Un juez de EE UU ordena deportar a Ucrania al nazi John Demjanjuk
El magistrado acusa al antiguo militar alem¨¢n de participar en el exterminio de jud¨ªos
John Demjanjuk, acusado de haber colaborado en el exterminio de cientos de miles de jud¨ªos durante la ocupaci¨®n nazi, ser¨¢ expulsado de Estados Unidos y entregado a Ucrania, su lugar de origen. Demjanjuk, durante a?os identificado err¨®neamente como Iv¨¢n el Terrible, no ser¨¢ deportado por los cr¨ªmenes cometidos durante la II Guerra Mundial sino por un delito contra las leyes de inmigraci¨®n, al ocultar su pasado en el Ej¨¦rcito nazi. Su abogado recurrir¨¢ la decisi¨®n del juez que ha ordenado hoy su expulsi¨®n.
El magistrado Michael Creppy -el juez federal con m¨¢s experiencia en los tribunales de inmigraci¨®n- ordena la deportaci¨®n de John Demjanjuk por falsear los impresos de entrada a Estados Unidos, que todav¨ªa preguntan a los turistas y visitantes si en su pasado hay alguna relaci¨®n con el Ej¨¦rcito de la Alemania nazi. Aunque la expulsi¨®n est¨¢ basada en falsedad documental, el juez insert¨® en su argumentaci¨®n la descripci¨®n de hechos que ¨¦l considera probados. Creppy afirma que hay pruebas suficientes para confirmar que Demjanjuk, de 85 a?os, particip¨® "activamente en la exterminaci¨®n de jud¨ªos" en varios campos de concentraci¨®n.
El periplo de Demjanjuk en Estados Unidos fue tranquilo durante sus dos primeras d¨¦cadas de residencia en este pa¨ªs, al que lleg¨® inmediatamente despu¨¦s del fin de la guerra. En 1951 consigui¨® la nacionalidad estadounidense mientras se ganaba la vida como un trabajador m¨¢s en una factor¨ªa de autom¨®viles en Cleveland (Ohio). A principios de los 70, un grupo dedicado a la localizaci¨®n de antiguos criminales de guerra alert¨® al Departamento de Justicia sobre la verdadera identidad de Demjanjuk. En realidad, la investigaci¨®n buscaba a un individuo distinto: trataban de encontrar al llamado Iv¨¢n el Terrible, un militar nazi acusado de participar en la muerte de 870.000 personas en el campo de concentraci¨®n de Treblinka.
Convencido de que Demjanjuk era Iv¨¢n el terrible, el Gobierno estadounidense le retir¨® la nacionalidad en 1981 y decret¨® su entrega a Israel. All¨ª fue juzgado y, en 1988, condenado a muerte por sus delitos como Iv¨¢n el Terrible, basados en testimonios de supervivientes de los campos de concentraci¨®n que creyeron identificarle como tal. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Israel revoc¨® la sentencia en 1993 al comprobar que una serie de documentos de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica -desclasificados cuando Demjanjuk llevaba cinco a?os en el corredor de la muerte israel¨ª- demostraban que Iv¨¢n el Terrible era, en realidad, otro militar, Ivan Marchenko.
Demjanjuk regres¨® a Ohio y el Gobierno de Estados Unidos restaur¨® su ciudadan¨ªa por haberle sido retirada en funci¨®n de acusaciones falsas. Un a?o despu¨¦s, cuando cre¨ªa haber recuperado la tranquilidad, el Departamento de Justicia abri¨® otra investigaci¨®n para comprobar su Demjanjuk particip¨® en los cr¨ªmenes de guerra cometidos por el ej¨¦rcito nazi, aunque no fuera Iv¨¢n el Terrible. Esa investigaci¨®n demostr¨® que Demjanjuk era uno de los militares a cargo de puestos de responsabilidad en tres campos de concentraci¨®n, especialmente en el de Sobibor (Polonia).
En 2002, EE UU volvi¨® a retirarle la nacionalidad y es ahora cuando un juez federal rechaza el recurso de Demjanjuk y ordena su deportaci¨®n. Sus abogados han anunciado que recurrir¨¢n a las dos instancias superiores, el tribunal de apelaciones de Cincinnati y el Tribunal Supremo, aunque ambos han fallado en contra de Demjanjuk en litigios anteriores sobre su destino. Un portavoz del Departamento de Justicia alab¨® la decisi¨®n del juez federal y la defini¨® como "un paso m¨¢s del Gobierno hacia la expulsi¨®n de Demjanjuk".
?l y su abogado han mantenido a lo largo de los a?os que nunca form¨® parte del Ej¨¦rcito nazi sino que fue reclutado por el ej¨¦rcito sovi¨¦tico y hecho prisionero de guerra por las tropas alemanas. Seg¨²n el abogado, John Broadley, enviar a Demjanjuk a Ucrania es como depositarlo "en una piscina de tiburones"; seg¨²n Broadley, el Gobierno de Ucrania no garantiza la erradicaci¨®n de la tortura que exigen las convenciones internacionales. El juez desestima esa petici¨®n y recuerda que Ucrania no ha perseguido judicialmente a ning¨²n criminal de guerra desde su independencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1991. Si Ucrania no aceptase a Demjanjuk, el magistrado ordena su expulsi¨®n a Polonia o Alemania, donde ser¨ªa juzgado.
El centro jud¨ªo Simon Wiesenthal alaba la decisi¨®n como "una muestra de justicia para sus v¨ªctimas, al menos simb¨®lica". Seg¨²n Elan Steinberg, director del centro Wolrd Jewish Congress en Nueva York, "que Demjanjuk sea Iv¨¢n el Terrible o alguna otra terrible persona es realmente irrelevante. Los hechos est¨¢n claros y se ha hecho justicia". La mujer de Demjanjuk entreabri¨® la puerta de la casa en las afueras de Cleveland para declarar a una emisora local de televisi¨®n que su marido "es una buena persona, de buen coraz¨®n, que no ha hecho da?o a nadie". "No estamos bien de salud. ?Qu¨¦ nos queda de vida? ?Uno o dos a?os? ?Y ahora nos hacen esto?", se pregunt¨® enfadada.
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