PP y Vox: grandes ¨¦xitos del pensamiento anacr¨®nico
Es revelador c¨®mo se han gripado esta semana las alianzas del partido conservador con la ultraderecha en Gij¨®n y Extremadura. En ambos casos la raz¨®n de esos finales han sido precisamente los principios
Albert Camus escrib¨ªa en 1948: ¡°El pensamiento anacr¨®nico est¨¢ a punto de matarnos¡±. Se refer¨ªa al desfase entre el ritmo de los acontecimientos de la historia y la lentitud de la pol¨ªtica, que se aferra a moldes del pasado que ya no sirven. Muy actual. Lo ha explicado mejor que nadie ese concejal de M¨®stoles de M¨¢s Madrid al replicar a la propuesta de Vox de erigir ¡°un punto de homenaje permanente a la bandera de Espa?a¡±. Lo hizo con el mejor ant¨ªdoto a los desvar¨ªos de extrema derecha, la iron¨ªa: pidi¨® un punto de esos en cada esquina, por ser la principal preocupaci¨®n de los vecinos de M¨®stoles. Es en los ayuntamientos, en las regiones, donde se ve que Vox no viene a arreglar problemas, sino que es la expresi¨®n de un malestar que simula tener soluciones, pero solo maneja abstracciones. Es revelador c¨®mo se han gripado esta semana sus alianzas con el PP en Gij¨®n y Extremadura. En ambos casos la raz¨®n de esos finales han sido precisamente los principios. En el PP y Vox se llenan la boca con ellos, y ya se les atragantan.
Hablando de principios, Feij¨®o admit¨ªa esta semana d¨®nde empez¨® esto, ya se siente un poco anacr¨®nico: ¡°?Yo quiero pactar con Vox? Evidentemente que no¡±. Con Alsina es que todos se acaban confesando. Qu¨¦ pensar¨¢ ahora Mar¨ªa Guardiola, la presidenta de Extremadura, que delimit¨® tan bien la l¨ªnea que podr¨ªa separar la derecha civilizada de la b¨¢rbara. Fue el 20 de junio de 2023: ¡°Yo no puedo dejar entrar en gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes est¨¢n deshumanizando a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI¡±. Desde Madrid, el portavoz del PP, Borja Semper, la respald¨®: ¡°No vamos a reproducir el sanchismo, renunciar a nuestros principios y posiciones pol¨ªticas m¨¢s elementales por acceder al poder¡±. Fue exactamente lo que hicieron luego. Guardiola tuvo que tragar un Gobierno con Vox. Hace un mes ya dec¨ªa que su relaci¨®n era ¡°escasa o ninguna porque estoy centrada en gestionar¡±. Son matrimonios que hacen aguas, pero es dif¨ªcil afrontarlo. Como los Pringle, la pareja que sobrevive en la guerra en las estupendas novelas de Olivia Manning:
-Nunca me hab¨ªas dicho que estuvieras descontenta.
-?No? -dijo ella ri¨¦ndose-. La verdad es un lujo. Solo nos la podemos permitir de vez en cuando.
PP y Vox no son lo mismo. Es como esa frase tan graciosa que deja caer Her¨®doto: ¡°Los lidios tienen costumbres parecidas a las de los griegos, salvo que prostituyen a todas sus hijas¡±. Esas peque?as salvedades lo acaban estropeando todo, hay un momento en que uno deja de enga?arse. Esta semana ha dimitido la ¨²nica consejera extreme?a de Vox. ?Explicaci¨®n? Un l¨ªrico tuit sobre halcones: ¡°La cetrer¨ªa es un arte de caza¡ y como en la vida, las decisiones siempre han de tomarse con altaner¨ªa y paciencia, y con dignidad, como el vuelo de estas maravillosas aves, justas, precisas y fieles a sus principios¡±. La mujer, feliz en su anacron¨ªa, creer¨¢ vivir en el romance del infante Arnaldos, que paseaba por la playa con su halc¨®n en aquel hermoso poema del siglo XVI. Se encuentra una nave con un marinero que, como esta consejera, se despide con desd¨¦n: ¡°Yo no digo esta canci¨®n sino a quien conmigo va¡±. Azor¨ªn interpretaba as¨ª ese misterioso destino, a d¨®nde podr¨ªa ir el barco de ese se?or: ¡°?D¨®nde? ?Hacia el mar infinito y proceloso? ?Hacia los pa¨ªses de ensue?o y de alucinaci¨®n?¡±. M¨¢s o menos ah¨ª, s¨ª, y el PP sigue subido a ¨¦l.
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