Cuesti¨®n de justicia, no de venganza
La justicia de EEUU condena a un ex viceministro salvadore?o a indemnizar a cinco familias v¨ªctimas de torturas
"El que sufri¨® no se venga al pedir justicia", expres¨® a manera de conclusi¨®n la abogada espa?ola Almudena Bernabeu, quien represent¨® a cinco v¨ªctimas de violaciones a los derechos humanos durante la guerra civil salvadore?a en un sonado juicio celebrado en la ciudad estadounidense de Memphis que finaliz¨® el viernes pasado y que encontr¨® culpable de cr¨ªmenes de lesa humanidad al coronel retirado y ex viceministro de Defensa de El Salvador Nicol¨¢s Carranza. El ex oficial tendr¨¢ que pagar en total seis millones de d¨®lares en indemnizaciones a las v¨ªctimas por da?os y perjuicios.
Almudena Bernabeu, de 33 a?os y nacida en Alicante, pero residente en Estados Unidos, asegur¨® estar orgullosa por haber representado a cinco salvadore?os; unos fueron torturados y los familiares de otros fueron asesinados por los militares. "Estoy alegre porque ganamos el juicio, pero el mensaje a EE UU y a El Salvador es que no hay meta pol¨ªtica ni econ¨®mica que justifique la muerte y el dolor de miles de personas. La impunidad del responsable nunca fue la elecci¨®n de la v¨ªctima, sino de quienes fueron responsables del da?o. Estos casos han sido ganados y quienes trabajamos en ellos intentamos que esta confusi¨®n conceptual termine. El que sufri¨® no se venga por pedir justicia y solo ¨¦l, si quiere, es quien puede perdonar", asegur¨® la abogada, que forma parte del Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA, en sus siglas en ingl¨¦s), el mismo que ha ganado otros dos juicios civiles contra altos oficiales salvadore?os, as¨ª como casos similares en Chile, Honduras y Bosnia.
El coronel Carranza fue un "todopoderoso hombre de uniforme" entre 1979 y 1983, cuando estuvo a cargo del Viceministerio de Defensa en el departamento de Seguridad P¨²blica que ten¨ªa bajo su mando a las extintas polic¨ªas militarizadas: Guardia Nacional (GN), Polic¨ªa Nacional (PN) y Polic¨ªa de Hacienda (PH). De esta ¨²ltima fue jefe en 1983. Adem¨¢s del poder acumulado internamente, Carranza era el hombre de la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), instituci¨®n a la cual el ex embajador estadounidense en aquel momento en San Salvador, Robert White, recomend¨® "apartar de sus filas por su desprestigio", seg¨²n afirm¨® el ex diplom¨¢tico en el juicio celebrado en Memphis entre el 31 de octubre y el 18 de noviembre pasado.
Sentado en el banquillo de los acusados, Carranza neg¨® todos los cargos y hasta dijo que fue "buena gente" con los presos pol¨ªticos en la PH, y como prueba de ello argument¨® una gesti¨®n que hizo para conseguir colchones para que los presidiarios no durmieran en el suelo.
De acuerdo con el veredicto del jurado, compuesto por nueve ciudadanos estadounidenses, el ex oficial tendr¨¢ que pagar en total seis millones de d¨®lares (1,5 millones para cada una de las cuatro demandantes) en indemnizaciones a las v¨ªctimas por da?os y perjuicios, as¨ª como por da?os punitivos. Un quinto caso, el de Ana Patricia Ch¨¢vez, a cuyos padres asesinaron por ser maestros organizados, qued¨® anulado en Memphis, pero con posibilidades de ser llevado nuevamente a los tribunales de otro Estado de EE UU.
El caso Carranza es importante a nivel hist¨®rico. Una de las demandantes, Erlinda Franco, es la viuda de Manuel Franco, uno de los seis m¨¢ximos l¨ªderes del Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FDR) que fueron secuestrados, torturados y asesinados el 27 de noviembre de 1980. "En el momento de ser asesinados nuestros compa?eros [entre ellos el empresario Enrique ?lvarez C¨®rdoba, presidente del FDR], hac¨ªamos gestiones ingentes para que el conflicto interno no desembocara en una guerra, pero con aquello ya fue imposible... Doce a?os dur¨® la guerra, con 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos", se?al¨® Rub¨¦n Zamora, uno de los que tuvieron que encabezar el movimiento c¨ªvico no armado despu¨¦s de aquella acci¨®n, que hasta ahora no tiene ninguna reparaci¨®n judicial y que en El Salvador no se puede juzgar por la vigencia desde 1993 de una Ley de Amnist¨ªa General.
"Lo m¨¢s importante para nosotros fue establecer la responsabilidad de los mandos en los cr¨ªmenes. Nadie acus¨® a Carranza de implicaci¨®n directa en los asesinatos. La teor¨ªa de responsabilidad es la que conocemos como teor¨ªa de comando, o de mando en el mundo anglosaj¨®n. Es la teor¨ªa que, por cierto, se instaura con los tribunales internacionales de Nuremberg, cuando EE UU y los aliados juzgaron a la c¨²pula nazi en Alemania. Esa teor¨ªa nos indica que los superiores responden por lo que hagan sus subalternos, adem¨¢s, por no evitar y por no castigar sus delitos", finaliz¨® la joven jurista, Almudena Bernabeu, que tambi¨¦n ha llevado a la justicia en EE UU a los ex ministros de Defensa de El Salvador, Eugenio Vides y Guillermo Garc¨ªa, as¨ª como al capit¨¢n ?lvaro Saravia, a quien un tribunal de California encontr¨® culpable de haber participado en el asesinato del Arzobispo ?scar Romero, en 1980.
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