amenaza con una medida anticonstitucional (bloquear los ¨®rganos de gobierno de instituciones del Estado) para impedir indultos que le parecen inconstitucionales?
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