El Parlamento de Brasil, en la encrucijada

El Congreso de Brasil vive un momento dif¨ªcil en v¨ªsperas de las elecciones del pr¨®ximo mes de octubre, en las que se elegir¨¢n diputados y senadores. En este momento, m¨¢s de cien diputados y un pu?ado de senadores est¨¢n acusados de corrupci¨®n. Al esc¨¢ndalo del soborno de diputados para aprobar leyes del Gobierno se sum¨® el de la compra de ambulancias con sobreprecio para cientos de alcald¨ªas del pais, aprobada gracias a la ayuda de parlamentarios, que recib¨ªan sobornos a cambio.

El problema a?adido es que el 90% de los diputados y senadores contra los cuales, seg¨²n una comisi¨®n de investigaci¨®n del Parlamento, existen pruebas de corrupci¨®n, se ha presentado para ser reelegidos en octubre.

Basta leer cada d¨ªa las cartas de los lectores a los diferentes diarios nacionales para escuchar una voz com¨²n de indignaci¨®n, que llega a pedir el cierre del Parlamento por la indignidad de sus componentes. Por su parte, Elio G¨¢spari, uno de los principales historiadores y analistas pol¨ªticos del pa¨ªs, cuya columna dominical se publica de forma simult¨¢nea en varios diarios, recordaba el domingo que el Parlamento brasile?o ha sido cerrado siete veces desde su creaci¨®n: en 1823, 1889, 1937, 1966, 1968 y 1977, aunque por motivos diferentes.

G¨¢spari escrib¨ªa que "el pr¨®ximo presidente recibir¨¢ aproximadamente 55 millones de votos. Basta con que flirtee con actitudes autoritarias y proponga un plebiscito para decidir la disoluci¨®n del Congreso, convocando elecciones en 180 d¨ªas. Como resultado probable, la propuesta se aprueba y el Gobierno dobla el n¨²mero de sus diputados".

Impugnaci¨®n de mandatos

La opini¨®n p¨²blica est¨¢ estos d¨ªas pendiente de una respuesta del Tribunal Superior Electoral a una reclamaci¨®n del diputado Miro Texeira, del izquierdista Partido Democr¨¢tico de Brasil (PDT), que sostiene que la Constituci¨®n obliga a los tribunales electorales a impugnar los mandatos de los ciudadanos contra los cuales el Ministerio P¨²blico o la polic¨ªa tengan pruebas de corrupci¨®n. Los diputados podr¨¢n recurrir al Tribunal Superior Electoral, que deber¨¢ dar una respuesta antes de su toma de posesi¨®n.

El problema es que, de acuerdo con la ley, tales diputados y senadores pueden tomar posesi¨®n y seguir en el cargo hasta ser juzgados y condenados en firme, lo que podr¨ªa llevar a?os. Texeira, uno de los autores de la Constituci¨®n brasile?a, insiste en que el esp¨ªritu de ¨¦sta est¨¢ por encima de todo y que la sociedad a la que representan los diputados est¨¢ a favor de dicho esp¨ªritu y enfurecida contra los parlamentarios acusados de corrupci¨®n.

A pesar de que la ley lo permite, otra de las cosas que ha extra?ado a la opini¨®n p¨²blica es el importante n¨²mero de diputados y senadores que afirman en sus declaraciones de la renta —que deben hacer p¨²blicas si desean volver a presentarse a las elecciones— que guardan grandes cantidades de dinero en efectivo en sus casas o en una caja privada en una entidad bancaria. El diputado e industrial Jo?o Lyra, del Partido del Trabajo de Brasil (PTB), declara tener en su casa 2,15 millones de reales (unos 774.000 euros). Hasta Jos¨¦ Sarney, el ex presidente de la Rep¨²blica, que se vuelve a presentar para el Senado, declara tener en su casa dinero en efectivo "para comprar cabezas de ganado".