El 'Guernica' de la ONU, tapado en tiempos de guerra
El tapiz que reproduce la obra m¨¢s famosa del pintor malague?o no se considera un fondo apropiado para las c¨¢maras en el lugar donde se ofrecen las ruedas de prensa
S¨ªmbolo de los tiempos que corren en Naciones Unidas, el tapiz del Guernica, situado la entrada del Consejo de Seguridad, est¨¢ tapado con una cortina. La censura de esta escena responde a una cuesti¨®n de est¨¦tica: el lienzo m¨¢s famoso de Picasso no es un buen fondo para las declaraciones de guerra ante las c¨¢maras. En cambio, el azul es un color m¨¢s televisivo y menos dram¨¢tico que las desgarradoras im¨¢genes de los bombardeos cuando se est¨¢ hablando del deber y la necesidad de atacar a Irak.
En el tramo donde se encuentra el tapiz, que da acceso al Consejo de Seguridad, se ha colocado el micr¨®fono en el que hacen sus declaraciones los diplom¨¢ticos y los funcionarios como el ahora famoso jefe de los inspectores, Hans Blix, o el d¨ªa 5 de febrero, el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell. Para poner un fondo neutro", seg¨²n alegan fuentes de la ONU, "la reproducci¨®n del cuadro del artista espa?ol, apareci¨® cubierta el 27 de enero -el mismo d¨ªa en el que Blix present¨® su informe sobre Irak- con una gran cortina del color de la ONU, el azul.
"Es el fondo apropiado para las c¨¢maras", explic¨® Fred Eckhard, portavoz de la organizaci¨®n internacional al ser preguntado por la desaparici¨®n del Guernica. Alg¨²n diplom¨¢tico no tan bien pensado cree la raz¨®n es que "no ser¨ªa conveniente que el embajador de EE UU ante la ONU, John Negroponte, o el mismo Powell, hable de guerra rodeado de mujeres, ni?os y animales que gritan con horror y muestran el sufrimiento de un bombardeo". Y apostillan: "Menos a¨²n cuando esa guerra comenzar¨¢ con una campa?a a¨¦rea".
Donado por Nelson A. Rockefeller
La reproducci¨®n, un tapiz prestado por la familia Rockefeller, recuerda precisamente el bombardeo que durante la guerra civil espa?ola la aviaci¨®n alemana perpetr¨® contra la poblaci¨®n de Guernica, en 1937. La obra, que fue encargada por Rockefeller en 1955, tiene tres metros de alto y casi siete de largo y fue confeccionada en el taller del maestro J. de la Baume-Durrbach, en la localidad francesa de Var.
El tapiz, uno de los autorizados personalmente por Picasso, fue donado por Nelson A. Rockefeller y se coloc¨® el 13 de septiembre de 1985 en una ceremonia en la que fue descubierto por el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar. La reproducci¨®n qued¨® as¨ª como un permanente recordatorio de las atrocidades de un conflicto b¨¦lico en una organizaci¨®n que tiene como misi¨®n principal "preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra", seg¨²n el pre¨¢mbulo de la Carta de las Naciones Unidas.
Y con tal fin, su art¨ªculo primero establece que la ONU podr¨¢ "tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresi¨®n u otros quebrantamientos de la paz". En ese mismo art¨ªculo se destaca la necesidad de lograr "por medios pac¨ªficos", y de acuerdo con "los principios de la Justicia y del derecho internacional", la soluci¨®n de las "controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz".
Y para que el recordatorio del Guernica estuviera m¨¢s presente en la mente de todos, el tapiz se instal¨® en el pasillo que da entrada al Consejo de Seguridad, ¨®rgano que tiene el mayor poder de decisi¨®n y al que se considera encargado de velar por esa paz y seguridad internacional. El 11 de septiembre, Annan hizo tocar la "campana de la paz", una tradici¨®n que se repite todos los a?os al inicio de cada sesi¨®n de la Asamblea General.
Pero al d¨ªa siguiente, el presidente de los EE UU, George W. Bush, declar¨® a Irak como una amenaza para su pa¨ªs y desde entonces en la organizaci¨®n internacional se escucha m¨¢s la palabra guerra que paz. En la ONU son muy pocos los que dudan de que, con m¨¢s de 100.000 soldados estadounidenses desplegados en el Golfo P¨¦rsico, la guerra comenzar¨¢ en las pr¨®ximas semanas. Y as¨ª hay quien piensa que "quiz¨¢ por ¨¦tica, m¨¢s que por est¨¦tica, lo mejor sea cubrir el Guernica para no ofender el sufrimiento que representa".
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