Rusia concluye que la explosi¨®n de un torpedo provoc¨® la cat¨¢strofe del 'Kursk'
Mosc¨² da carpetazo a 18 meses de investigaci¨®n para esclarecer el naufragio del submarino nuclear
Rusia ha dado hoy carpetazo final a la investigaci¨®n del naufragio del submarino nuclear Kursk en la que murieron sus 118 marinos, sin llegar a una conclusi¨®n definitiva, pero ha sugerido que la explosi¨®n de un torpedo por una fuga de agua oxigenada pudo ser el detonante de la tragedia.
El almirante Vlad¨ªmir Kuroy¨¦dov, comandante en jefe de la Armada rusa, quien ha anunciado la prohibici¨®n a partir de ahora del agua oxigenada en los torpedos rusos, ha facilitado el resultado de la investigaci¨®n en rueda de prensa conjunta con el fiscal general, Vlad¨ªmir Ust¨ªnov.
Seg¨²n su relato, una reacci¨®n qu¨ªmica desencadenada al entrar en contacto el agua oxigenada (per¨®xido de hidr¨®geno) a alta concentraci¨®n con un metal como cobre o bronce pudo producir la cat¨¢strofe, en la que murieron los 118 tripulantes del submarino.
Kuroy¨¦dov, tras 18 meses de pesquisas, ha declarado que no descarta como causa "la explosi¨®n de un torpedo" a bordo.
Pero por primera vez ha relatado oficialmente la cadena de hechos que desembocaron probablemente en el mayor y m¨¢s misterioso desastre naval de la historia de la Armada rusa en tiempos de paz.
El Kursk, una de las joyas m¨¢s apreciadas de la Armada rusa, se hundi¨® en las heladas aguas del mar de B¨¢rents, en el oc¨¦ano Glacial Artico, el 12 de agosto de 2000 en el curso de unas maniobras navales.
La dram¨¢tica p¨¦rdida del submarino y de sus tripulantes sacudi¨® la conciencia nacional de los rusos y conmocion¨® internacionalmente por el terrible final de unos marinos que llegaron incluso a dejar notas escritas en las que relataron su lenta agon¨ªa.
El riesgo del agua oxigenada
En su intervenci¨®n de esta tarde, Kuroy¨¦dov no ha aludido directamente a la fuga, pero ha subrayado el "peligro" del "agua oxigenada de alta concentraci¨®n" usada desdehace muchos a?os como un componente del combustible en los torpedos.
"El peligro radica en que este l¨ªquido est¨¢ en movimiento permanente, y cuando entra en contacto con determinados metales se pueden producir las consecuencias m¨¢s imprevisibles", ha declarado.
La revelaci¨®n a nivel oficial parece confirmar anteriores datos de expertos navales que el a?o pasado achacaron el naufragio a una posible fuga de agua oxigenada.
La Armada y el gobierno ruso, que en un principio atribuyeron la tragedia a una colisi¨®n "con un submarino extranjero", a?adieron m¨¢s tarde otras dos hip¨®tesis, la explosi¨®n de un torpedo y un choque con una mina errante de la II Guerra Mundial.
Sin excluir abiertamente la colisi¨®n ni el impacto con la mina, Kuroy¨¦dov ha asegurado que la investigaci¨®n ha demostrado que cerca del Kursk no hab¨ªa ning¨²n submarino extranjero y que al principio se confundi¨® una medusa con una boya emisora de se?ales.
Los torpedos a bordo del Kursk eran propulsados por una mezcla de 200 kilos de queroseno y 1.500 kilos de agua oxigenada, que en contacto con ciertos metales descompone su f¨®rmula at¨®mica.
Por esa reacci¨®n, el agua oxigenada se separa en ox¨ªgeno por un lado y en vapor por otro, que puede alcanzar a altas temperaturas hasta 5.000 veces su volumen y crear una presi¨®n cr¨ªtica.
Aunque todo el proceso de reacciones qu¨ªmicas no est¨¢ totalmente descifrado, especialistas brit¨¢nicos ya adelantaron el a?o pasado que al Kursk pudo ocurrirle lo mismo que en 1955 al submarino de la Royal Navy Sidon.
En aquella ocasi¨®n murieron trece marinos al estallar un torpedo alimentado con per¨®xido de hidr¨®geno, combustible que fue luego desechado en Gran Breta?a pero no en Rusia.
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