Beber veneno y esperar que se mueran tus enemigos

Beber veneno y esperar que mueran tus enemigos. La frase, atribuida a Nelson Mandela, puede quiz¨¢s representar hoy d¨ªa a un sector de los representantes m¨¢s conocidos de la izquierda espa?ola, tanto en el PSOE como en Podemos, que permanece desmovilizado y en silencio, o que incluso hace demostraci¨®n de su desapego a quienes formalmente les van a representar en la pr¨®xima contienda electoral, sacando a pasear sus afiladas lenguas y sus agudos ingenios. Quiz¨¢s, antes de ironizar con M¨¦lenchon o Dior o de expresar agradecimientos puntuales, deber¨ªan aprovechar para decir en voz alta que, gane quien gane las elecciones, no se debe volver a ejercer as¨ª la oposici¨®n.

Porque lo m¨¢s inquietante de su actitud es que puede interpretarse como que convalidan la manera en que se ha venido haciendo oposici¨®n en Espa?a durante estos cuatro a?os o que no le conceden mayor importancia. Pero, por mucho que se alegue que no ha sucedido nada especial, diferente a lo de otras legislaturas, la verdad es que las pr¨¢cticas pol¨ªticas y parlamentarias de la oposici¨®n durante estos cuatro a?os deber¨ªan causar asombro. Imposible dar por olvidado que el Partido Popular ha sido capaz de bloquear, nada menos que durante toda la legislatura, el funcionamiento de una instituci¨®n del Estado, el Consejo General del Poder Judicial, o que se ha llegado a calificar al Gobierno de ileg¨ªtimo y a oponer directamente a su presidente a Espa?a. No es verdad que se trate de pr¨¢cticas parlamentarias corrientes. Ni en Espa?a ni en otros pa¨ªses con sistemas democr¨¢ticos similares.

Durante toda esta legislatura, la oposici¨®n se ha esforzado por conseguir que los ciudadanos confundieran lo que son acuerdos puntuales con otros grupos parlamentarios (ERC, Bildu, PNV) para lograr la aprobaci¨®n de determinadas leyes con los llamados pactos de legislatura. El PSOE lleg¨® a ese pacto de gobierno exclusivamente con Podemos, claramente explicitado, y sobre el funcionamiento y balance de ese pacto hubiera sido muy razonable que girara la oposici¨®n, no sobre acuerdos de legislatura con otros grupos que nunca existieron. El l¨ªder de la oposici¨®n Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ha llegado a prometer al inicio de esta campa?a que, si puede, revisar¨¢ todas las leyes que contaron con el voto a favor de Bildu, una iniciativa que seria absurda sino fuera porque contribuye a alimentar esa perversa barah¨²nda. ?Qu¨¦ har¨¢ N¨²?ez Feij¨®o si llega a ser presidente del Gobierno y su propuesta de bajada de impuestos contara con el voto a favor de Junts per Catalunya, un partido de derechas, pero radicalmente independentista y cuyo l¨ªder, Carles Puigdemont, esta huido de la justicia? ?Renunciar¨¢ a la ley? ?retirar¨¢ el texto para revisarlo?

Un tercio de la campa?a que ahora comienza deber¨ªa tratar sobre el balance que puedan presentar unos y otros, en el gobierno de coalici¨®n y en la oposici¨®n. Otro tercio suelen ser los programas, o al menos, sus prioridades. Y el ¨²ltimo, la visualizaci¨®n de equipo que acompa?ar¨¢ a cada candidato, caso de llegar a la presidencia del gobierno, muy especialmente su economista de cabecera. Hasta ahora, sabemos qui¨¦n encabeza el equipo econ¨®mico del candidato socialista, la actual vicepresidenta, Nadia Calvi?o, cuyo balance ofrece datos indiscutibles, ratificados por el Banco de Espa?a. Tambi¨¦n conocemos quien encabezar¨¢ el equipo de Yolanda D¨ªaz, en Sumar. Ser¨¢ Nacho ?lvarez, actual secretario de Estado de Derechos Sociales, un economista del que tampoco hay dudas sobre su capacidad. N¨²?ez Feij¨®o no ha querido aclarar nada al respecto en las varias entrevistas que ha mantenido hasta ahora. Saber qui¨¦n se har¨ªa cargo de la pol¨ªtica econ¨®mica en el caso de que gane las elecciones, qu¨¦ experiencia tiene y cu¨¢l es su trayectoria, es, sin embargo, un dato imprescindible, no solo para saber c¨®mo enfocar¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica en Espa?a sino para saber qu¨¦ defender¨¢ en Europa. Basta con recordar a Luis de Guindos, ministro de Econom¨ªa de Rajoy, que sigue defendiendo en el Banco Central Europeo la subida de las tasas de inter¨¦s y que es partidario de exigir grandes recortes en el gasto p¨²blico. Alguien como ¨¦l en el Consejo de ministros de Econom¨ªa de la Uni¨®n Europea, alineado con los partidarios de una nueva etapa de austeridad, puede provocar un giro brutal en la pol¨ªtica econ¨®mica europea y espa?ola.

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