El cient¨ªfico sospechoso de los env¨ªos de ¨¢ntrax se querella contra el Gobierno de EE UU
El doctor Steven Hatfill alega que arruinaron su reputaci¨®n al describirle como "persona de inter¨¦s" en el caso
El cient¨ªfico que fue se?alado por las autoridades estadounidenses como ¨²nico sospechoso de la campa?a de ataques con ¨¢ntrax, que sembr¨® el p¨¢nico en Estados unidos poco despu¨¦s de los atentados del 11-S, ha presentado hoy una querella judicial contra el Gobierno por difamaci¨®n. Dos a?os despu¨¦s, el caso contin¨²a sin resolver.
El doctor Steven Hatfill alega que al describirle como "persona de inter¨¦s" en el caso, el fiscal general, John Ashcroft, y otros funcionarios del Gobierno han arruinado su reputaci¨®n y sus perspectivas profesionales. Seg¨²n Hatfill, quien se encuentra bajo constante vigilancia, el Gobierno ha querido convertirle en un chivo expiatorio para camuflar el hecho de que no ha podido encontrar al culpable de los env¨ªos de ¨¢ntrax.
"Ashcroft actu¨® para proteger a su departamento, su futuro pol¨ªtico y su imagen p¨²blica a costa de los derechos constitucionales del doctor Hatfill", dice la querella, con la que el cient¨ªfico reclama una compensaci¨®n por parte del fiscal general, el Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), entre otras instancias.
Un caso sin resolver
Al menos cinco personas murieron y otras 17 cayeron enfermas al entrar en contacto con esporas de ¨¢ntrax enviadas por carta a diversos medios de comunicaci¨®n y oficinas gubernamentales en octubre de 2001. Los env¨ªos, que empezaron d¨ªas despu¨¦s de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Washington y Nueva York, causaron una psicosis colectiva en EE UU y en muchos otros pa¨ªses del mundo y fueron atribuidos en un primer momento al terrorismo internacional.
Aunque las fuerzas de seguridad indican que no existen cargos contra Hatfill y ¨¦l niega cualquier implicaci¨®n en el caso, el cient¨ªfico es la ¨²nica persona declarada "de inter¨¦s" en la investigaci¨®n. El experto en bioterrorismo hab¨ªa trabajado en el Instituto de Investigaci¨®n de Enfermedades Infecciosas de las Fuerzas Armadas en Fort Detrick, en Frederick (Maryland), donde estaba la cepa de ¨¢ntrax enviada a las v¨ªctimas.
Los investigadores del caso han registrado en numerosas ocasiones el domicilio de Hatfill y el de su novia pero nunca le han encontrado nada que pudiera relacionarle con el caso. Hasta el momento, las autoridades no han detenido a nadie en relaci¨®n con el caso.
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