Franco Berardi: ¡°El de hoy es un fascismo de la impotencia. El del siglo pasado era el de la potencia masculina, juvenil¡±
El fil¨®sofo y activista italiano cree que las pantallas nos est¨¢n apartando del mundo y tambi¨¦n que este se est¨¢ acabando. Defiende otro tipo de comunismo
O comunismo o extinci¨®n. As¨ª de contundente se muestra el fil¨®sofo, activista y escritor Franco ¡®Bifo¡¯ Berardi (Bolonia, 1949) en La segunda venida (Caja Negra), el peque?o ensayo en el que se mide, nada menos, que con la idea del Apocalipsis. El fundador de la hist¨®rica y revulsiva Radio Alice, la primera radio al margen del sistema en Italia y tambi¨¦n de la primera televisi¨®n comunitaria italiana, hoy profesor de Historia Social de los Medios de Comunicaci¨®n en la Academia de Bellas A...
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O comunismo o extinci¨®n. As¨ª de contundente se muestra el fil¨®sofo, activista y escritor Franco ¡®Bifo¡¯ Berardi (Bolonia, 1949) en La segunda venida (Caja Negra), el peque?o ensayo en el que se mide, nada menos, que con la idea del Apocalipsis. El fundador de la hist¨®rica y revulsiva Radio Alice, la primera radio al margen del sistema en Italia y tambi¨¦n de la primera televisi¨®n comunitaria italiana, hoy profesor de Historia Social de los Medios de Comunicaci¨®n en la Academia de Bellas Artes de Brera (Mil¨¢n), opina que la pantalla nos est¨¢ apartando del mundo. Tambi¨¦n cree que el mundo se est¨¢ acabando porque ¡°no fuimos capaces de consolidar el socialismo que naci¨® en los a?os sesenta de la lucha obrera y del feminismo, y la barbarie domina hoy en todas partes¡±. Y es una barbarie que est¨¢ acabando con el planeta. Dispara, Berardi, desde su humilde atalaya contra la ca¨®tica realidad en la que el fascismo ¡°ha renacido¡±, con, dice, ¡°desesperada esperanza¡±, porque todo est¨¢ perdido, pero a la vez, podr¨ªa no estarlo. Responde desde una terraza en Barcelona.
PREGUNTA. ?A qu¨¦ se refiere con lo de que todo est¨¢ perdido pero podr¨ªa no estarlo?
RESPUESTA. Digamos que, como Nietzsche, tengo dos cerebros. De alguna forma, mi pensamiento sobre el futuro es bipolar. De un lado, me doy cuenta del hecho de que los datos demogr¨¢ficos, ambientales, sanitarios, geopol¨ªticos y econ¨®micos apuntan a una r¨¢pida extinci¨®n de la civilizaci¨®n humana. No de la especie, sino de la civilizaci¨®n tal y como la hemos conocido. Se desmorona la comunidad internacional, se desmorona todo. Pero del otro, me digo que lo que est¨¢ pasando en Chile es important¨ªsimo. Que hay una nov¨ªsima generaci¨®n, la que representa la alcaldesa de Santiago, Irac¨ª Hassler, que habla de un comunismo que nada tiene que ver con el del siglo XX. Es algo que surge de gente cultivada gracias a la potencia de la tecnolog¨ªa del conocimiento. Estamos en un cruce de caminos, en una bifurcaci¨®n.
P. Sit¨²a el auge del fascismo en el lado que aboca a la extinci¨®n, evidentemente.
R. Por supuesto. Aunque no es exactamente fascismo. El de hoy es un fascismo de la impotencia. De la ignorancia, del sufrimiento. En el siglo pasado, el fascismo era un fascismo de la potencia masculina, juvenil. Hoy lo es de la impotencia senil, de una humanidad blanca senil.
P. As¨ª que estamos ante dos posibles futuros, e inmersos, como indica, en una guerra civil global desde la ca¨ªda de las Torres Gemelas.
R. La guerra civil siempre la entendimos como una guerra entre la izquierda y la derecha. Pero eso de la izquierda y la derecha ya no existe. La de hoy es la guerra civil de las identidades, y las identidades son much¨ªsimas y ca¨®ticas, y no precisamente definidas. Es la guerra identitaria lo que hace hoy ingobernable el mundo. Y vuelvo a Chile, pero tambi¨¦n a Joe Biden cuando pienso en una alternativa a eso. Aunque me digo, no s¨¦ por qu¨¦, que Biden es hoy menos poderoso que la alcaldesa de Chile.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. La figura de Biden me interesa. Ha cambiado su manera de hablar pol¨ªticamente. Hoy es un hombre de izquierdas y act¨²a como tal. Me digo que siendo el hombre m¨¢s poderoso del mundo tal vez pueda acabar con el racismo en la polic¨ªa y hacer que crezca la oposici¨®n a las armas. Pero luego me digo que Biden hoy no es nada poderoso. Quiere hacerle pagar impuestos a Google, y yo me digo, ?est¨¢ Google en Estados Unidos o est¨¢ Estados Unidos en Google hoy? ?Qui¨¦n decide en ¨²ltima instancia, el poder pol¨ªtico de Biden o el tipo que puede apagar la comunicaci¨®n global?
P. ?Es el pol¨ªtico hoy, entonces, un actor pasivo?
R. No lo es el pol¨ªtico sino la pol¨ªtica. La pol¨ªtica hoy no tiene nada que decir. En un sentido te¨®rico, la pol¨ªtica es la capacidad de decidir y actuar de manera m¨¢s o menos eficaz en relaci¨®n con un determinado lugar, o espacio. Si la pol¨ªtica no puede decidir porque todo ocurre tan deprisa que ni siquiera puede pensar, y no puede actuar eficazmente porque la realidad es demasiado compleja y los automatismos financieros son m¨¢s fuertes que ella, entonces est¨¢ muerta. No sirve para nada. Por eso en su lugar hay hoy violencia o corrupci¨®n, cosas que no tienen nada que ver con lo que ha sido la pol¨ªtica.
P. Y, sin embargo, cree que hay esperanza.
R. La hay, porque estamos en mitad de una mutaci¨®n de la dimensi¨®n colectiva. Estamos pasando del dominio de la voluntad al dominio de la sensibilidad, entendida esta como la capacidad de sintonizarse, de detectar de qu¨¦ manera podremos sobrevivir. Ah¨ª es cuando digo que quiz¨¢ Hassler tenga hoy m¨¢s poder que Biden porque lo que est¨¢ ocurriendo tiene mucho m¨¢s que ver con la adaptaci¨®n evolutiva que con la imposici¨®n autoritaria.
P. Es decir, ?con la nueva pol¨ªtica m¨¢s que con la vieja?
R. No s¨¦ si lo llamar¨ªa pol¨ªtica. Me gusta definir la pol¨ªtica moderna con aquella frase de Maquiavelo que dice que la pol¨ªtica es un pr¨ªncipe sometiendo a la fortuna, reduciendo la complejidad imprevisible de la realidad a una voluntad unitaria. Ha funcionado durante cinco siglos en los que la potencia masculina ha sometido a la fortuna. Al final, la cat¨¢strofe es evidente. La destrucci¨®n del planeta es la principal consecuencia. Para salir de eso necesitamos sumirnos en un caos que vaya permeando de manera que haya una progresiva sensibilizaci¨®n a las nuevas formas, que pasan por establecer otra relaci¨®n con el consumo, el placer, y el tiempo. Lo esencial.
P. ?Cree que la pandemia ha ayudado en ese sentido?
R. Al principio pens¨¦ que la pandemia pod¨ªa producir una ruptura profunda en el ciclo econ¨®mico y ps¨ªquico del consumismo, y en cierta medida, as¨ª ha sido. Pero ha tra¨ªdo algo m¨¢s. Debemos prepararnos para una crisis depresiva a largo plazo.
P. ?Y c¨®mo encaja esa depresi¨®n en la idea del aut¨®mata del que habla en su libro? ?No llega en un momento en el que la cantidad de est¨ªmulos es tal que puede llegar a impedir que sea consciente de esa depresi¨®n?
R. La intensificaci¨®n de los est¨ªmulos hace imposible decodificar emocional y racionalmente el mundo hoy. Vivimos en el caos. ?Y qu¨¦ hacemos para sobrellevarlo? Creamos automatismos. El automatismo propone una soluci¨®n v¨¢lida ante una situaci¨®n demasiado compleja. Lo complicado es que el automatismo aumenta la condici¨®n de sufrimiento ps¨ªquico, porque en tanto aut¨®matas nos sentimos atrapados. Y eso hace que aumente el caos. Es un pez que se muerde la cola. Ante mayor caos, m¨¢s automatismos. Pensemos en el big data. Es un intento de fijar automatismos que hagan posible la vida cotidiana. Al mismo tiempo, la raz¨®n y la voluntad enloquecen. Aparecen las fake news. Pero las fake news no son nuevas. Existen desde Ner¨®n. Solo que venimos de un tiempo, el de la modernidad, en el que pudo distinguirse lo relevante de lo que no lo era. Hoy hablamos de todo, pero todo es demasiado.
P. ?Considera de veras que el comunismo es la ¨²nica salida?
R. El comunismo del que hablo tampoco es exactamente comunismo. Me sorprende que Hassler utilice la misma palabra porque no est¨¢ hablando de nacionalizar la industria metal¨²rgica ni de colectivizar el campo. Est¨¢ hablando de la ¨²nica manera de salvar a la humanidad de la cat¨¢strofe ecol¨®gica. Est¨¢ hablando de frugalidad. No habla de pobreza, ni de reducci¨®n de nuestra vida, sino de atender a lo esencial. Lo verdaderamente ¨²til. La pandemia, insisto, ha marcado una ruptura profunda en ese sentido. Ha sido inevitable darse cuenta de que el dinero vale cada vez menos.
P. ?A qu¨¦ se refiere exactamente?
R. A que no espero nada de la gran intervenci¨®n financiera de Biden o de la Uni¨®n Europea. ?Por qu¨¦? Porque cuando te est¨¢s muriendo, el dinero no sirve de nada, cuando no hay vacuna, el dinero no sirve de nada, y cuando est¨¢s triste, tampoco. A la depresi¨®n que vamos a sufrir como sociedad solo podemos hacerle frente con una pol¨ªtica de lo ¨²til. ?Qu¨¦ es lo verdaderamente ¨²til? Hay que redescubrir de qu¨¦ forma el haber empobrece el ser. La potencia del conocimiento ha creado hoy las condiciones para una igualdad de lo ¨²til que solo puede resultar esperanzadora. Y pese a todo, el fascismo avanza. En esa bifurcaci¨®n nos encontramos.
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