El Papa pens¨® en renunciar al cargo tras el jubileo de 2000, seg¨²n escribi¨® en su testamento
Juan Pablo expres¨® en 1982 su deseo de ser enterrado en su Polonia natal pero dej¨® la decisi¨®n final en manos de los cardenales
"Estad alerta, porque no sab¨¦is qu¨¦ d¨ªa nuestro Se?or vendr¨¢". As¨ª comienza el testamento espiritual del Papa, escrito en polaco de su pu?o y letra y dado a conocer hoy por el Vaticano en esta lengua y en italiano. El documento revela que Juan Pablo II, muerto el pasado s¨¢bado a los 84 a?os y cuyos funerales se celebran ma?ana, se plante¨® renunciar al pontificado tras el jubileo del a?o 2000. Otro de los detalles relevantes del documento, de 15 p¨¢ginas, es que el Sumo Pont¨ªfice pens¨® en la posibilidad de ser enterrado en su Polonia natal, seg¨²n una nota escrita en 1982, aunque finalmente dio libertad de decisi¨®n a los cardenales pero les exigi¨® ser inhumado bajo tierra.
El grueso del testamento est¨¢ fechado el 6 de marzo de 1979 e incluye varios retoques y a?adidos posteriores, de los a?os 1980, 1982, otra vez en 1982, 1985 y 2000. Arranca con el lema de su pontificado Totus Tuus ego sum (Soy todo tuyo), recuerda que es precisio estar atento, ya que no se sabe "el d¨ªa en el que llamar¨¢ el Se?or" y desde ese momento se pone en manos de "la Madre de mi Maestro". "En estas manos pongo a la Iglesia, a mi naci¨®n y a toda la humanidad", a?ade. En el texto principal, que comenz¨® a escribir tan s¨®lo un a?o despu¨¦s de su elecci¨®n y despu¨¦s de releer el de Pablo VI, Karol Wojtyla deja para sus exequias "las mismas ¨®rdenes que dio Pablo VI de ser sepultado sobre la tierra y no en un sarc¨®fago", un deseo que ha sido respetado por los cardenales.
Cambio de opini¨®n
En una cuartilla a?adida en 1982 deja la decisi¨®n sobre el lugar en manos del Consejo Cardenalicio y de sus "compatriotas" (en referencia al arzobispo de Cracovia y al Consejo General del Episcopado de Polonia). En ella se percibe el amor del Papa por Polonia y que su coraz¨®n est¨¢ dividido entre Cracovia, de la que fue arzobispo y cardenal, y Roma, cuna de la cristiandad. Sin embargo, en 1985 cambia de idea. El 1 de marzo de ese a?o escribe que "el Colegio de Cardenales no tiene ninguna obligaci¨®n de interpelar a los compatriotas, aunque puede hacerlo si por cualquier motivo lo encuentra justo". Siguiendo la tradici¨®n, los purpurados decidieron que ser¨¢ enterrado en la cripta de la Bas¨ªlica de San Pedro del Vaticano, muy cerca de la tumba del ap¨®stol. Sin embargo, su pa¨ªs reclam¨® que fuera llevado a Cracovia, o al menos su coraz¨®n.
Sobre su dimisi¨®n, durante los ejercicios espirituales de 2000 record¨® las palabras que le dijo el cardenal primado de Polonia Stefan Wyszynski cuando fue elegido: "La obligaci¨®n del nuevo Papa ser¨¢ introducir a la Iglesia en el tercer milenio". Teniendo en cuenta que cumpli¨® ese a?o los 80, la edad de jubilaci¨®n de los cardenales, le atorment¨® el pensamiento de si no deber¨ªa renunciar tambi¨¦n ¨¦l, pero concluye que permanecer¨ªa al frente de la Iglesia hasta que Dios quisiera. "A medida que el A?o Jubilar avanza se cierra detr¨¢s de nosotros el siglo XX y se abre el XXI. Seg¨²n los dise?os de la Providencia, me ha tocado vivir en el dif¨ªcil siglo y ahora es necesario preguntarse si no es tiempo de repetir como el b¨ªblico Sim¨®n 'Nunc dimittis" ("He visto al Se?or y ya puedo morir").
Salvado por la "divina providencia"
Y agrega: "El 13 de mayo de 1981 -el d¨ªa que el turco Al¨ª Agca intent¨® asesinarlo en la plaza de San Pedro- la Providencia Divina me ha salvado, Dios me ha prolongado la vida y desde ese momento pertenece a¨²n m¨¢s a ?l. Espero que me ayude a reconocer hasta cuando tiempo debe continuar con este servicio, al que me llam¨® el 16 de octubre de 1978. Espero tambi¨¦n que la misericordia de Dios me d¨¦ las fuerzas necesarias". El Papa siempre sostuvo, como reitera en su documento de ¨²ltimas voluntades, que la Virgen de F¨¢tima desvi¨® la bala y que el atentado es el tercer secreto revelado a los pastores. Aunque salv¨® la vida, una de las balas le perfor¨® el abdomen y dio inicio a una larga y dolorosa batalla por su salud.
Repleto de consideraciones pol¨ªticas, como que "la ca¨ªda del comunismo ha tra¨ªdo consigo otros problemas" y que gracias a la "providencia divina" la guerra fr¨ªa termin¨® sin el "violento conflicto nuclear", el legado p¨®stumo de Karol Wojtyla contine, sobre todo, reflexiones espirituales. En el documento, agradece "a todos" su apoyo y tambi¨¦n pide a todos "perd¨®n" por los errores que haya podido cometer durante sus 26 a?os y medio al frente de la Iglesia. Adem¨¢s, pide a todos los files que recen por ¨¦l y palabras de agradecimiento para su secretario, Estanislao Dziwisz, recuerda a sus padres y hermanos -todos fallecidos cuando ¨¦l era joven- y en otro apartado tambi¨¦n habla con gratitud del que fuera rabino jefe de Roma, Elio Toaf.
En la carta, le¨ªda ayer por la congregaci¨®n de cardenales, el Papa no deja legado material alguno y solicita que sus notas personales sean quemadas: "No dejo nada, ninguna propiedad de la que sea necesario disponer. Respecto a las cosas de uso diario que me serv¨ªan, pido que sean distribuidas como se considere oportuno. Los apuntes personales tienen que ser quemados". En el texto, recorre varias etapas de sus 26 a?os de Pontificado, incluidos los momentos m¨¢s duros de su enfermedad. A pesar del calvario que sufri¨®, el fallecido Papa siempre estuvo "preparado para la muerte", seg¨²n escribi¨® todas las veces que retoc¨® el testamento. "A todos quiero decir s¨®lo una cosa: Dios os recompense", concluye el Papa, que cierra el testamento con la frase en lat¨ªn: "En tus manos encomiendo mi esp¨ªritu".
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