Un pueblo bajo sospecha
La polic¨ªa de una localidad costera de EE UU pide muestras de ADN a sus vecinos para esclarecer el asesinato de una mujer en 2002
Tras vivir en Nueva York, Londres y Par¨ªs, Christa Worthington decidi¨® retirarse a un tranquilo pueblo costero de Nueva Inglaterra con su hija Ava, de dos a?os, desde donde sigui¨® trabajando como periodista especializada en moda. Hasta el d¨ªa de Reyes de 2002, cuando fue hallada muerta en la caba?a en la que viv¨ªa. Ava segu¨ªa aferrada al cuerpo sin vida de su madre. La polic¨ªa de Truro, una localidad de 790 habitantes en la distinguida zona de Cape Code (en el Estado norteamericano Massachussetts), ha agotado desde entonces todos los recursos para hallar al culpable, y ahora apura su ¨²ltimo cartucho: quiere conseguir muestras de ADN de todos los hombres del pueblo para compararlo con el obtenido del semen hallado en el cad¨¢ver.
El departamento de polic¨ªa de Truro, dirigido por el sargento David Perry, se ha dedicado a visitar las tiendas, la oficina de correos y otros lugares p¨²blicos solicitando la colaboraci¨®n de los ciudadanos; los agentes explican que se trata de una colaboraci¨®n voluntaria pero que aquellos que no se presten a ello ser¨¢n vigilados atentamente, seg¨²n informa en su edici¨®n de Internet el diario estadounidense The New York Times. "Estamos tratando de encontrar a alguien que tiene algo que esconder", ha precisado Perry. Esta iniciativa es poco com¨²n en Estados Unidos, seg¨²n los expertos consultados por el peri¨®dico, aunque se ha llevado a cabo en varias ocasiones en Europa.
En el pueblo madrile?o de Algete, Eva Blanco, de 16 a?os, fue violada y apu?alada el 19 de abril de 1997. El alcalde del pueblo, Jes¨²s Herrera, promovi¨® entonces una iniciativa para someter a los 2.013 vecinos a una prueba de ADN, que fue rechazada por el juez que investiga el caso. Tambi¨¦n en esta ocasi¨®n se trataba de comparar a partir de los restos de semen hallados en el cuerpo de la v¨ªctima.
Dos a?os de investigaciones, una recompensa de 25.000 d¨®lares (algo m¨¢s de 19.200 euros) y hasta un libro (Ed¨¦n Invisible, de Maria Flook) no han permitido avanzar en el caso de Christa Worthington. Su ex novio y otros posibles sospechosos (entre ellos, el padre de Ava, casado con otra mujer) fueron investigados y descartados. De hecho, hasta este ¨²ltimo cartucho tiene la p¨®lvora mojada: la polic¨ªa busca al hombre que dej¨® el semen hallado en el cad¨¢ver al mantener relaciones sexuales con la mujer, pero no asegura que sea el asesino. "Necesitamos hablar con esa persona, que puede ser simplemente la ¨²ltima que la vio con vida", ha explicado Perry.
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