Changpeng Zhao, la ca¨ªda del ¨²ltimo profeta ¡®cripto¡¯
La dimisi¨®n por blanqueo de capitales del jefe de Binance acaba con la era de los l¨ªderes carism¨¢ticos ligados al bitcoin
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En el pico de su popularidad, el equipo de Changpeng Zhao ide¨® un sistema de lo m¨¢s eficiente para contentar a sus numerosos fans y propagar su fama. Un becario de Binance organizaba una fila e iba pidiendo el m¨®vil a cada uno de los que la formaban. Luego, un fot¨®grafo de la empresa cog¨ªa las c¨¢maras, encuadraba al fan junto a Zhao, y disparaba una y otra vez, como en una cadena de montaje. ¡°Puede hacer 300 fotos en 15 o 20 minutos¡±, explicaba, en la red social X, Zhao, conocido como CZ, las iniciales de su nombre. La voracidad del fundador de Binance, la mayor plataforma de compra y venta de criptomonedas del mundo, propag¨® su imagen por las cuatro esquinas del planeta, con efectos no siempre deseados. ¡°No cre¨¢is a quien os ense?e una foto y diga que es cercano a CZ o Binance¡±, advirti¨® el propio CZ contra los oportunistas que buscaban aprovecharse de su fama.
La escena, unida a sus casi nueve millones de seguidores en X, nos da una idea de hasta qu¨¦ punto CZ lleg¨® a ser un ¨ªdolo de masas gracias al dominio en el sector. Con una paradoja: su rostro es tan conocido en la burbuja de quienes invierten en criptomonedas y devoran todo lo que se publica sobre ellas, como an¨®nimo para quienes no se han internado en ese universo.
Nacido en Jiangsu (China) hace 46 a?os, Zhao tiene nacionalidad canadiense. Hijo de dos profesores, vivi¨® en el campus de la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Hefei hasta agosto de 1989, cuando a los 12 a?os, dos meses despu¨¦s de la matanza de opositores prodemocracia en la plaza de Tiananm¨¦n, estos optaron por escapar de la ola represiva desatada por las autoridades chinas. ¡°La fila frente a la Embajada de Canad¨¢ dur¨® tres d¨ªas¡±, contaba Zhao en un art¨ªculo del blog de Binance donde repasa su vida.
Ya en Vancouver, trabaj¨® en un McDonalds y en una estaci¨®n de servicio para ayudar en casa. Pero una partida de p¨®quer estaba a punto de cambiar su destino. Ingeniero computacional por la Universidad McGill de Montreal, Zhao se entera de la existencia de una nueva forma de dinero electr¨®nico. Tras cuatro a?os trabajando en Nueva York para Bloomberg, en 2005 se muda a Shangh¨¢i para crear una firma de trading. All¨ª, su camino se cruza con el de Bobby Lee, entonces CEO de BTC China ¡ªuna plataforma de compra y venta de bitcoins del gigante asi¨¢tico¡ª, y el inversor Ron Cao. Ambos le cuentan en plena partida de cartas qu¨¦ es eso de las criptomonedas.
La sacudida es instant¨¢nea. Casi una revelaci¨®n religiosa. Solo as¨ª se explica que Zhao, pose¨ªdo por una confianza ciega en algo que apenas estaba empezando, tomara una decisi¨®n tan dr¨¢stica como vender su casa en Shangh¨¢i para comprar bitcoins. A cualquiera le habr¨ªa parecido una locura. Pero sali¨® bien. La subida de su cotizaci¨®n pronto le har¨ªa ganar una importante suma. Viendo desperezarse ese enorme potencial, monta Binance.
Su crecimiento fue exponencial. En seis meses se convirti¨® en la plataforma favorita. ¡°Trabajaron con todas las monedas posibles; cubr¨ªan la demanda de muchos usuarios que buscaban especular o invertir, y no tuvieron muy en cuenta los requisitos de regulaci¨®n¡±, explica Javier Pastor, del exchange espa?ol Bit2Me. Pero una vez m¨¢s, el Gobierno chino se interpone en su carrera al prohibir las criptomonedas y bloquear la plataforma. Los trabajadores de Binance, con Zhao a la cabeza, dejan el pa¨ªs. ¡°No se me pas¨® por alto la iron¨ªa de que una vez m¨¢s me vi obligado a abandonar China (unos 30 a?os despu¨¦s de que mis padres huyeran con mi hermana y yo)¡±, escribe.
Se marchan a Tokio, luego a Malta, y finalmente eluden hablar de d¨®nde se establecen, limit¨¢ndose a decir que sus empleados trabajan en remoto, pero se registran en el para¨ªso fiscal de las Islas Caim¨¢n. Bloomberg incluye a CZ en la lista de 50 personalidades m¨¢s influyentes. Y a comienzos de 2022 ya es el hombre m¨¢s rico de Canad¨¢, con una fortuna de 65.000 millones de d¨®lares con la que se acerca a Mark Zuckerberg y supera a Amancio Ortega.
Pero los d¨ªas de vino y rosas para el sector est¨¢n cerca de su final. O al menos la m¨²sica se para un rato en la fiesta. En mayo de 2022 colapsa Luna, y meses despu¨¦s quiebra la plataforma FTX tras un amago de rescate por parte de Binance al que finalmente CZ se niega para no acabar arrastrado por la ca¨®tica gesti¨®n de la empresa. Millones de inversores pierden sus ahorros, y los jefes de ambas firmas, el surcoreano Do Kwon y el estadounidense Sam Bankman-Fried, acaban en prisi¨®n. La desconfianza se extiende, se habla de criptoinvierno, un periodo negro de desbandada de dinero.
Por unos meses pareci¨® que CZ pod¨ªa erigirse en un superviviente e incluso salir fortalecido. Pero una investigaci¨®n en EE UU ha terminado con su carrera. En un acuerdo con el Departamento de Justicia, se declar¨® culpable de violar las leyes sobre blanqueo de capitales, acept¨® una multa de 45 millones de euros y dejar su puesto como CEO de Binance, sancionada con casi 4.000 millones de d¨®lares.
Era la ca¨ªda del ¨²ltimo gran profeta cripto. Si bien CZ se ha visto obligado a abandonar el proyecto de su vida, y ha dicho a sus fieles seguidores de Twitter que no aparecer¨¢ durante un tiempo, su final pudo haber sido mucho peor. Mantiene sus acciones en Binance, Forbes le sigue asignando una fortuna de 15.000 millones y no tendr¨¢ que esperar a la hora del patio para estirar las piernas desde una prisi¨®n.
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