C¨®mo repartir la recuperaci¨®n
Tras estos 15 meses dram¨¢ticos se impone un balance de los beneficiarios y de las v¨ªctimas
La recuperaci¨®n econ¨®mica se asienta a velocidad de crucero, al menos en el mundo desarrollado, siguiendo la estela de las dos grandes econom¨ªas del mundo, EE?UU y China. En esta tendencia est¨¢ incluido nuestro pa¨ªs. Una de las representantes empresariales m¨¢s significativas del mismo, Ana Bot¨ªn, augur¨® hace unos d¨ªas que ¡°Espa?a se va a salir del mapa¡± (del crecimiento) y todos los organismos que miden la evoluci¨®n de la econom¨ªa, p¨²bli...
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La recuperaci¨®n econ¨®mica se asienta a velocidad de crucero, al menos en el mundo desarrollado, siguiendo la estela de las dos grandes econom¨ªas del mundo, EE?UU y China. En esta tendencia est¨¢ incluido nuestro pa¨ªs. Una de las representantes empresariales m¨¢s significativas del mismo, Ana Bot¨ªn, augur¨® hace unos d¨ªas que ¡°Espa?a se va a salir del mapa¡± (del crecimiento) y todos los organismos que miden la evoluci¨®n de la econom¨ªa, p¨²blicos y privados, acent¨²an al alza sus previsiones. Llega el momento de analizar c¨®mo se va a repartir ese crecimiento y, en general, la recuperaci¨®n. No sea que ocurra como en la Gran Recesi¨®n de 2008, de la que sali¨® una sociedad m¨¢s pobre, m¨¢s desigual, m¨¢s precaria, menos protegida socialmente, m¨¢s desconfiada y menos dem¨®crata. El economista americano Mark Blyth defini¨® aquellos a?os como ¡°la mayor operaci¨®n de enga?o con se?uelo de la historia moderna¡±, con una gigantesca redistribuci¨®n a la inversa. ?Suceder¨¢ ahora algo parecido?
Hay elementos que inducen a pensar que no ser¨¢ id¨¦ntico: no se est¨¢ aplicando aquella suicida ¡°austeridad expansiva¡± (el austericidio para los pa¨ªses del sur de Europa), sino pol¨ªticas monetarias y presupuestarias expansivas (de las cuales los EE?UU de Biden son el ejemplo m¨¢s avanzado) y, en muchos casos, escudos sociales m¨¢s o menos perfeccionados con el fin de evitar que quede desprotegido un sector importante de ciudadanos y hogares. J¨®venes, mujeres y trabajadores no cualificados son, como anta?o, las principales v¨ªctimas de estos ¨²ltimos 15 meses dram¨¢ticos de nuestras vidas, causados por lo que los economistas denominan ¡°un shock externo¡± (la pandemia asesina).
Algunos l¨ªderes y cient¨ªficos sociales est¨¢n llamando la atenci¨®n para que no se desaprovechen estas condiciones expansivas (a las que en el caso de Europa hay que a?adir las ayudas y cr¨¦ditos que llegar¨¢n de Bruselas). En un acto de homenaje a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Felipe Gonz¨¢lez llam¨® a extrapolar la reactivaci¨®n de la econom¨ªa a las pr¨®ximas generaciones porque, si no es as¨ª, millones de j¨®venes se perder¨¢n: ¡°Si nos equivocamos, perderemos generaciones enteras¡±.
De la Gran Recesi¨®n se sali¨® con incrementos extraordinarios de desigualdad econ¨®mica. Se entr¨® en el Gran Confinamiento con ese brutal desequilibrio, que cada vez cuenta m¨¢s para la eficacia de la econom¨ªa. Seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, en este periodo m¨¢s de 100 millones de personas se han incorporado al ej¨¦rcito de pobres que viven con menos de 3,20 d¨®lares al d¨ªa, lo que ha hecho perder al menos un lustro en la lucha contra esta lacra. Y las conclusiones del tradicional estudio Global Wealth Report de Credit Suisse, recientemente hecho p¨²blico, son igualmente impactantes: en la parte alta de la sociedad, el n¨²mero de ultrarricos (que cuentan con una riqueza superior a los 100 millones de d¨®lares) se expandi¨® durante el a?o del confinamiento un 24%: 40.000 ciudadanos entraron a formar parte de esa ¨¦lite. En la parte baja, la mitad de los adultos en el mundo tan solo disponen de una riqueza inferior a los 10.000 d¨®lares, y el 89% de los que poseen una cantidad superior tienen como mucho 100.000 d¨®lares para recurrir a ellos en caso de necesidad. Por ¨²ltimo, se estima que el 3% de la poblaci¨®n espa?ola es millonaria, un porcentaje similar al de Italia.
Todos los indicadores auguran ahora ¡ªpendientes de las inc¨®gnitas en la evoluci¨®n de la covid¡ª que la recuperaci¨®n econ¨®mica est¨¢ siendo intensa y que, conforme se regresa a la situaci¨®n anterior y al fin de las restricciones, va acompa?ada de una recuperaci¨®n de la confianza en forma de consumo, lo que conduce a un crecimiento superior al pronosticado apenas hace unas semanas. Pero a¨²n no se dispone de datos actualizados sobre la distribuci¨®n de la renta y de la riqueza y su coexistencia con la propia reactivaci¨®n. Tampoco se conoce si en el momento en que se eliminen los est¨ªmulos monetarios y presupuestarios se volver¨¢ a la mediocre realidad del ¡°estancamiento secular¡± o se entrar¨¢ en una etapa diferente en la que se incorpore lo que se ha aprendido.
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