Ni citas ni sexo ni boda ni hijos: coreanas que se plantan frente al machismo asi¨¢tico
El movimiento de los cuatro noes plantea una oposici¨®n frontal al patriarcado en Corea del Sur, que tiene la mayor brecha salarial de los pa¨ªses desarrollados
Muchas surcoreanas est¨¢n tan hartas del machismo que en los ¨²ltimos a?os han adoptado una postura radical: negarse a casarse, a salir con hombres, a tener sexo y a reproducirse. Se trata de un movimiento conocido como ¡°los cuatro noes¡± que eclosion¨® en 2019 y se ha extendido con la esperanza de que el Gobierno conservador de Yoon Suk-yeol adopte medidas que propicien la igualdad de g¨¦nero. Pese a la s¨®lida formaci¨®n acad¨¦mica de las mujeres en Co...
Muchas surcoreanas est¨¢n tan hartas del machismo que en los ¨²ltimos a?os han adoptado una postura radical: negarse a casarse, a salir con hombres, a tener sexo y a reproducirse. Se trata de un movimiento conocido como ¡°los cuatro noes¡± que eclosion¨® en 2019 y se ha extendido con la esperanza de que el Gobierno conservador de Yoon Suk-yeol adopte medidas que propicien la igualdad de g¨¦nero. Pese a la s¨®lida formaci¨®n acad¨¦mica de las mujeres en Corea del Sur, seg¨²n un estudio de Statista, la brecha de g¨¦nero es escandalosa: el salario de los hombres es un 30% superior, lo que convierte al pa¨ªs, seg¨²n el Korea Herald, en el m¨¢s desigual entre hombres y mujeres de la OCDE desde hace 26 a?os. A ello se suma una pobre conciliaci¨®n laboral y una disparidad en el reparto de tareas dom¨¦sticas, que hace que las mujeres tambi¨¦n asuman la responsabilidad en la crianza de los hijos, lo que las empuja a tener que elegir entre trabajar o ser madres. En Corea del Sur, la jornada laboral es de 52 horas semanales.
Los cuatro noes es un grito desesperado que surgi¨® despu¨¦s de que el presidente de Corea del Sur empezara su mandato con la intenci¨®n de abolir el Ministerio de Igualdad. Al pasar de la queja a la acci¨®n, las repercusiones de la tambi¨¦n llamada ¡°huelga de natalidad¡± est¨¢n siendo severas para Corea del Sur. Durante tres a?os consecutivos, el pa¨ªs se posiciona como el que tiene la tasa de fertilidad m¨¢s baja del mundo, con una media de 0,78 hijos ¡ªEspa?a, con 1,3 de media, ocupa el und¨¦cimo lugar y el segundo en la Uni¨®n Europea¡ª. ¡°La vida no va bien para muchos j¨®venes, para los que casarse o tener hijos no es natural¡°, comentaba a The New York Times Lee Sang-lim, dem¨®grafo del Instituto Coreano de Salud y Asuntos Sociales. El pa¨ªs est¨¢ en alerta, ya que se estiman necesarios 2,1 hijos de media para mantener la poblaci¨®n estable. En 2020, los surcoreanos alcanzaron lo que se conoce como ¡°el cruce de la muerte¡±, cuando el n¨²mero de muertes super¨® al de nacimientos. Muchas ciudades corren el riesgo de desaparecer en los pr¨®ximos a?os.
La escritora surcoreana Hawon Jung, autora del libro Flowers of Fire sobre el movimiento feminista en Corea del Sur ¡ªsin traducir al espa?ol¡ª, explica en un correo electr¨®nico que lo que propici¨® este movimiento son las pol¨ªticas gubernamentales de un pa¨ªs que considera muy conservador. ¡°Las madres solteras son estigmatizadas, los m¨¦dicos se niegan a hacer fecundaciones in vitro a las mujeres sin pareja masculina, aunque no sea ilegal, y los nacimientos fuera del matrimonio representan solo el 2% del total, comparado con el promedio del 41% de la OCDE. El matrimonio y el parto est¨¢n estrechamente interconectados y las mujeres se ven presionadas a sacrificar su carrera una vez que tienen un hijo o se casan¡±. Jung cree que el origen del problema est¨¢ en el papel de la mujer desde el confucianismo, la ideolog¨ªa imperante antes de la reforma en el siglo XX: rol de hija sumisa, casta esposa y abnegada madre. Creencias que se han mantenido debido a una sociedad militarizada donde ha predominado el concepto de masculinidad agresiva a lo largo de la historia. Desde la guerra de Corea (1950-1953), pasando por la dictadura y la continua confrontaci¨®n con Corea del Norte.
Seg¨²n Jung, ¡°los pa¨ªses donde los padres son m¨¢s cooperativos y existen buenas pol¨ªticas familiares, como Suecia, o que reconocen la diversidad de las parejas, como Francia, han tenido m¨¢s ¨¦xito a la hora de estabilizar o incluso aumentar sus tasas de natalidad¡±. El movimiento de los cuatro noes refleja la radicalizaci¨®n de una frustraci¨®n que ha hecho que las mujeres prefieran incluso renunciar al sexo. Seg¨²n Jung, ¡°las j¨®venes consideran que no merece la pena invertir su tiempo y energ¨ªa en tener romances con hombres¡±, dado que les resulta agotador tratar de encontrar a uno que no siga una normativa patriarcal.
Los movimientos feministas est¨¢n siendo muy efectivos en el pa¨ªs, consiguiendo hitos hist¨®ricos como, por ejemplo, que en 2021 se despenalizara el aborto o que empiece a cambiar el canon de belleza femenino. La corriente Escape the Corset rechaza los r¨ªgidos estereotipos surcoreanos asociados a la mujer, como tener el pelo largo o seguir el concepto K-beauty, que impone a las j¨®venes la obligaci¨®n de tener una piel de porcelana, llevar el maquillaje perfecto y someterse a cirug¨ªas pl¨¢sticas. Cada vez es m¨¢s com¨²n ver a surcoreanas con el pelo corto o que se atreven a llevar gafas en lugar de lentillas, lo que ha constituido una aut¨¦ntica revoluci¨®n.
Hombres, un paso al frente
Pero a¨²n queda mucho camino por recorrer en un pa¨ªs donde la violencia de g¨¦nero no siempre lleva a la denuncia o al divorcio. Seg¨²n una encuesta publicada por el Instituto Coreano de Criminolog¨ªa y Justicia, ocho de cada 10 hombres reconoc¨ªan haber sido violentos con su pareja. Jennifer Jung-Kim, profesora de Historia Coreana en la Universidad de California (UCLA), se?ala por e-mail que, para resolver los problemas derivados de la brecha de g¨¦nero en Corea del Sur, la violencia de g¨¦nero debe ser reconocida y procesada como tal. ¡°En lo que respecta a lo gubernamental y corporativo, las leyes y pol¨ªticas deben prohibir la discriminaci¨®n y garantizar la igualdad de salarios y oportunidades para las mujeres, especialmente para las madres trabajadoras. En lo social, tiene que haber un mayor sistema de apoyo para los padres que trabajan para que cualquiera de ellos pueda tomarse d¨ªas libres si un ni?o enferma o para asistir a una reuni¨®n o a un evento escolar. Los padres solteros, sean hombres o mujeres, no deben ser estigmatizados, independientemente de que sean padres adoptivos o biol¨®gicos¡±, explica. Para Jung-Kim lo m¨¢s importante es un cambio interno por parte de los hombres: ¡°Deben dar un paso al frente y asumir las tareas del hogar y el cuidado de los ni?os por igual y apoyar a sus esposas en sus elecciones de carrera¡±.
Judy Han, profesora y vicepresidenta de Asuntos de Pregrado del Departamento de Estudios de G¨¦nero de UCLA, se?ala por e-mail que el movimiento de los cuatro noes invita a reconstruir la sociedad. ¡°?Podr¨ªamos imaginar un mundo donde las mujeres no tuvieran que asumir toda la carga del trabajo reproductivo y dom¨¦stico sin ser degradadas o explotadas? ?Donde pudieran tener un matrimonio igualitario sin tirar por la borda su carrera profesional? ?Podr¨ªan las mujeres imaginar un mundo sin abuso, violaciones y violencia?¡±, se pregunta.
Es un planteamiento que podr¨ªa servir en tantos otros pa¨ªses democr¨¢ticos donde la desigualdad de g¨¦nero repercute en los ¨ªndices de natalidad. Ante un sistema patriarcal aparentemente imbatible, cada vez son m¨¢s las mujeres en todo el mundo que optan por renunciar a tener hijos porque no pueden conciliar su vida personal con la profesional. Es un problema que apela directamente a los gobiernos y cuyas consecuencias dan forma a una sociedad entera. Seg¨²n Judy Han, ¡°cualquier persona, hombres y mujeres, heterosexuales, queer, cisg¨¦nero y transg¨¦nero, se beneficiar¨ªan de tomar en serio estas cr¨ªticas y crear una sociedad m¨¢s justa¡±.
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