A los 50 a?os de ¡®Las venas abiertas¡­¡¯

El problema presente en Am¨¦rica Latina (AL) tiene dos caras: por un lado, la desigualdad socioecon¨®mica; por el otro, la incidencia de lo que con frecuencia se ha llamado neopopulismo, una expresi¨®n actual del caudillismo populista de otros tiempos. Sabemos bien que la desigualdad en AL es, en t¨¦rminos comparados, muy profunda, y tambi¨¦n que existen variaciones muy fuertes entre los pa¨ªses que la componen. No sabemos, sin embargo, qu¨¦ relaci¨®n existe entre el desarrollo econ¨®mico y la igualdad. Ni tampoco qu¨¦ conexi¨®n se produce entre ambos, por un lado, y el llamado neopopulismo, por otro.

Estas reflexiones proceden del ¨²ltimo libro del soci¨®logo espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall (La democracia y la izquierda; Galaxia Gutenberg) y se pueden leer al tiempo que se suceden acontecimientos, algunos ins¨®litos, en los pa¨ªses de la regi¨®n que apuntalan estas ideas. Por ejemplo, las recientes elecciones peruanas pueden dar el poder al representante de un partido marxista leninista, que llegar¨ªa al Gobierno a trav¨¦s de los votos. Ser¨ªa una de las primeras veces (?la primera vez, tal vez?) que ello ocurre, lo que obligar¨ªa a removerse en la tumba, sepultado por el peso de sus obras completas, al propio Lenin y tambi¨¦n a los revisionistas como Bernstein, el renegado Kautsky y otros. En Per¨² se han confrontado hasta el ¨²ltimo minuto dos modelos de populismo, uno de derechas (Keiko Fujimori), apoyada por el todopoderoso establishment del pa¨ªs (empresarios, intelectuales, medios de comunicaci¨®n, etc¨¦tera), y otro ¡°conservador de izquierdas¡± (Pedro Castillo), comunista pero al tiempo contrario al aborto, al matrimonio gay, etc¨¦tera. Vargas Llosa, que ha sido el espig¨®n m¨¢s relevante de Fujimori en la campa?a electoral (cosas veredes), escribi¨®: ¡°No vamos a elegir unas personas, vamos a optar por un sistema¡±.

The Wall Street Journal, la biblia medi¨¢tica del capitalismo m¨¢s ortodoxo, ha escrito que AL se est¨¢ rebelando contra el libre mercado y mira al marxismo tras la crisis de la covid. Y puso numerosos ejemplos: AMLO en M¨¦xico, Chile (donde va a reescribir la Constituci¨®n del pa¨ªs un grupo muy sesgado a la izquierda y donde el Partido Comunista ha adquirido una hegemon¨ªa que no tuvo ni siquiera con Salvador Allende), la Argentina kirchnerista y antiliberal, la posibilidad veros¨ªmil de un Brasil con Lula de nuevo al frente, etc¨¦tera. No es tan neta esa reflexi¨®n: los principios neoliberales del Consenso de Washington no han muerto con su creador, John Williamson, y la alternativa ideol¨®gica izquierda-derecha es mucho menos clara que las diferentes pol¨ªticas antisistema y populistas. En la actualidad no hay en la regi¨®n un giro hacia la izquierda tan claro como el de la primera d¨¦cada del presente siglo.

Se cumple este a?o el 50? aniversario del libro que cambi¨® para siempre el relato de la zona: Las venas abiertas de Am¨¦rica Latina, del inolvidable uruguayo Eduardo Galeano, el texto de referencia de la izquierda latinoamericana en el sentido m¨¢s amplio, mil veces reeditado desde 1971 (editorial Siglo XXI). Tiene sentido releerlo, y comparar sus previsiones con la realidad. La regi¨®n, atravesada de punta a punta por el coronavirus (Per¨² es el pa¨ªs del mundo con m¨¢s fallecidos per capita por la pandemia), conserva 187 millones de habitantes en situaci¨®n de pobreza y 70 millones en pobreza extrema (datos de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe) de una poblaci¨®n global de 654 millones de personas.

Los libros de Galeano y de Maravall no tienen mucho que ver entre s¨ª. Tal vez coinciden, con tantos a?os de distancia, en la realidad de unos Estados an¨¦micos en la regi¨®n que no han podido realizar adecuadamente las funciones que les correspond¨ªan para reducir las desigualdades exponenciales que, en muchos casos, llegan desde la colonizaci¨®n. Las venas abiertas¡­ es la descripci¨®n del constante saqueo de los recursos naturales de la zona por parte de los diferentes imperios que por all¨ª pasaron. Si viviese Galeano, no tendr¨ªa m¨¢s remedio que a?adir un ep¨ªlogo con el papel de Rusia y China en la regi¨®n.

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