Ocupar Bruselas: objetivo ultra

La oligarqu¨ªa argentina, que se volc¨® en su apoyo a Javier Milei como candidato a la presidencia de la Rep¨²blica, tom¨®, sin embargo, la precauci¨®n de obligarle a nombrar ministra de Seguridad a Patricia Bullrich, a quien Milei hab¨ªa desautorizado gravemente durante la campa?a (¡°ponebombas¡±, la llam¨®, recordando su relaci¨®n con los Montoneros cuando era muy joven). La se?ora Bullrich es hoy muy conservadora, pero tambi¨¦n una pol¨ªtica experimentada que ocup¨® ese mismo cargo en el Gobierno de Macri y se espera que sea capaz de impedir que la agresiva incontinencia verbal de Milei llegue a tener un impacto dram¨¢tico en la actuaci¨®n de las fuerzas del orden. Algo parecido debieron haber hecho en el campo de las relaciones internacionales.

Ha sido esa incontinencia verbal del presidente Milei (y el conflicto diplom¨¢tico provocado con el Gobierno de Espa?a) lo que ha hecho que pasaran casi inadvertidas las importantes cosas que sucedieron en la reuni¨®n Europa Viva 24, que junt¨® en Madrid, el pasado fin de semana, a grupos de extrema derecha de toda Europa y de Am¨¦rica. Importantes sobre todo porque afectan al futuro de Europa y al intento que se est¨¢ llevando a cabo, a toda velocidad, de acercar a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y a la jefa de la oposici¨®n en Francia, Marine Le Pen, que actualmente dirigen dos grupos distintos del Parlamento Europeo ¡ª?Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en ingl¨¦s) e Identidad y Democracia (ID), respectivamente¡ª. Los primeros, con Meloni como gran referente, luchan por romper el eje central que ha venido funcionando hasta ahora en el PE, es decir, la alianza entre democratacristianos, socialdem¨®cratas y liberales. Meloni lo dej¨® muy claro en Madrid. ¡°Estamos en v¨ªsperas de unas elecciones decisivas porque, por primera vez, las elecciones europeas podr¨ªan acabar, por fin, con las mayor¨ªas antinaturales y contraproducentes existentes. Tenemos que mantenernos enfocados, mantener los pies en la tierra y la mirada en el horizonte; es hora de la movilizaci¨®n¡±.

Meloni ha hecho grandes esfuerzos, fructuosos, por acercarse a Ursula von der Leyen, y busca con urgencia que la opini¨®n p¨²blica desligue a Fratelli d¡¯Italia de la extrema derecha y pase a identificarla con un nuevo ¡°populismo de derechas¡±, que provoque menos rechazo.

En la reuni¨®n de Madrid estuvieron tambi¨¦n presentes el presidente de la Uni¨®n Conservadora Americana, Matt Schlapp, y el vicepresidente de la Heritage Foundation, Roger Severino, dos fundaciones que apoyan y financian los movimientos ultras con base cristiana en todo el mundo y que ver¨ªan con muy buenos ojos la aproximaci¨®n entre Meloni y Le Pen con vistas a una alianza ultra en el PE. Uno de los principales obst¨¢culos para esa aproximaci¨®n es la presencia del partido alem¨¢n AfD en el grupo parlamentario europeo de Le Pen. Quiz¨¢s eso explique la rapidez con la que la pol¨ªtica francesa ha anunciado esta misma semana que romp¨ªa sus relaciones con los alemanes como consecuencia de unas escandalosas declaraciones nazis de su candidato. Una decisi¨®n que adopt¨® tambi¨¦n inmediatamente la Liga, de Matteo Salvini, integrada en ID.

Marine Le Pen se dirigi¨® a sus anfitriones de Vox, en Madrid, como si fueran miembros del mismo grupo en el Parlamento Europeo. ¡°En esta lucha pol¨ªtica, vengo a deciros lo importante que es la solidaridad entre nuestros diputados¡±, asegur¨®. Uno de los puntos fundamentales de la campa?a de Reagrupamiento Nacional franc¨¦s es el cierre de fronteras a la inmigraci¨®n, pero tambi¨¦n un debate que ser¨¢ decisivo en la pr¨®xima legislatura europea: mantener o suprimir el derecho a veto de todos y cada uno de los pa¨ªses. Le Pen defendi¨® en Madrid con dureza el derecho a veto como uno de sus grandes objetivos, y aunque Meloni no hizo menci¨®n al tema, muchos empujan a ese acuerdo.

De lo que se trata, dijo con su habitual rudeza el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, en el mensaje que envi¨® grabado a Madrid, es ¡°de ocupar Bruselas¡±. No se trata de destruir la Uni¨®n Europea, sino de rehacerla para que se ajuste a la visi¨®n de la extrema derecha o del ¡°populismo de derechas¡±: un grupo de naciones que comercia d¨¢ndose facilidades y que no aspira a aumentar sus lazos porque abomina de una eventual federaci¨®n europea. Para eso quieren ocupar Bruselas y para eso intentaron ponerse de acuerdo en Madrid.

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