La mayor¨ªa de atascos est¨¢n en M-30
Definitivamente, los art¨ªculos, tan leves y tan importantes, escasean sin remedio en el dialecto de los periodistas
Algunos periodistas escriben art¨ªculos en los que desprecian los art¨ªculos. Definitivamente, esas part¨ªculas de la oraci¨®n tan leves y a la vez tan importantes escasean sin remedio en el dialecto informativo. Las omisiones agramaticales se observan a menudo en emisoras, canales y peri¨®dicos. Pero a veces he notado que los mismos compa?eros que se comen los art¨ªculos cuando est¨¢n ante un micr¨®fono o ante un teclado (se los comen porque los ven como art¨ªculos comestibles) acuden a ellos con normalidad cuando se est¨¢n tomando un caf¨¦. Ser¨¢ porque en ese caso la tostada ya les quit¨® el hambre.
En las construcciones partitivas apenas dicen o escriben ¡°la mayor¨ªa de los estudiantes¡±, ¡°el resto de las trabajadoras¡±, ¡°el 15% de los votantes¡±, sino ¡°la mayor¨ªa de estudiantes¡±, ¡°una parte de aspirantes¡±, ¡°el resto de trabajadoras¡±¡ En todas esas construcciones, la primera parte del sintagma es englobada por la segunda, que a su vez representa un total. Y en espa?ol la idea de totalidad suele quedar representada por un art¨ªculo: no se transmite lo mismo al contar ¡°esa empresa instal¨® los sem¨¢foros en Vilanova¡± que ¡°esa empresa instal¨® sem¨¢foros en Vilanova¡±. Y tampoco es igual ¡°al acto asisti¨® un 15% de profesores¡± (y adem¨¢s un 85% de alumnos, por ejemplo) que ¡°al acto asisti¨® un 15% de los profesores¡± (en este caso, el resto de los profesores prefiri¨® no ir).
Esta omisi¨®n del art¨ªculo en plural no se suele dar en singular, lo que demuestra que algo no funciona. As¨ª como abundan expresiones como ¡°un 25% de electores no ir¨¢n a votar¡± o ¡°el resto de carreteras tienen hielo¡±, apenas nos toparemos con sus equivalentes en singular en casos como ¡°el resto de carretera tiene hielo¡± o ¡°un 25% de electorado no ir¨¢ a votar¡±. Y tampoco si se altera el orden: ¡°De espa?oles, el 15% vot¨® a favor¡±. Ah¨ª se mantiene siempre el art¨ªculo: ¡°De los espa?oles, el 15% vot¨® a favor¡±.
El Diccionario de dudas de Manuel Seco (1986) ya recogi¨® (en la entrada ¡°mayor¨ªa¡±) tales construcciones extra?as, lo mismo que la Nueva gram¨¢tica acad¨¦mica (2009) en su apartado 14.7b; y el Diccionario panhisp¨¢nico de dudas en la entrada ¡±el¡° (punto 7). Y las tres obras votan en contra.
La supresi¨®n de esos elementos, a menudo imprescindibles, se ven¨ªa dando en los nombres de edificios oficiales: ¡°Se re¨²nen en Moncloa¡±, ¡°Zarzuela no difundi¨® ning¨²n comunicado¡±; omisiones muy de andar por casa porque rara vez se olvida el art¨ªculo si la reuni¨®n se celebra en El El¨ªseo (Par¨ªs), en La Moneda (Santiago de Chile), en la Casa Rosada (Buenos Aires) o en la Casa Blanca (Washington). Ser¨¢ por hartura.
La desaparici¨®n de los art¨ªculos se da tambi¨¦n en las narraciones deportivas: ¡°Sube Carvajal por banda derecha¡±, ¡°dispara Pedri con pierna izquierda¡±, ¡°Unai Sim¨®n en porter¨ªa¡±, ¡°Courtois bajo palos¡± (ser¨ªa mejor ¡°entre palos¡±; o sea, ¡°entre los palos¡±, porque solamente est¨¢ debajo de uno de ellos). Y qu¨¦ decir de expresiones como ¡°habr¨¢ viento procedente de Pirineos¡±: un viento tan fuerte que se llev¨® el los.
A todas estas supresiones se ha sumado en los ¨²ltimos tiempos, al menos en programas de radio locales de Madrid, la del art¨ªculo que deber¨ªa acompa?ar a los nombres de calles, v¨ªas o circunvalaciones: ¡°Hay retenciones en M-30 como consecuencia de un alcance¡±, ¡°ya se circula mejor en avenida de Am¨¦rica¡±.
La mayor¨ªa de los hablantes (de los hablantes) que andan por la calle incluyen con naturalidad esos art¨ªculos. Sin embargo, en el periodismo empiezan a cotizarse como valiosos y car¨ªsimos art¨ªculos de lujo. Deber¨ªan pagarnos m¨¢s a quienes los usamos.
Ap¨²ntate aqu¨ª al bolet¨ªn semanal de Ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.