Francia reitera que no derrocar¨¢ al presidente marfile?o para calmar a miles de manifestantes

Las tropas francesas desplegadas en Costa de Marfil no tienen intenci¨®n alguna de forzar la ca¨ªda del presidente del pa¨ªs, Laurent Gbagbo, seg¨²n ha explicado esta tarde su comandante, el general Henri Poncet. Su misi¨®n es proteger a sus conciudadanos en el pa¨ªs africano, seg¨²n este militar. Los soldados franceses han intervenido con disparos al aire para tratar de dispersar a los miles de manifestantes que se han congregado en los alrededores del palacio presidencial Abiv¨¢n —capital econ¨®mica del pa¨ªs—, despu¨¦s de que la radio p¨²blica instara a los ciudadanos a formar un "escudo humano" para proteger a Gbagbo.

Alrededor de 1.200 extranjeros, en su mayor¨ªa francesas, se encuentran refugiados en ese campamento militar, situado cerca del aeropuerto, para escapar de las milicias rebeldes. Las tropas francesas han desplegado tambi¨¦n veh¨ªculos blindados en el barrio de Cocody, objeto de saqueos en las ¨²ltimas 48 horas. Sin embargo, estas operaciones militares en un barrio que sirve de residencia a numerosos occidentales y diplom¨¢ticos han enfurecido a los habitantes de la ciudad, casi tanto como que el campamento franc¨¦s se encuentre a menos de un kil¨®metro de la residencia de Gbagbo. Varias personas han declarado a la agencia de noticias France Presse que "van a expulsar a los soldados franceses", y han afirmado que, como dec¨ªan las consignas de la radio estatal, temen un golpe de Estado contra el presidente.

Violencia "inaceptable"

El pasado s¨¢bado, la aviaci¨®n de Costa de Marfil bombarde¨® las posiciones francesas, seg¨²n han dicho "por error", causando la muerte a nueve soldados de ese pa¨ªs y heridos a otros 34. En represalia por este ataque, los franceses destruyeron dos cazabombarderos y seis helic¨®pteros marfile?os, lo que enfureci¨® a decenas de miles de personas en Abiy¨¢n, que se dedicaron a saquear y sembrar el p¨¢nico entre los occidentales. El Ej¨¦rcito franc¨¦s reconoci¨® anoche haber disparado contra los saqueadores; el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja ha cifrado hoy en 410 los heridos en estos enfrentamientos.

Ya entonces el ministro de Exteriores franc¨¦s, Michel Barnier, asegur¨® haber llamado a Gbagbo para explicarle que no era su intenci¨®n derrocarle; seg¨²n ha dicho, s¨®lo reaccionaron ante un ataque inesperado y ante la "inaceptable" violencia posterior. Ahora "la situaci¨®n est¨¢ bajo control, pero sigue siendo tensa", seg¨²n explic¨® a ¨²ltima hora de ayer la ministra francesa de Defensa, Mich¨¨le Alliot-Marie. Los primeros refuerzos anunciados (300 soldados procedentes de Libreville, en Gab¨®n) hab¨ªan llegado a Abiy¨¢n y se esperaba a otros 300 paracaidistas, 60 gendarmes y un avi¨®n con equipamiento m¨¦dico.

Entre dos fuegos

Las tropas del Gobierno marfile?o se retiraron ayer detr¨¢s de la l¨ªnea de alto el fuego que separa las dos zonas en las que est¨¢ partido el pa¨ªs, y en la que se encuentran la fuerza de interposici¨®n de la ONU (6.000 soldados) y los franceses (unos 4.000) encargados de evitar la guerra civil. Las tropas francesas desembarcaron en Costa de Marfil tras el acuerdo de paz firmado en enero de 2003, y desde entonces se han enfrentado a las denuncias del Gobierno, que considera que favorecen a los rebeldes y no aseguran como deber¨ªan su desarme. Los seguidores de Gbagbo, conocidos como los J¨®venes Patriotas y responsables de los disturbios de ayer, han exigido reiteradamente su retirada.

Pero tambi¨¦n los rebeldes les acusan de aliarse con el Gobierno y hacer la vista gorda ante los ataques de ¨¦ste. La situaci¨®n ha ido a peor en las ¨²ltimas dos semanas, despu¨¦s de que expirase la fecha l¨ªmite para el desarme pactado en Ghana el pasado mes de julio. Los rebeldes se niegan a cumplir su parte porque consideran que el Gobierno tampoco ha hecho sus deberes. Aquellos agrupados pol¨ªticamente en las llamadas Fuerzas Nuevas se retiraron poco despu¨¦s del Ejecutivo de unidad, y Gbagbo procedi¨® a bombardear desde el aire su basti¨®n, la ciudad norte?a de Bouak¨¦, y otras tres ciudades insurgentes.