Adi¨®s espectacular a la reina madre
Londres fue escenario del mayor funeral p¨²blico desde el entierro de Churchill
Los restos mortales de la reina madre brit¨¢nica descansan desde ayer en el gran sal¨®n ceremonial del Parlamento de Westminster tras recorrer, en procesi¨®n solemne, hist¨®ricas avenidas de Londres. Cientos de miles de brit¨¢nicos y extranjeros vieron pasar el cortejo y formaron una cola de hasta cuatro kil¨®metros para rendir un ¨²ltimo adi¨®s a Elisabeth Bowes-Lyon, que falleci¨® el s¨¢bado a los 101 a?os. Los ritos p¨²blicos culminan el martes con el funeral en la abad¨ªa de Westminster y el entierro en Windsor. Ha sido el mayor desfile militar desde el funeral de Churchill en 1965.
Acompa?ada por la marcha f¨²nebre de Beethoven, la procesi¨®n inici¨® el recorrido, de media hora, en el palacio de San James, junto a la residencia de la reina madre. El pr¨ªncipe heredero Carlos, sus dos hijos, Guillermo y Harry, y hasta 14 miembros de la familia Windsor caminaron detr¨¢s del f¨¦retro a pie, con expresi¨®n sombr¨ªa. Incluso la princesa Ana, ¨²nica hija de la reina Isabel y el duque de Edimburgo, se sum¨® a la comitiva vestida de rigurosa etiqueta militar. Romp¨ªa con su presencia la tradici¨®n, que cede a las mujeres el honor de recibir el ata¨²d en el palacio de Westminster.
A lo largo del trayecto, se formaron filas de brit¨¢nicos y extranjeros atra¨ªdos por un espect¨¢culo regio propio de una era que parece haber llegado a su fin. Mil seiscientos oficiales de los tres ej¨¦rcitos protegieron el f¨¦retro sobre el que luc¨ªa la corona de la reina madre, especialmente tallada con un gran diamante para la coronaci¨®n de su esposo, el rey Jorge VI, en mayo de 1937. Desde su muerte, en 1952, la casa real no organizaba una ceremonia f¨²nebre de tal calibre.
Entre la pompa hubo espacio para los detalles personales. Isabel II dej¨® una simple nota de condolencia entre un ramo de flores sobre el ata¨²d. 'Un recuerdo cari?oso', se le¨ªa junto al nombre Lilibet, el apelativo familiar de la soberana. Hacia la reina se dirigi¨® tambi¨¦n uno de los tributos m¨¢s calurosos de la jornada. Un aplauso espont¨¢neo que el p¨²blico le dirigi¨® al salir del gran sal¨®n de Westminster, donde los restos mortales de su madre yacer¨¢n hasta el funeral del martes.
Elisabeth Bowes-Lyon es la segunda reina consorte cuyos restos mortales yacen en el Parlamento. El primer ministro, Tony Blair, diputados y lores salieron a recibir el cortejo detr¨¢s de la reina. El arzobispo de Canterbury, George Carey, condujo las oraciones y, durante la breve ceremonia, se observ¨® al pr¨ªncipe Carlos conteniendo las l¨¢grimas.
Mientras, frente al Parlamento, se form¨® una cola de hasta cuatro kil¨®metros. Unas 20.000 personas, de las estimadas 250.000 que siguieron la procesi¨®n, aguardaban en silencio para dar el ¨²ltimo adi¨®s a la reina madre. Hasta entonces dominaba un ambiente alegre, favorecido por el sol y la agradable temperatura de la jornada, que parec¨ªa celebrar el esp¨ªritu optimista y la eterna sonrisa de la difunta. Pero el bullicio se torn¨® sombr¨ªo mientras mayores y peque?os caminaban hacia el interior de Westminster. Sus puertas estar¨¢n abiertas hasta que el ¨²ltimo de la cola se despida de la reina madre y ¨²ltima emperatriz de India.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.