Yuri Felshtinsky, historiador. ¡°Putin quiere que Bielorrusia sea su lanzadera en un eventual ataque nuclear¡±
El investigador ruso afincado en EE UU, colaborador durante a?os de Alexander Litvinenko, el ex agente ruso envenenado con polonio en un hotel de Londres, publica un libro sobre Ucrania y las ambiciones de Putin
Yuri Felshtinsky (Mosc¨², 1956), historiador ruso radicado en EE UU desde 1978, es un experto en el servicio secreto ruso. En 2002, junto a Alexander Litvinenko, public¨® Rusia dinamitada: Tramas secretas y terrorismo de Estado en la Federaci¨®n Rusa (en espa?ol lo edit¨® Alba en 2007). El libro desvelaba la supuesta implicaci¨®n de los servicios secretos del pa¨ªs en las explosiones en edificios de viviendas en 1999 de las que oficialmente se acus¨® a terroristas chechenos y que, seg¨²n los autores, realmente buscaban aupar a Putin, ya presidente, pero falto de apoyos. Cuatro a?os despu¨¦s, Litvinenko fue envenenado en Londres. Felshtinsky sostiene que cuando Rusia invadi¨® Crimea en 2014, muchos pensaron que era el fin de las ambiciones geopol¨ªticas de Putin. Pero fue, dice, el comienzo de un ambicioso programa para corregir los ¡ªa su juicio¡ª errores que llevaron al colapso de la URSS. Ucrania: la primera batalla de la Tercera Guerra Mundial (Deusto), escrito con el historiador Michael Stanchev, recoge las claves del conflicto. Esta entrevista se realiz¨® a primeros de agosto en Nueva York, y ha sido actualizada esta semana por correo electr¨®nico. Es amable, incluso risue?o, y concienzudo con los datos.
PREGUNTA.?Muchos rusos est¨¢n intentando abandonar el pa¨ªs tras el reciente anuncio de reclutamiento de Putin. ?Es la se?al definitiva de la decadencia de Rusia?
RESPUESTA.?Putin, mediante la movilizaci¨®n forzada, est¨¢ intentando llevar a su ¡°nueva Uni¨®n Sovi¨¦tica¡± a la Tercera Guerra Mundial. Los rusos m¨¢s ricos dejaron el pa¨ªs hace tiempo. Los m¨¢s listos se sumaron en febrero. Ahora le ha llegado el turno a los m¨¢s r¨¢pidos, pues las fronteras est¨¢n siendo cerradas en este mismo instante.
P.??Ha alcanzado la guerra un punto de inflexi¨®n a favor de Ucrania?
R.?Ucrania nunca perder¨¢ esta guerra. El problema es que tampoco puede ganarla porque sufre importantes limitaciones impuestas por sus aliados en Occidente: no pueden usar armamento occidental contra suelo ruso o bielorruso. Nadie puede ganar una guerra en esas condiciones. Esperemos que con el tiempo, y cuanto antes suceda mejor, la OTAN permita que Ucrania use sus armas de la forma en que lo considere necesario.
P.??Es posible una rendici¨®n de Rusia?
R.?Rusia nunca aceptar¨¢ que est¨¢ perdiendo la guerra contra un ¡°peque?o Estado de Europa del Este¡±, Ucrania, al que Rusia ni siquiera reconoce como Estado soberano. Si el conflicto derivara en una guerra entre Rusia y la OTAN, entonces Rusia se ver¨¢ obligada a usar armas nucleares para defenderse. Pero no disparar¨¢n armas nucleares desde su territorio porque esto provocar¨ªa represalias de la OTAN.
P.??Cu¨¢n real es el riesgo nuclear?
R.?Bielorrusia entreg¨® a Mosc¨² todo su arsenal nuclear [en 1990, por el Tratado de Budapest, igual que Ucrania]. Si Putin a¨²n respeta la independencia territorial de Bielorrusia ¡ªpodr¨ªa haberla invadido, como Crimea¡ª es porque quiere convertir ese pa¨ªs en lanzadera de un eventual ataque nuclear. Las represalias de Occidente se dirigir¨ªan a Bielorrusia, no a Rusia. Si Putin mueve armamento nuclear a Bielorrusia, ver¨ªamos ataques contra Ucrania, Polonia y Lituania.
P.?Parece que est¨¢ logrando lo contrario de lo que pretend¨ªa¡
R.?La OTAN acaba de aumentar los efectivos de la fuerza de reacci¨®n r¨¢pida de 40.000 a 300.000. Finlandia y Suecia [pr¨¢cticamente] se han incorporado a la OTAN. Todo el mundo est¨¢ reforzando su capacidad militar. Alemania, Polonia, que va a tener el Ej¨¦rcito m¨¢s grande dentro de la Uni¨®n Europea¡ Lo que vemos es una preparaci¨®n abierta de la UE a una confrontaci¨®n directa con Rusia.
P.??Cu¨¢l era el verdadero plan de Putin?
R.?Su intenci¨®n era, tras tomar r¨¢pidamente Ucrania y con Bielorrusia bajo su control, incorporar a los 150.000 o 200.000 militares de esos pa¨ªses a su Ej¨¦rcito y avanzar hacia los Estados b¨¢lticos. La OTAN nunca se plante¨® una guerra convencional y no tiene las tropas necesarias para enfrentar a ese hipot¨¦tico Ej¨¦rcito ruso ampliado, as¨ª que Putin cre¨ªa tener el campo libre. No es una guerra por Ucrania. Es algo mayor, nada ha cambiado en los planes de Putin.
P.??Es una opci¨®n derribarlo?
R.?Si Putin fuera un dictador t¨ªpico, como Hitler, Stalin o Franco, entonces dir¨ªamos, derrib¨¦moslo como sea y la situaci¨®n cambiar¨¢. No es el caso. En la Federaci¨®n Rusa, el aparato de seguridad es el que controla el Estado. Y tambi¨¦n controla el Ej¨¦rcito.
P.?Muchos dicen que los rusos prefieren un l¨ªder fuerte. ?Est¨¢ de acuerdo?
R.?De todos los pa¨ªses civilizados, Rusia es el ¨²nico donde los intereses del Estado se consideran m¨¢s importantes que los de un individuo. Hay varias claves para entender las diferencias con Occidente. Una es el inter¨¦s del Estado, principio y final de la conversaci¨®n. En segundo lugar, como decimos en Rusia, para ser respetado la gente debe tenerte miedo. Es un enfoque muy ruso que no funciona para ning¨²n pa¨ªs occidental, donde no hay conexi¨®n entre el respeto y el miedo.
P.??Persiste el temor reverencial al aut¨®crata?
R. Rusia ha vivido un periodo muy corto, de 1991 a 2000, intentando convertirse en alg¨²n tipo de pa¨ªs democr¨¢tico europeo. Breznev nunca fue realmente un dictador, Putin tampoco. Pero la noci¨®n de que el Estado es m¨¢s importante que cualquier otra cosa est¨¢ muy arraigada. Por eso cuando Putin dice ¡°estamos haciendo esto o aquello por Rusia¡±, todo el mundo aprueba la idea. En EE UU, todo lo que es susceptible de no ser controlado no se controla. Hay una filosof¨ªa pol¨ªtica. En Rusia es la contraria.
P.??Qu¨¦ perspectivas se abren ante Putin a corto plazo?
R.?Se mantendr¨¢ estable mientras no comience una guerra importante. Si inicia una gran guerra, ser¨ªa su fin; el fin de su r¨¦gimen y el de la Federaci¨®n Rusa. En ese punto estamos, y la pregunta es cu¨¢ndo y cu¨¢l es el precio que vamos a pagar por esto. Hay que recordar que seguir¨¢ siendo presidente hasta 2036.
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