La diferencia entre ¡®deber¡¯ y ¡®deber de¡¯
Ni Feij¨®o ni otros profesionales de la palabra hacen caso a las academias y a los libros escolares
Alguien debe advertirle a N¨²?ez Feij¨®o acerca de la diferencia en la lengua culta entre deber y deber de. Porque no debe de hab¨¦rselo contado nadie.
Como indica el acad¨¦mico Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas (2005), deber + infinitivo denota obligaci¨®n: ¡°Debo entrar a las ocho¡±. Mientras que si se a?ade la preposici¨®n de (deber de + infinitivo) significar¨¢ probabilidad o suposici¨®n: ¡°Debi¨® de entrar a las ocho¡±.
Y as¨ª lo han explicado de anta?o hasta hoga?o libros de texto como Gram¨¢tica y redacci¨®n, de Francisco Mars¨¢ (editorial De Gass¨®, a?o 1959; p¨¢gina 210); Gram¨¢tica did¨¢ctica del espa?ol, de Leonardo G¨®mez Torrego (SM, 1997; 196); Lengua castellana y literatura (para tercero de la ESO; Cru?lla, 2002; 165) o Gram¨¢tica y ortograf¨ªa para la ESO (Santillana, 2004; 153).
El Esbozo de una Nueva Gram¨¢tica, de la Academia Espa?ola (1973) resolv¨ªa a su vez: ¡°La diferencia es muy expresiva y la Academia recomienda mantenerla¡± (p¨¢gina 448). Y antes, su Gram¨¢tica de 1900 sentenciaba que para denotar obligaci¨®n ¡°es viciosa la interposici¨®n de la preposici¨®n de¡± (p¨¢gina 73; y p¨¢gina 55 en la edici¨®n de 1928).
No obstante, el Panhisp¨¢nico acota hoy en d¨ªa que la lengua culta admite tambi¨¦n el sentido de conjetura sin incluir la preposici¨®n de (¡°debi¨® salir por all¨ª¡±); mientras que mantiene el rechazo a a?adirla si se desea expresar obligaci¨®n. Es decir, la lengua culta no admite el uso que le o¨ªmos con frecuencia a Feij¨®o.
Los fil¨®logos actuales suelen explicar con tiento que una expresi¨®n ¡°no pertenece a la norma culta¡±, ¡°es vulgar¡± o ¡°coloquial¡± o ¡°popular¡± (en oposici¨®n a ¡°culto¡±), que ¡°no es acad¨¦mica¡±, o que se considera ¡°poco elegante¡±¡ sin condenar tajantemente ninguna forma en t¨¦rminos generales, lo cual apoyamos. A?os atr¨¢s se habr¨ªa hablado sin m¨¢s miramiento de expresiones ¡°incorrectas¡± o ¡°err¨®neas¡±.
El ya cl¨¢sico Diccionario de dudas y dificultades de Manuel Seco (1995), por ejemplo, tilda de ¡°no acad¨¦mico¡± el uso de deber (sin de) para expresar suposici¨®n, y tacha de ¡°vulgar¡± el de deber de con el sentido de obligaci¨®n, tan habitual en el pol¨ªtico conservador.
El Diccionario del Espa?ol Actual (Seco, Andr¨¦s y Ramos, 1999; y tambi¨¦n la versi¨®n en l¨ªnea de 2023) califica la f¨®rmula deber de para expresar obligaci¨®n como ¡°popular¡±; adjetivo con el que no podr¨ªa disculparse Feij¨®o por su pertenencia al PP.
Y la Nueva Gram¨¢tica (2009, apartado 28.6k) indica: ¡°Para expresar obligaci¨®n se recomienda la variante sin preposici¨®n¡±.
Pero ni Feij¨®o ni otros profesionales de la palabra atienden a estas corteses sugerencias que les permitir¨ªan expresarse con mayor precisi¨®n y elegancia.
El 29 de septiembre, le o¨ªmos en el debate de investidura: ¡°Ustedes participan porque la ley se lo permite, deber¨ªan de cumplirla; ¡°deber¨ªan de respetarlas¡±. Y al d¨ªa siguiente: ¡°No deber¨ªa de ser una opci¨®n¡±; ¡°el respeto mutuo debe de ser fundamental¡±, ¡°el m¨¦todo de trabajo que debe de guiar la legislatura¡±; ¡°un pacto que convierta al Senado en lo que debi¨® de ser y no es¡±. Y el 3 de octubre: ¡°Quien se postule como candidato debe de explicitar cu¨¢ntos apoyos cuenta¡±... Por su parte, Yolanda D¨ªaz tambi¨¦n dijo, el 5 de octubre: ¡°No debemos de caer en los debates nominalistas¡±; ¡°no debo de hacer este tipo de valoraciones¡±.
Y m¨¢s ejemplos habr¨¢, sin duda; y de todos los colores. Por eso suplicamos a los pol¨ªticos, ya que se pasan la vida en el uso de la palabra, que no desacrediten lo que miles de maestros explicaban aquellos d¨ªas en los que ellos faltaron a clase.
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