?Tiene sentido entrenarse para leer a toda prisa?
Las voces que animan a la eficiencia lectora ¡ªmuchos libros en poco tiempo¡ª ganan seguidores. Los expertos se?alan que con este sistema disminuye nuestra comprensi¨®n
A Bill Gates le gusta presentarse como un lector obsesivo. El billonario dice leer al menos 50 libros al a?o y siempre comparte sus t¨ªtulos favoritos y sus t¨¦cnicas para poder leer con eficiencia. M¨¢s recientemente, Mark Zuckerberg ha comenzado a hacer algo similar con sus propias listas con decenas de libros. Para poder llegar a esos n¨²meros hay que leer r¨¢pido, muy r¨¢pido. El fundador de Facebook quiere ser, como Gates, un gur¨² de la lectura a toda prisa. Este es un fen¨®me...
A Bill Gates le gusta presentarse como un lector obsesivo. El billonario dice leer al menos 50 libros al a?o y siempre comparte sus t¨ªtulos favoritos y sus t¨¦cnicas para poder leer con eficiencia. M¨¢s recientemente, Mark Zuckerberg ha comenzado a hacer algo similar con sus propias listas con decenas de libros. Para poder llegar a esos n¨²meros hay que leer r¨¢pido, muy r¨¢pido. El fundador de Facebook quiere ser, como Gates, un gur¨² de la lectura a toda prisa. Este es un fen¨®meno que, si bien se ha propagado en los ¨²ltimos a?os gracias a internet, no es nuevo. John F. Kennedy tambi¨¦n dec¨ªa utilizar t¨¦cnicas que aprendi¨® de joven para leer lo m¨¢s r¨¢pido posible.
En la web existe un culto a la lectura r¨¢pida que ya ha dejado de ser un nicho. Ahora abundan los v¨ªdeos de YouTube, Instagram o TikTok con cientos de miles o incluso millones de reproducciones para aprender a leer hasta cientos de libros en un a?o. Todo siempre orbitando alrededor de la filosof¨ªa que predican Gates y Zuckerberg: aquella que concibe la lectura como una especie de deporte mental.
Jes¨²s Garc¨ªa, un ingeniero de soft?ware de 36 a?os, cuenta que hace unos a?os le¨ªa solamente ¡°lo normal¡±, pero que sent¨ªa la necesidad de ¡°leer m¨¢s r¨¢pido para consumir m¨¢s¡±. Su rutina cambi¨® en 2016 cuando lleg¨® a sus manos el libro Speed Reading for Dummies (Lectura r¨¢pida para tontos; no publicado en espa?ol). La introducci¨®n del libro es clara: ¡°Un lector r¨¢pido es quien pueda leer al menos 700 palabras por minuto¡±. De acuerdo con este texto, se puede lograr una ¡°lectura eficiente¡± con tal solo hacer ¡°unos ajustes¡±.
Estos ajustes son en realidad m¨¦todos de lo m¨¢s diversos. Uno de los m¨¢s conocidos es el skimming o lectura en diagonal. Significa, literalmente, mover la mirada en direcci¨®n diagonal por la p¨¢gina, para as¨ª buscar solo la informaci¨®n ¡°esencial¡± y saltar los detalles ¡°innecesarios¡±. Tambi¨¦n est¨¢ el m¨¦todo de las palabras r¨¢pidas, para el que se suelen utilizar aplicaciones como Spritz, que funciona mostrando una por una las palabras de un texto en la pantalla de un dispositivo de forma tan veloz que obliga a mantener una concentraci¨®n ininterrumpida para no perderse nada.
Garc¨ªa prob¨® varios m¨¦todos, pero finalmente se decant¨® por la llamada ¡°lectura por bloques¡±. Consiste en procesar frases enteras de un texto sin necesariamente leer todas las palabras de forma lineal como se har¨ªa tradicionalmente. Explica que una de las claves es reconocer las palabras sin necesidad de analizarlas: ¡°Cuando leemos una palabra reconocemos la silueta, es como cuando tienes un vaso de agua en frente de ti. T¨² lo miras e inmediatamente sabes lo que es¡±. Con la pr¨¢ctica, detalla este ingeniero, se llega a leer dos o tres frases a la vez. ¡°Tienes que concentrarte, no vocalizar y expandir tu visi¨®n perif¨¦rica. Si tienes una frase, puedes mirar al centro de ella y tu cerebro es capaz de leer todo de golpe y vas saltando de una a otra frase¡±, explica.
Simon P. Liversedge, psic¨®logo cognitivo de la Universidad de Central Lancashire (Inglaterra), afirma que en la academia no existe un consenso sobre la lectura r¨¢pida. ¡°Como en cualquier debate cient¨ªfico, hay quienes la consideran posible y quienes no¡±. Liversedge se posiciona entre los esc¨¦pticos, al creer que la ¡°mayor parte¡± de la investigaci¨®n cient¨ªfica sobre el tema muestra que es ¡°imposible¡± leer r¨¢pido sin que esto conlleve una ¡°disminuci¨®n significativa¡± en la comprensi¨®n.
Seg¨²n desarrolla el acad¨¦mico en sus respuestas por correo electr¨®nico, los lectores r¨¢pidos solo pueden alcanzar un ¡°entendimiento limitado¡± y se pierden ¡°los detalles, las sutilezas y los matices¡± de un texto. Este investigador especializado en el ojo, la lectura y la cognici¨®n visual se?ala, adem¨¢s, que es ¡°poco probable¡± que una persona tenga la capacidad de procesar frases enteras de texto expandiendo su visi¨®n.
Aunque representen a una minor¨ªa, existen acad¨¦micos como Matthew H. Schneps, exdirector de la facultad de Educaci¨®n de la Universidad de Harvard, que consideran que la lectura r¨¢pida es posible e incluso ventajosa. Seg¨²n desarrolla Schneps en un art¨ªculo publicado en Scientific American en 2015, la tecnolog¨ªa puede usarse para desarrollar ¡°nuevos m¨¦todos de lectura¡± que se adapten a la ¡°era de la informaci¨®n¡±, en la cual la lectura tradicional ligada al papel se queda relegada. Para Schneps, el cerebro es ¡°como un pl¨¢stico¡± que se puede moldear para que incorpore nuevas habilidades y pueda procesar m¨¢s datos. El acad¨¦mico sostiene que al utilizar la tecnolog¨ªa se puede ¡°aumentar dr¨¢sticamente la velocidad de lectura sin afectar la comprensi¨®n¡±. Como evidencia, Schneps se?ala una investigaci¨®n realizada por la Universidad de Massachusetts Amherst que aparentemente demostraba c¨®mo, al leer en un dispositivo digital con el texto comprimido, los estudiantes universitarios pod¨ªan procesar ¡°cientos¡± de palabras m¨¢s por minuto en comparaci¨®n con la lectura en papel.
Alex Wieckowski es un influencer dedicado a la promoci¨®n de libros. A sus 21 a?os, este neoyorquino descubri¨® los textos de superaci¨®n personal, los empez¨® a consumir obsesivamente y ahora, seis a?os despu¨¦s, se dedica a tiempo completo a crear contenido relacionado con la lectura en sus redes sociales. Su cuenta de Instagram, Alex & Books, acumula 354.000 seguidores y la utiliza tanto para recomendar t¨ªtulos como para compartir sus m¨¦todos para leer m¨¢s. En 2021, seg¨²n explica por videollamada desde Brooklyn, ley¨® 70 libros, exclusivamente de no ficci¨®n, dedicando entre 15 y 30 minutos al d¨ªa a la lectura con absoluta concentraci¨®n, siempre subrayando y tomando notas.
Wieckowski ha utilizado la lectura r¨¢pida en alguna ocasi¨®n, pero le tiene recelo porque cree que terminar los libros m¨¢s r¨¢pido ¡°no significa que se entiendan mejor¡± y lo compara con correr a toda velocidad por los pasillos de un museo. ¡°Lo viste y al mismo tiempo no lo viste¡±, dice. Para este influencer, la lectura r¨¢pida lo que da es ¡°una falsa sensaci¨®n de conocimiento¡±.
En ese sentido, el fil¨®sofo especializado en teor¨ªa del arte Jos¨¦ Antonio M¨¦ndez sostiene que, desde un punto de vista est¨¦tico, el fen¨®meno de la lectura r¨¢pida ¡°focaliza la experiencia en el contenido del libro, dejando fuera la estructura, la esencia de la obra y lo dem¨¢s como si fuera prescindible¡±. Esta separaci¨®n ¡°tajante y excesiva¡± entre el contenido de la obra y sus dem¨¢s componentes, de acuerdo con el acad¨¦mico, obvia la dimensi¨®n art¨ªstica y emocional de un texto.
La relegaci¨®n de lo emocional, seg¨²n M¨¦ndez, nace del rechazo de todo lo que no sea ¡°meramente informativo, con un significado claro, articulado y de forma simple en su presentaci¨®n¡±.
La concepci¨®n ¡°intelectualizada¡± de la lectura, dice el fil¨®sofo, provoca que se les reste valor a las obras de ficci¨®n. Dentro del culto a la lectura r¨¢pida se busca el ¡°consumo¡± de los textos de forma ¡°productiva¡±. Esto, argumenta, se relaciona con el ritmo de vida que se lleva en las sociedades contempor¨¢neas: ¡°Antes de la revoluci¨®n tecnol¨®gica ten¨ªamos ocho horas de trabajo diario, dos d¨ªas libres a la semana, un mes de vacaciones y lleg¨¢bamos a casa para desconectar. Ahora trabajas sin parar. No tienes vacaciones. Llegas a casa, abres el correo y sigues trabajando¡±. El libro, como el peri¨®dico de papel, pierde su funcionalidad en ¡°la sociedad tecnol¨®gica¡±. Al digitalizarse se fragmenta, y por eso ya no se leen obras voluminosas o se lee poco, afirma. La lectura r¨¢pida surge entonces como una ¡°consecuencia natural¡± en un contexto de utilitarismo.
Jes¨²s Garc¨ªa vive y trabaja en ?ms?terdam. Tiene una pareja, un beb¨¦ reci¨¦n nacido y otras responsabilidades que le impiden leer siempre. Pero cuando logra encontrar tiempo, su momento preferido para coger un libro es en la noche. En promedio lee unos 30 o 40 minutos usando su formato predilecto, el de bloques. Le atraen sobre todo los textos relacionados con ¡°experiencias y hechos reales¡±.
El ¨²ltimo libro que termin¨® fue This Is Vegan Propaganda (Esto es propaganda vegana), del youtuber Ed Winters. Lo ley¨® como ha le¨ªdo todos sus libros desde 2016: absorbiendo frases enteras a la vez. Este ingeniero no ha perdido el entusiasmo por la lectura r¨¢pida en los seis a?os que lleva practic¨¢ndola. ¡°A m¨ª me dan m¨¢s ganas de leer. Lo disfruto much¨ªsimo m¨¢s¡±. Aquellos ¡°prejuicios¡± que existen sobre la lectura r¨¢pida no le har¨¢n cambiar de parecer.
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