4.600 muertos despu¨¦s
La segunda Intifada ha costado la vida a 3.600 palestinos y a 1.000 israel¨ªes y ha causado da?os econ¨®micos incalculables
El 28 de septiembre de 2000 Ariel Sharon pase¨® con una escolta formidable por la Explanada de las Mezquitas, en Jerusal¨¦n, y al d¨ªa siguiente explot¨® la segunda Intifada, un alzamiento popular que iba a ser muy diferente de la primera revuelta (1987-1993), marcada por la imagen de ni?os lanzando pedradas a los tanques israel¨ªes y por las muertes de civiles desarmados. La reedici¨®n de la Intifada ha sido m¨¢s cruenta: 3.592 palestinos muertos, m¨¢s de 600 de ellos menores de edad; 1.036 israel¨ªes, 649 de ellos civiles, tambi¨¦n han perecido en Cisjordania, en la franja de Gaza y en atentados suicidas perpetrados en territorio israel¨ª o bajo los cohetes artesanales Qassam lanzados desde los depauperados campos de refugiados de Gaza.
Casi la mitad de los 3,5 millones de palestinos vive bajo el umbral de la pobreza
La segunda Intifada es la historia de los ataques de los movimientos fundamentalistas -los brazos armados de Ham¨¢s y Yihad Isl¨¢mica- y de las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa -del partido gubernamental Fatah- contra militares israel¨ªes. Tambi¨¦n lo es de los atentados suicidas contra civiles. Pero, sobre todo, de los siempre contundentes castigos colectivos contra la poblaci¨®n palestina.
En febrero de 2002 -con Yasir Arafat ya recluido en la Muqata-, el Ej¨¦rcito israel¨ª manten¨ªa ocupadas las ciudades aut¨®nomas de Bel¨¦n, Yen¨ªn, Ramala, Tulkarem y Kalkilia. Pero a partir de febrero, el primer ministro Sharon -no lo era cuando acudi¨® a la Explanada- decidi¨® lanzar un ataque contra varios campos de refugiados en Cisjordania. El de Balata, en las cercan¨ªas de Nabl¨²s, es de los m¨¢s combativos, y fue el m¨¢s castigado. Ciento ochenta palestinos fallecieron en s¨®lo dos semanas.
Entre marzo y mayo, los blindados del Tsahal invadieron las principales ciudades palestinas, excepto Jeric¨® -que ha permanecido al margen de la rebeli¨®n- y Hebr¨®n. Las ciudades estuvieron sometidas al toque de queda durante las 24 horas del d¨ªa, y los ataques a las ambulancias y la destrucci¨®n de la infraestructura civil llevaron al enviado especial de la ONU a asegurar que lo sucedido en Yen¨ªn -donde murieron cientos de civiles- fue "moralmente repugnante". Los asesinatos de dirigentes de Ham¨¢s, Yihad Isl¨¢mica y de las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa han sido frecuentes. Muy significativos, los de Ahmed Yasin y Abdelaziz Rantisi, m¨¢ximos l¨ªderes de Ham¨¢s que murieron la primavera pasada en ataques con misiles del Ej¨¦rcito israel¨ª.
Estas represalias colectivas del Gobierno israel¨ª han causado efectos devastadores sobre la econom¨ªa de los territorios palestinos, en los que los h¨¦roes son los "m¨¢rtires" suicidas y los ni?os de seis a?os juegan a hacer estallar un imaginario cintur¨®n bomba. Los repentinos e indefinidos cierres de los pasos fronterizos en la franja -adem¨¢s de la clausura del aeropuerto internacional de Gaza-, la ocupaci¨®n militar de ciudades y la imposici¨®n del toque de queda durante semanas, las prohibiciones temporales para decenas de miles de palestinos -un total de 125.000- de acudir a sus puestos de trabajo en Israel, los destrozos en los campos de cultivo israel¨ªes, la construcci¨®n del muro a lo largo de Cisjordania han arruinado, m¨¢s si cabe, la ya de por s¨ª fr¨¢gil econom¨ªa palestina.
Un informe del Banco Mundial fechado en noviembre de 2004 apunta que el 47% de los 3,5 millones de palestinos que residen en Cisjordania y en la franja de Gaza viven por debajo del nivel de la pobreza. Pero 600.000 son extremadamente pobres, no disponen siquiera de recursos para cubrir las necesidades b¨¢sicas de alimentaci¨®n o vivienda. Antes del alzamiento, un pobre de Cisjordania gastaba al d¨ªa 1,47 d¨®lares. Hoy s¨®lo dispone de 1,32 d¨®lares. Y eso en unos territorios donde los precios no son precisamente bajos.
El deterioro del nivel de vida es mayor en Gaza -donde el 13% de la poblaci¨®n sufre malnutrici¨®n y el consumo de alimentos ha ca¨ªdo un 30%- que en Cisjordania, y m¨¢s a¨²n en los campos de refugiados, algunos de ellos feudos repletos de fieles fundamentalistas. Y aunque la situaci¨®n permanezca en calma, se necesitar¨¢n dos a?os para que la econom¨ªa palestina recupere el nivel del que disfrutaba antes de septiembre de 2000, seg¨²n estima el Banco Mundial. Y es que la p¨¦rdida de ingresos para la econom¨ªa palestina en estos cuatro a?os de Intifada se sit¨²a entre los 4.000 y los 10.000 millones de d¨®lares, sin contar los da?os causados a las propiedades p¨²blicas y privadas.
As¨ª las cosas, ser¨¢n imprescindibles ingentes ayudas econ¨®micas y enormes dosis de paciencia para que no se reproduzca una tercera edici¨®n de la Intifada, si es que ha terminado la segunda.
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