La inculpaci¨®n del l¨ªder republicano DeLay sacude a un Bush criticado por el Katrina e Irak
La renuncia del l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara Baja pone en entredicho el futuro de la agenda legislativa de la Casa Blanca
La inculpaci¨®n del jefe de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, Tom DeLay, se suma al torrente de cr¨ªticas por la mala gesti¨®n del hurac¨¢n Katrina y a la creciente conciencia cr¨ªtica por la guerra en Irak, lo que debilita a¨²n m¨¢s la popularidad del presidente George W. Bush menos de un a?o despu¨¦s de su reelecci¨®n. DeLay fue acusado ayer de manejo ilegal de fondos electorales, un cargo que conlleva una pena m¨¢xima de dos a?os de c¨¢rcel.
En cumplimiento de las normas internas de su partido, DeLay se vio obligado a presentar su renuncia, aunque mantiene su esca?o, lo que pone en duda el futuro de la agenda legislativa de la Casa Blanca, que hab¨ªa confiado en la direcci¨®n de este tejano para lograr sus proyectos. En su nivel m¨¢s bajo de aceptaci¨®n a los sondeos desde que lleg¨® a la Casa Blanca en 2001, Bush pierde su correa de transmisi¨®n con Congreso en un momento en el que el programa pol¨ªtico de su segundo mandato est¨¢ comprometido. A m¨¢s largo plazo, la inculpaci¨®n de DeLay por un delito de financiaci¨®n ilegal de su partido es un mal presagio para los republicanos de cara a las elecciones legislativas de noviembre de 2006, seg¨²n estiman los expertos.
Amonestado tres veces por sus t¨¢cticas
Por su fuera poco el esc¨¢ndalo DeLay, su hom¨®logo en el Senado, Bill Frist, tambi¨¦n est¨¢ siendo investigado por supuestas irregularidades financieras, aunque de momento no ha sido acusado formalmente. Ambos casos crean un ambiente perjudicial tanto para la Casa Blanca como para los republicanos. A DeLay se le conoce como el martillo por sus t¨¢cticas de presi¨®n sobre sus correligionarios para conseguir su voto en un sistema pol¨ªtico donde la disciplina de partido es generalmente laxa. Esos m¨¦todos le han hecho meterse en terreno pantanoso y DeLay ya ha recibido tres reprimendas del Comit¨¦ de Etica del Congreso. Pero al presidente Bush le ha servido bien.
Durante sus tres a?os como l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, DeLay garantiz¨® la aprobaci¨®n de sus sucesivos recortes fiscales, una ampliaci¨®n de las ayudas m¨¦dicas para los ancianos y varios acuerdos comerciales. Por ello, la Casa Blanca sentir¨¢ su falta, en un momento en que realmente le necesita. La victoria clara de Bush en los comicios de 2004, al contrario que en la elecci¨®n de 2000, auguraba una Presidencia ambiciosa y con energ¨ªa renovada. Ambici¨®n s¨ª que hubo, pero la continuaci¨®n de la violencia en Irak y un plan para la privatizaci¨®n parcial del sistema de pensiones que no convenci¨® a los estadounidenses minaron el vigor pol¨ªtico del presidente.
Sin comentarios en la Casa Blanca
A finales de julio, la Casa Blanca logr¨® los primeros resultados, con la aprobaci¨®n de la ley energ¨¦tica y el acuerdo de libre comercio con Am¨¦rica Central y Rep¨²blica Dominicana, despu¨¦s de que DeLay alargase la votaci¨®n de 15 minutos a una hora para presionar a los legisladores. El respiro que Bush consigui¨® entonces se lo llev¨® por delante el hurac¨¢n Katrina, que asol¨® Misisipi, Alabama y Luisiana el 29 de agosto. Bajo un alud de cr¨ªticas y sin la influencia de DeLay, la capacidad de la Casa Blanca para lograr el apoyo del Congreso a sus prioridades est¨¢ en entredicho. DeLay achac¨® ayer la acusaci¨®n a una "represalia pol¨ªtica" y dijo que no impedir¨¢ a su partido impulsar "una agenda muy ambiciosa y agresiva".
El republicano dijo que "hay que hacer algo" con los altos precios del combustible, la seguridad de las pensiones, la seguridad de las fronteras, la inmigraci¨®n ilegal y la "responsabilidad fiscal". "Y haremos todo eso en las pr¨®ximas semanas", sentenci¨®. El futuro de estas iniciativas depende en gran medida del l¨ªder de la mayor¨ªa republicana, pues el cargo da el poder de decidir qu¨¦ propuestas de ley considera la C¨¢mara de Representantes y cu¨¢ndo. Los republicanos optaron anoche por una decisi¨®n r¨¢pida y escogieron a Roy Blunt, hasta ahora n¨²mero tres en la C¨¢mara de Representantes, para reemplazar a DeLay. El portavoz presidencial, Scott McClellan, no quiso especular sobre el efecto de la retirada de DeLay: "Seguiremos avanzando con los miembros del Congreso para avanzar en las prioridades de los estadounidenses".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.