Al menos 187 muertos al estallar una bomba en un centro tur¨ªstico de Bali
Gran parte de las v¨ªctimas son extranjeros, aunque no figuran espa?oles entre ellos.- El artefacto estall¨® frente a una concurrida discoteca y casi a la par explot¨® una bomba junto al consulado de EE UU
187 muertos y 309 heridos, 90 de ellos en estado cr¨ªtico, es el ¨²ltimo y macabro balance del doble atentado de ayer contra una zona tur¨ªstica de Bali, uno de los destinos favoritos de los occidentales para sus vacaciones. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas son extranjeros, aunque no figura ning¨²n espa?ol por el momento. Las autoridades han activado un plan de emergencia para reforzar la seguridad y temen que se trate de un grupo terrorista isl¨¢mico, aunque sin viculaci¨®n con redes internacionales.
EE UU hab¨ªa advertido sobre el riesgo de atentados contra occidentales en Indonesia
El primer artefacto -un coche bomba que provoc¨® la masacre- fue colocado frente a una concurrida discoteca frecuentada por turistas extranjeros; el segundo estall¨® frente a un edificio consular de Estados Unidos. Casi a la par, en las islas indonsesias de C¨¦lebres explot¨® una bomba junto al consulado de Filipinas.
Todas las v¨ªctimas se han producido en la otra explosi¨®n, la que ha devastado el Sari Club, una discoteca de Kuta muy frecuentada por turistas extranjeros que se encontraba abarrotada en esos momento. No se conoce a¨²n con exactitud la nacionalidad de los ciudadanos extranjeros que han muerto en este atentado, aunque todo indica que la mayor¨ªa de ellos eran australianos, y tambi¨¦n se ha confirmado la muerte de un brit¨¢nico y una mujer suiza. Entre los heridos tambi¨¦n hay canadienses, franceses, alemanes y griegos.
El embajador de Espa?a en Yakarta, D¨¢maso Delario, ha afirmado que por el momento no hay ning¨²n espa?ol entre las v¨ªctimas mortales, ni entre los heridos.
Sin embargo, se siguen buscando v¨ªctimas bajo los escombros y los servicios sanitarios se ven desbordados para atender a los heridos.
La escalada de atentados ha puesto en alerta al Ej¨¦rcito indonesio, que ha reforzado los controles y las medidas de seguridad en el pa¨ªs, especialmente en torno a las explotaciones petrol¨ªferas, minas y edificios que pudieran ser objeto un un nuevo ataque.
Las autoridades indonesias creen que podr¨ªa tratarse de un grupo de terroristas isl¨¢micos, aunque no tendr¨ªan que guardar ninguna relaci¨®n con redes internacionales, en un momento en que la mirada queda inevitablemente puesta en Al Qaeda. De cualquier forma, los atentados no han sido reivindicador por el momento.
Poco antes de esa explosi¨®n, estall¨® un artefacto frente al consulado honorario de EE UU en Bali, y casi simult¨¢neamente en las islas C¨¦lebres, frente al consulado de Filipinas.
"Vi un hombre sin cabeza"
M¨¢s de seis horas han tenido que luchar los bomberos contra las llamas y el humo, mientras los servicios de socorro trataban de recuperar los cad¨¢veres de quienes murieron atrapados en el infierno de fuego en que se convirti¨® el edificio tras la explosi¨®n. Los testigos describen escenas horripilantes, en las que se entremezclan terror y caos con restos humanos descuartizados y esparcidos por toda la zona. "Vi a un hombre, que parec¨ªa indonesio, sin cabeza", ha afirmado un fot¨®grafo local.
Un oasis de paz en un pa¨ªs en conflicto
Este ataque se produce pocas semanas despu¨¦s de que Estados Unidos volviese a abrir sus misiones diplom¨¢ticas en Indonesia tras el cierre que sigui¨® a las conmemoraciones del 11-S, por miedo a nuevos ataques de la red terrorista Al Qaeda. Adem¨¢s, Washington hab¨ªa advertido sobre la actividad de grupos extremistas isl¨¢micos y expres¨® su temor a posibles ataques contra sus instalaciones o ciudadanos.
Este atentado es el m¨¢s grave perpetrado despu¨¦s del 11 de septiembre y la comunidad internacional vuelve a poner las sospechas en Al Qaeda.
La presidenta indonesia, Megawati Sukarnoputri, ha hecho un llamamiento a la calma a los ciudadanos y ha asegurado que los autores de este brutal atentado ser¨¢n detenidos. Sin embargo, ser¨¢ inevitable que el sector tur¨ªstico se resienta. A pesar de que casi todos los gobiernos occidentales recomiendan a sus ciudadanos que no viajen a numerosas zonas de Indonesia, la isla de Bali, de mayor¨ªa hind¨², siempre hab¨ªa sido considerada un oasis de paz, visitado por millones de turistas de todo el mundo.
Un destino de vacaciones en el pa¨ªs musulm¨¢n m¨¢s poblado
La isla de Bali es un sitio paradis¨ªaco, destino de millones de turistas al a?o. Seg¨²n confirmaba anoche la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica no es necesario obtener un visado para estancias tur¨ªsticas de menos de dos meses en Bali, por lo que es imposible conocer el n¨²mero exacto de espa?oles que pudieran encontrarse ayer en la isla.
Las agencias de viajes especializadas definen el lugar como un paisaje ¨²nico en el que se mezclan palmeras y arrozales; de monta?as cruzadas por riachuelos que desembocan en las famosas playas cristalinas de los cat¨¢logos. Bali se ha convertido en un t¨ªpico destino de viaje de novios.
Sin embargo, el turismo en Indonesia, centrado sobre todo en esta isla, sufre este a?o una ca¨ªda con respecto a 2001. En el primer semestre han visitado la isla dos millones de turistas, lo que supone un 1,2% menos que en el mismo periodo del a?o anterior. Este descenso del turismo es atribuido a la inestabilidad que sacude al archipi¨¦lago, donde se desarrollan conflictos separatistas.
Inmediatamente despu¨¦s de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, Indonesia sufri¨® una cancelaci¨®n masiva de reservas. En Bali, ese descenso de turistas fue del 5,6%.
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