M¨¢s de un mill¨®n de personas dan su ¨²ltimo adi¨®s a la reina madre en su funeral
El funeral de la reina madre tiene lugar ante la mirada de 2.100 invitados
Unos 2.100 invitados, entre los que se encuentran los reyes de Espa?a y otros miembros de la realeza europea, han asistido al funeral de la reina madre en la Abad¨ªa de Westminster. La ceremonia ha estado rodeada de fuertes medidas de seguridad y unos 2.500 polic¨ªas y miembros del comando antiterrorista de Scotland Yard estar¨¢n desplegados por la zona.
En la calle, un mill¨®n de personas de todas las edades y condiciones sociales, seg¨²n c¨¢lculos de la polic¨ªa, se han agolpado en el exterior de la iglesia para rendir su ¨²ltimo homenaje a la venerada anciana. La ruta entre la Abad¨ªa de Westminster y el palacio de Windsor estaba repleta de brit¨¢nicos que han arrojado millones de flores al paso del cortejo f¨²nebre.
M¨¢s de 25 miembros de la realeza europea, entre ellos los reyes don Juan Carlos I y do?a Sof¨ªa de Espa?a, se encontraban entre los asistentes al funeral, entre los que se contaba tambi¨¦n el Gobierno brit¨¢nico en pleno, encabezado por el primer ministro, Tony Blair.
En un desfile organizado con precisi¨®n militar y acompa?ado por la m¨²sica de 128 gaiteros escoceses, el f¨¦retro con los restos mortales de la reina madre ha salido sobre un arm¨®n de Westminster Hall, donde hab¨ªa permanecido instalada la capilla ardiente los ¨²ltimos cuatro d¨ªas.
A los ta?idos de la campana principal de la abad¨ªa -101, uno por cada a?o de la vida de la reina madre- nueve miembros de la familia real han acompa?ado a pie y a paso solemne el ata¨²d hasta la abad¨ªa, donde se han celebraron hace 79 a?os sus esponsales y hace 50 la coronaci¨®n de su esposo, el rey Jorge VI.
Ruptura con la tradici¨®n
En esa comitiva f¨²nebre caminaban el duque de Edimburgo, los pr¨ªncipes Carlos, Andr¨¦s, Eduardo, Enrique y Guillermo y -en una ruptura con la tradici¨®n, que ordena que s¨®lo participen en este desfile los familiares varones- la princesa Ana de Inglaterra, escoltados por soldados de distintos regimientos y guarniciones.
El f¨¦retro, que ha hecho su entrada en la abad¨ªa a hombros de ocho soldados de la Guardia Real, estaba cubierto por el estandarte personal de la reina madre. Sobre ¨¦l, la corona de platino forjada especialmente para su coronaci¨®n y engarzada con uno de los diamantes m¨¢s famosos del mundo, el Koh i-Noor, junto a una corona de flores blancas.
Muchas tiendas y oficinas han suspendido sus actividades para rendir tributo a la abuela m¨¢s querida en el Reino Unido y en muchos centros escolares estaba previsto tambi¨¦n interrumpir las clases para esos momentos de reflexi¨®n.
El servicio religioso ecum¨¦nico estuvo precedido de la lectura de un poema, de autor an¨®nimo, en el que se rend¨ªa homenaje al amor a la vida que caracteriz¨® a la soberana: "puedes verter l¨¢grimas porque se ha ido o puedes sonre¨ªr porque ha vivido". En su serm¨®n, el arzobispo de Canterbury, George Carey, ha rendido homenaje a la "fortaleza, dignidad y sentido del humor" de la reina madre, quien "como el sol, nos ba?¨® en su calor".
Mientras Carey hablaba, la reina Isabel II de Inglaterra escuchaba atentamente, con la cabeza inclinada, mientras el pr¨ªncipe Carlos parec¨ªa luchar por contener la emoci¨®n.
El servicio religioso ha conclu¨ªdo con la interpretaci¨®n del himno brit¨¢nico, el God Save the Queen, seguido con emoci¨®n por el p¨²blico que esperaba en el exterior de la abad¨ªa. Al t¨¦rmino del oficio, los restos mortales de la reina madre han emprendido su ¨²ltimo viaje, acompa?ados por el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra, hasta la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor (al oeste de Londres).
All¨ª ser¨¢ enterrada a primeras horas de esta tarde junto a su esposo, el rey Jorge VI, y su hija menor, la princesa Margarita -fallecida hace apenas siete semanas-, para su descanso eterno.
Al tiempo que los autom¨®viles de la comitiva f¨²nebre atravesaban el centro de Londres, la Fuerza A¨¦rea brit¨¢nica rend¨ªa homenaje a la reina madre haciendo sobrevolar dos Spitfire y un bombardero tipo Lancaster sobre las calles de la capital.
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