El Papa bendice a los fieles pero no preside la misa del Domingo de Ramos

El Papa Juan Pablo II ha bendecido hoy desde la ventana de su estudio del Vaticano a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro de Roma con motivo del Domingo de Ramos, aunque por primera vez en sus 26 a?os de pontificado no ha presidido la misa de este d¨ªa.

Con un ramo de olivo en la mano, el anciano Pont¨ªfice, de casi 85 a?os, permaneci¨® asomado durante unos momentos, mientras saludaba y bendec¨ªa en silencio a los congregados, que le recibieron con aplausos y v¨ªtores.

Su aparici¨®n p¨²blica tuvo lugar al t¨¦rmino del Angelus tras la tradicional misa del Domingo de Ramos, que por primera vez en el actual pontificado no fue presidida por el Papa sino por el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini.

Juan Pablo II sigui¨® la celebraci¨®n por televisi¨®n, seg¨²n indic¨® el sustituto de la Secretar¨ªa de Estado, el arzobispo Leonardo Sandri, que ley¨® a los congregados un texto en nombre del Pont¨ªfice, en el que ¨¦ste inst¨® a los j¨®venes a "ser testimonio de la cruz" en todo el mundo.

El Papa record¨® en su mensaje que hoy se celebra, junto con el Domingo de Ramos, la jornada mundial de la juventud a nivel diocesano, una festividad "que contiene un don especial, el de la alegr¨ªa unida a la cruz".

"Energ¨ªa proveniente de la cruz"

La bendici¨®n y el mensaje del Papa Wojtyla se producen cuando se cumple una semana de su regreso al Vaticano tras ser dado de alta del Policl¨ªnico Gemelli de Roma, donde el pasado 24 de febrero fue sometido a una traqueotom¨ªa a ra¨ªz de una crisis respiratoria aguda.

Aunque no estuvo presente f¨ªsicamente en la misa de hoy, el primero de los ritos de la Semana Santa, la ventana del estudio de Juan Pablo II permaneci¨® abierta durante toda la celebraci¨®n, con una gran palma apoyada en el marco.

Durante la liturgia, el cardenal Ruini hizo referencia al Pont¨ªfice y destac¨® la "energ¨ªa proveniente de la cruz", que -afirm¨® en la homil¨ªa- "hoy trasluce con especial claridad del rostro fatigado del Santo Padre".

Tambi¨¦n estuvo dedicada al Papa Wojtyla la primera plegaria de los fieles, en la que se pidi¨® que "su testimonio de fe a Cristo sea para todos los j¨®venes del mundo un ejemplo y modelo del amor supremo".

La misa estuvo precedida por la tradicional procesi¨®n de sacerdotes, obispos y cardenales hasta el obelisco central de la Plaza de San Pedro, desde donde el cardenal Ruini bendijo las palmas y los ramos de Olivo.