Huwaida Arraf, la activista que ve en Gaza un problema pol¨ªtico y no humanitario
Detenida m¨¢s de 24 veces, esta abogada y defensora de los derechos humanos, cofundadora de Free Gaza, ha dedicado su vida a desafiar la injusticia sist¨¦mica que sufren los palestinos
Si mam¨¢ muere, ?deber¨ªa no ponerme triste porque est¨¢ tratando de ayudar a la gente?¡±, le pregunt¨® la hija menor de Huwaida Arraf, de 10 a?os, a su padre el pasado mes de mayo. Y es que por entonces Huwaida Arraf se encontraba en Estambul liderando la Flotilla de la Libertad, con la intenci¨®n de cruzar a Gaza y llevar 5.500 toneladas de ayuda humanitaria en barco. La iban a acompa?ar un...
Si mam¨¢ muere, ?deber¨ªa no ponerme triste porque est¨¢ tratando de ayudar a la gente?¡±, le pregunt¨® la hija menor de Huwaida Arraf, de 10 a?os, a su padre el pasado mes de mayo. Y es que por entonces Huwaida Arraf se encontraba en Estambul liderando la Flotilla de la Libertad, con la intenci¨®n de cruzar a Gaza y llevar 5.500 toneladas de ayuda humanitaria en barco. La iban a acompa?ar un millar de activistas entre los que se encontraba la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, pero tuvieron que cancelar la noche antes de zarpar por cuestiones diplom¨¢ticas (los pa¨ªses involucrados retiraron sus banderas de los barcos).
Huwaida Arraf (Detroit, 1976) ha dedicado su vida al activismo por los derechos humanos de los palestinos en el conflicto palestino-israel¨ª y a luchar de forma no violenta por un cambio en un sistema que considera que perpet¨²a la injusticia y la impunidad. No tiene miedo a morir. Tampoco ve otra soluci¨®n m¨¢s que seguir haciendo lo que hace. ¡°No podemos rendirnos¡±, aclara por videoconferencia.
Con 25 a?os, en 2001, cofund¨® junto a otros activistas, entre ellos su marido, el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM, por sus siglas en ingl¨¦s), que fue nominado al Premio Nobel de la Paz (2003 y 2004). Invitaban a voluntarios internacionales a protestar defendiendo los derechos de los palestinos y los preparaban para reaccionar de forma no violenta ante situaciones de violencia extrema.
El objetivo, explica Arraz, era visibilizar ante la comunidad internacional la situaci¨®n de opresi¨®n, violencia y abuso contra los palestinos. Pero tambi¨¦n tratar de evitar da?os mayores, confiando en que si en el terreno hab¨ªa ciudadanos internacionales el ej¨¦rcito israel¨ª ser¨ªa m¨¢s reacio a atacar.
No obstante, en 2003 murieron tres voluntarios del ISM. ¡°La primera asesinada fue la estadounidense Rachel Corrie, arrollada por una excavadora israel¨ª, cuando se opon¨ªa a la demolici¨®n de casas en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Se consider¨® un accidente desafortunado y sirvi¨® como precedente para matar a ciudadanos internacionales con total impunidad¡±, se lamenta Arraf. ¡°Pocas semanas despu¨¦s de aquello dispararon a un voluntario brit¨¢nico de 21 a?os que trataba de movilizar a ni?os palestinos fuera de la l¨ªnea de fuego. La situaci¨®n es peor que el apartheid de Sud¨¢frica¡±. La abogada celebra que el ISM sirviera para concienciar sobre la situaci¨®n y generara otros proyectos, pero admite que eran muy inocentes al creer que, visibilizando la violencia que estaban sufriendo los palestinos, la situaci¨®n cambiar¨ªa.
¡°Es una mujer de acci¨®n, impaciente por el cambio¡±Adam Shapiro, marido de Huwaida Arraf
Arraf naci¨® un mes despu¨¦s de que sus padres, ambos palestinos, se establecieran en Estados Unidos. Fue la mayor de cinco hermanos en una familia humilde donde durante muchos a?os (hasta que la madre volvi¨® a graduarse en Enfermer¨ªa, ya que no pudo homologar sus estudios) vivieron con el salario de su padre, que trabajaba como operario en General Motors. Consciente de las limitaciones econ¨®micas, a los 12 a?os Arraz consigui¨® su primer trabajo en Dunkin¡¯ Donuts y continu¨® sus estudios de grado superior siempre gracias a becas y premios. Se especializ¨® en ciencias pol¨ªticas en la Universidad de M¨ªchigan, as¨ª como en estudios ¨¢rabes y judaicos, porque consideraba que hablar los dos idiomas era esencial para contribuir a sentar la paz. Y se desplaz¨® hasta Jerusal¨¦n para su primer trabajo, como coordinadora del programa de una organizaci¨®n llamada Seeds of Peace, dedicada a potenciar relaciones entre ni?os israel¨ªes y palestinos.
All¨ª conoci¨® a su ahora marido, Adam Shapiro, un estado?unidense de familia jud¨ªa, que ejerc¨ªa de director. Se casaron un a?o despu¨¦s, en 2002, y al mes de la boda, Shapiro fue detenido durante una protesta pac¨ªfica y, a pesar de que no hab¨ªa pruebas en su contra, deportado sin que se le permitiese volver a entrar a Israel. No obstante, alent¨® a Huwaida a quedarse, lo que ella hizo durante dos a?os m¨¢s. ¡°La vida de Huwaida est¨¢ intr¨ªnsecamente ligada a la lucha por la libertad de los palestinos. Lo que intensifica su lucha interna sobre c¨®mo existir en este mundo durante este genocidio. Es una mujer de acci¨®n, impaciente por el cambio¡±, explica Shapiro por correo electr¨®nico.
Con 25 a?os cofund¨® el Movimiento de Solidaridad Internacional, candidato al Premio Nobel de la Paz
Se gradu¨® y volvi¨® a Jerusal¨¦n en 2007 para crear el primer programa educativo en consultor¨ªa legal del mundo ¨¢rabe, en la Universidad de Al-Quds. Por entonces la hostilidad se hab¨ªa disparado, cuenta Arraf: ¡°La segunda intifada ¡ªentre 2000 y 2005¡ª ocurri¨® porque, durante los a?os del supuesto proceso de paz, Israel continu¨® apoder¨¢ndose de tierras, expandiendo puntos de control y restringiendo cada vez m¨¢s la libertad de movimiento de los palestinos. Segu¨ªan colonizando bajo la apariencia de un proceso de paz y el pueblo se sublev¨®¡±. La activista explica que en 2007 la gente mor¨ªa al no poder salir de la Franja de Gaza para recibir, por ejemplo, quimioterapia, ni los tanques de ox¨ªgeno que necesitaban.
En ese contexto fund¨® en 2006 con otros activistas Free Gaza, un movimiento del que fue presidenta y a trav¨¦s del cual consiguieron fletar barcos que entraran a Gaza por aguas internacionales. ¡°En principio no llev¨¢bamos ayuda humanitaria porque no quer¨ªamos que Gaza fuese vista como un problema humanitario, cuando es un problema pol¨ªtico. No somos una organizaci¨®n humanitaria sino que luchamos por los derechos humanos¡±, matiza Arraf. Entraron y salieron de Gaza cinco veces. ¡°Lo hicimos como forma de resistencia para confrontar a un pa¨ªs que controla la comida y las medicinas que reciben los palestinos y que permite que los ni?os sufran amputaciones sin anestesia¡±.
En 2010 Arraf, que dice haber sido detenida en m¨¢s de 24 ocasiones, cre¨® la Flotilla de la Libertad, reclutando a 750 voluntarios procedentes de 35 pa¨ªses para cruzar hasta Gaza en siete barcos. Uno de ellos, el Mavi Marmara, que llevaba 10 toneladas de ayuda a la Franja, fue atacado por los israel¨ªes y 10 voluntarios murieron al ser disparados desde un helic¨®ptero, en lo que el por entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calific¨® de ¡°ba?o de sangre¡±.
La excoronel, exdiplom¨¢tica y activista estadounidense Ann Wright, una de las voluntarias a bordo, recuerda la determinaci¨®n y valent¨ªa de Arraf en aquellos momentos. ¡°Huwaida estaba en la barandilla gritando y tratando de evitar que los soldados de las fuerzas armadas israel¨ªes subieran a bordo¡±. Y destac¨® los m¨¢s de 15 a?os de la activista contrarrestando la narrativa israel¨ª. ¡°Admiro y aprecio mucho lo que Huwaida ha hecho para mantenernos informados y movilizados sobre el continuo genocidio israel¨ª en Gaza y ahora en Cisjordania¡±.
En su primer trabajo como cooperadora en Jerusal¨¦n conoci¨® a su marido, un estadounidense de familia jud¨ªa
Arraf vuelve una y otra vez a Jerusal¨¦n aunque sea peligroso. De hecho, prefiri¨® dar a luz en esa ciudad a sus dos hijos, sin su marido, con tal de que pudieran tener como ella la ciudadan¨ªa israel¨ª. Eso y el pasaporte americano la han protegido en muchas ocasiones. ¡°La ¨²nica distracci¨®n que ocasionalmente se permite son los crucigramas y los rompecabezas. Sol¨ªa dibujar, pero ha dejado todo de lado para dedicarse de manera obsesiva (y creativa) a encontrar formas de conseguir justicia¡±, relata su marido.
¡°Ahora que soy madre no puedo hacer lo mismo que antes, pero incluso embarazada segu¨ª llevando delegaciones a Palestina y sigo luchando desde Estados Unidos¡±, afirma Arraf. ¡°Dej¨¦ el despacho de abogados en el que trabajaba para ir a Estambul y tratar de cruzar a Gaza. Cuando Palestina llama, lo dejo todo¡±.