"No estamos ganando en Irak"
El presidente Bush habla sobre Irak, las elecciones y la inmigraci¨®n
Respuesta. Un par de cosas antes de empezar. Obviamente, he estado pensando ? y hablando con mucha gente - sobre la forma de proceder en Irak y la forma de proceder en esta lucha ideol¨®gica. Quiero compartir con usted una idea que he tenido, y me inclino a creer que debemos incrementar nuestras tropas, el ej¨¦rcito, la infanter¨ªa de Marina. He hablado sobre ello con el secretario [de Defensa Robert M.] Gates, y va a pasarse un tiempo hablando con la gente del edificio y regresar¨¢ con una recomendaci¨®n sobre c¨®mo seguir adelante con esta idea. Quiero darle un poco de tiempo para asentarse. As¨ª que abordar¨¦ esto despu¨¦s de consultarlo con ¨¦l. S¨®lo quiero compartir eso con usted antes de empezar.
Pregunta Est¨¢ hablando sobre los soldados en Irak, y no...
R. No, estoy hablando sobre el tama?o total.
P. ... sobre el tama?o total del ej¨¦rcito. ?Tiene una idea aproximada sobre cu¨¢nto...?
R. Voy a esperar al secretario Gates. Como le digo, tiendo a pensar que es importante y necesario hacerlo. El motivo es que es una reflexi¨®n precisa que esta guerra ideol¨®gica en la que estamos sumidos va a durar un tiempo, y que vamos a necesitar un ej¨¦rcito que sea capaz de mantener nuestros esfuerzos y ayudarnos a lograr la paz.
P. As¨ª que usted no ha tomado una decisi¨®n sobre el propio Irak, sobre qu¨¦ hacer...
R. No, no lo he hecho. Y pasaremos m¨¢s tiempo... El secretario Gates, como ¨¦l mismo ha indicado, se dirigir¨¢ a la regi¨®n en alg¨²n momento. He de hablar con ¨¦l cuando regrese. Tengo m¨¢s consultas con el equipo de Seguridad Nacional, que se asesorar¨¢ con otras personas. Y voy a tomarme mi tiempo para asegurarme de que, cuando salga la pol¨ªtica, el pueblo estadounidense vea que tenemos un nuevo camino para alcanzar un objetivo importante, que es un pa¨ªs que pueda gobernarse, mantenerse y defenderse a s¨ª mismo.
Y una cosa que quedar¨¢ clara es que quiero que el pueblo estadounidense sepa ? y que el pueblo iraqu¨ª sepa - que esperamos que el pueblo iraqu¨ª siga tomando decisiones dif¨ªciles y realizando el duro trabajo necesario para triunfar, y nuestra labor es ayudarles a hacerlo.
P. ?Opina usted que estamos ganando en Irak?
R.Creo que una f¨®rmula interesante que utiliza el general [Peter] Pace es que “no estamos ganando, ni estamos perdiendo”. Se han producido algunos acontecimientos muy positivos. Y si retrocedemos y observamos el progreso en Irak, bueno, es sorprendente: una democracia constitucional en el coraz¨®n de Oriente Pr¨®ximo, lo cual es un hecho extraordinario en s¨ª mismo.
Creo que el verdadero problema al que hacemos frente es la violencia sectaria, con la que debemos lidiar. As¨ª que parte de mi evaluaci¨®n pol¨ªtica trata sobre c¨®mo abordarla de un modo que luego permita al pueblo iraqu¨ª vivir en una sociedad m¨¢s segura, de manera que el Gobierno pueda demostrar al pueblo lo que vale, diciendo: “Podemos ayudaros”. Y una de las principales funciones del gobierno es proporcionar seguridad a los ciudadanos. Nuestro trabajo consiste en ayudar a los iraqu¨ªes a proporcionar esa seguridad. Y presentar¨¦ un plan que nos permitir¨¢ alcanzar ese objetivo.
Por cierto, hay otras amenazas. Si lo piensa, es una guerra con m¨²ltiples frentes. Est¨¢ la discordia chi¨ª en el sur; est¨¢n los atentados sun¨ªes, buena parte de los cuales son obra de Al Qaeda. Muchos de ellos son ex baazistas y partidarios del r¨¦gimen enfadados porque Sadam ya no est¨¢ en el poder, y son una fuente de conflictos en la provincia de Al Anbar. Y tenemos una campa?a muy s¨®lida. El otro d¨ªa dije algo a lo que, supongo, la gente no prest¨® demasiada atenci¨®n, pero durante octubre, noviembre y la primera semana de diciembre, a consecuencia de nuestras acciones sobre el terreno, asesinamos o capturamos a casi 5.900 personas. Lo que pretendo decir con esto es que nuestros soldados y las tropas de la coalici¨®n est¨¢n atacando en muchas zonas.
Y luego, el tercer ¨¢mbito del conflicto, uno que suscita mucha atenci¨®n, como debe ser, es la violencia sectaria que se est¨¢ produciendo en Bagdad. Entiendo perfectamente que tenemos que ayudar a los iraqu¨ªes a lidiar con eso. As¨ª que mi idea es que muchas de nuestras sesiones estrat¨¦gicas giren en torno a c¨®mo abordar mejor este problema, y c¨®mo ayudar mejor a los iraqu¨ªes a afrontarlo. Y todav¨ªa me queda m¨¢s trabajo por hacer, y en su momento dar¨¦ a conocer el camino que debe seguir el pa¨ªs.
P. Teniendo en cuenta los resultados de las elecciones, ?aumentar el n¨²mero de soldados en Irak es siquiera una posibilidad o una opci¨®n viable?
R.S¨ª, todas las opciones son viables.
P. ?Teniendo en cuenta la voluntad pol¨ªtica que hay ah¨ª fuera?
R. Todas las opciones son viables. Creo que la gente quiere un par de cosas. Quiere ver a los dem¨®cratas y a los republicanos trabajar juntos para alcanzar un objetivo com¨²n, y quiere que ganemos en Irak. Mucha gente comprende que si abandonamos Irak, habr¨¢ consecuencias funestas, o dicho de otra manera, si nos vamos antes de acabar el trabajo. Hay algunos, bastantes, que no est¨¢n satisfechos con los progresos que se han hecho en Irak y que esperan ver una estrategia distinta para conseguir una meta importante.
P. Pero los resultados de las elecciones dieron a entender que la gente quiere poner fin a la aventura en Irak. ?sa parec¨ªa ser la clara lecci¨®n. ?Qu¨¦ muestras hay de que usted realmente est¨¦ escuchando ese parecer?
R. Yo quiero lograr el objetivo. S¨¦ que los estadounidenses est¨¢n muy preocupados por una amenaza externa, que reconocen que el fracaso en Irak envalentonar¨ªa a esa amenaza externa, y que esperan que esta Administraci¨®n escuche al pueblo, y trabaje con los dem¨®cratas, con el ej¨¦rcito y con los iraqu¨ªes para idear un plan que nos permita lograr el objetivo. No hay demasiada gente que diga: “Salid ya”. La mayor¨ªa de los estadounidenses dicen: “Queremos alcanzar el objetivo”.
P. Pero hay mucha gente que dice: “Salgamos en una retirada gradual durante un periodo de tiempo determinado”.
R. Si pensaran... Si eso nos lleva a la victoria, hay que plante¨¢rselo seriamente. Y estoy estudiando todas las opciones y escuchando muy atentamente a muchas buenas personas que tienen distintas opiniones respecto a c¨®mo actuar.
P. ?Podemos volver a la f¨®rmula del general Pace de que no estamos ganando ni perdiendo? El 24 de octubre, usted dijo: “Estamos ganando, no hay duda”. Y yo quisiera...
R. S¨ª, eso fue una muestra de mi convencimiento de que vamos a ganar. Mire, tengo cuatro circunscripciones con las que hablo de manera habitual: una es el pueblo estadounidense, cuya frustraci¨®n con los progresos en Irak est¨¢ justificada. Y esperan que el comandante en jefe y la gente de Washington apoyen a nuestros soldados. El respaldar a nuestros soldados no s¨®lo implica un buen equipo, una buena paga o una buena vivienda; tambi¨¦n significa un plan que ayude a alcanzar el objetivo.
La segunda es el enemigo. Todav¨ªa no he terminado.
P. Por supuesto.
R. El enemigo quiere saber si Estados Unidos sigue teniendo o no la voluntad de seguir comprometido en esta lucha ideol¨®gica. No cree que sea as¨ª. Eso es lo que dicen, y creo que eso es lo que piensan.
El tercer grupo con el que hablo son los iraqu¨ªes. Se preguntan si Estados Unidos tiene voluntad de ayudarles a conseguir sus objetivos. Eso es lo que se preguntan. Los l¨ªderes con los que he hablado se preguntan si s¨ª o si no, qu¨¦ significan las elecciones, qu¨¦ significa la comisi¨®n Baker-Hamilton, o qu¨¦ quiere decir el [ex] secretario [de Defensa Donald H.] Rumsfeld: eso es lo que se preguntan. Pero, en el fondo, est¨¢n diciendo: “?Van a abandonarnos de nuevo?”. Y ¨¦sa es una pregunta importante para la que ellos necesitan una respuesta, porque para que tomen decisiones complicadas y para que se arriesguen por la paz habr¨¢ que garantizarles que gozar¨¢n de apoyo. Es un grupo de gente que ha visto c¨®mo se truncaban sus esperanzas en el pasado.
Y el cuarto grupo es el ej¨¦rcito. Nuestros soldados se preguntan si nuestro pa¨ªs les respalda, y s¨ª lo hace. Se preguntan si la misi¨®n, el sacrificio y el duro trabajo que est¨¢n realizando valen o no la pena. Y deben saber por el comandante en jefe que no s¨®lo vale la pena, sino que les apoyo firmemente y creo que su trabajo llevar¨¢ a la victoria. Eso es lo que creo.
De todos modos, s¨®lo necesita saber que ¨¦sas son las personas con las que hablo cuando hablo. Y con usted, por supuesto. Usted es el filtro objetivo a trav¨¦s del cual mi... (Risas).
P. Sospecho que su mensaje sale. (Risas).
R. S¨ª quiero decir algo sobre la prensa. Espero que sea consciente de que, primero, disfruto con la relaci¨®n, y segundo, s¨¦ que es vital para mi presidencia. Ustedes no pueden existir sin m¨ª, ni yo puedo existir sin ustedes. Y por lo general respeto el duro trabajo que realiza la prensa. No respeto necesariamente cada palabra que escriben, pero aun as¨ª, respeto el hecho de que sean un grupo de gente que trabaja duro y busca la verdad. Y nos necesitamos mutuamente. Esa relaci¨®n puede ser positiva o desconfiada y da?ina. Y me esforzado mucho para que sea una relaci¨®n positiva. Y pienso que lo es, en general, creo que lo es. No albergo malos deseos, y creo que ustedes tampoco.
P. Se lo agradecemos, y no cabe duda de que usted ha sido bueno para el negocio...
R. Bien. Eso es lo que hace la gente que toma decisiones, la gente que aprovecha el momento y toma decisiones para dar a los dem¨¢s cosas sobre las que escribir.
P. Algunos de los que apoyan la guerra y a usted desde el principio han empezado a plantear p¨²blicamente la pregunta: ?en realidad ha sido la idea lo que no ha salido muy bien, o ha sido su ejecuci¨®n?
R. ?La idea de...?
P. La idea de la guerra, para empezar, y la...
R. La verdad es que nunca he hecho esa pregunta. Creo que es justificable y necesaria. Es evidente que la guerra no... los resultados sobre el terreno no se han producido con la rapidez que yo esperaba, y parte de este proceso de revisi¨®n consiste en desarrollar nuevas estrategias y t¨¢cticas para poder acelerar el triunfo. A m¨ª precisamente me gustar¨ªa ver a los soldados regresar a casa. Pero no quiero que vengan a casa sin lograr nuestro objetivo, porque comprendo lo que ocurre si hay un fracaso. Y voy a seguir repiti¨¦ndolo una y otra vez: creo que estamos en una lucha ideol¨®gica con la que nuestro pa¨ªs lidiar¨¢ durante mucho tiempo.
P. ?Puedo hacerle una pregunta sobre historia?
R. S¨ª.
P. El presidente Lincoln destituy¨® a varios de sus generales en la Guerra Civil hasta que encontr¨® a Grant.
R. ?Mirar a Abe es lo que ha motivado su pregunta?
P. ?Por qu¨¦ no ha relevado a ning¨²n general? ?El hecho de que no haya sido as¨ª indica que est¨¢ satisfecho con la estrategia militar que han seguido?
R. Estamos evaluando la estrategia, porque no hemos logrado los resultados tan r¨¢pido como quer¨ªamos, que es precisamente lo que ha dicho el secretario de Defensa, por cierto. Y las cuestiones de la cadena de mando son asuntos que se propagan a trav¨¦s del Pent¨¢gono. Hay una clara cadena de mando a la que me adhiero, y me parece importante que el comandante en jefe haga justamente eso.
A menudo he hablado sobre lo importante que me parece confiar en la opini¨®n del ej¨¦rcito cuando est¨¢ ideando planes militares como asesores clave del presidente, contrariamente a cuando el presidente determina la t¨¢ctica sobre el terreno, cosa que ha ocurrido en guerras anteriores. Tambi¨¦n me adhiero estrictamente a la estructura de mando.
P. ?Pero no hay un momento en el que usted dice: “La fastidiamos con el n¨²mero de soldados que necesitamos all¨ª, la fastidiamos con las armas de destrucci¨®n masiva, y alguien tiene que pagar por ello”?
R. Se eval¨²a continuamente a los altos mandos, y yo apoyo esa evaluaci¨®n constante. Y en la medida en que alguien crea que hay quien puede hacer un trabajo mejor, se plantear¨¢n esas recomendaciones.
P. Si analiza retrospectivamente las elecciones del mes pasado, ?las ve estrictamente como un rechazo hacia Irak y el hecho de que no estemos ganando all¨ª, o es tambi¨¦n un juicio sobre su liderazgo en general?
R. Lo he dicho en mi rueda de prensa. Creo que no hay duda de que Irak ha sido un elemento importante en las elecciones. A la gente le inquietaba la falta de progresos. La guerra es dif¨ªcil para el pueblo, sobre todo el pueblo estadounidense, que es muy compasivo. Cuando uno enciende el televisor y ve bombas y muertes, y lee sobre las decapitaciones o la violencia sectaria, Estados Unidos se inquieta. Y la gente se pregunta si tenemos o un plan que pueda tener ¨¦xito. Puedo entender ese grado de frustraci¨®n.
En segundo lugar est¨¢ la idea de que los votos de la gente en cierta manera se dieron por hechos. Tuvimos disputas ¨¦ticas, y muchos indicios que dec¨ªan que era hora... que la gente quer¨ªa un cambio. Hubo muchos... Hubo alguien que utiliz¨® las asignaciones econ¨®micas para enriquecerse; hubo sexo y toda clase de temas que enviaron el mensaje de que quiz¨¢ hab¨ªa llegado el momento de dar a otro grupo la posibilidad de gobernar. Tambi¨¦n creo que la gente est¨¢ harta del partidismo innecesario en Washington. Y lo hay en grandes dosis. Para algunos, cualquier toma de postura por parte de alguien es una oportunidad para atacar, y la gente est¨¢ cansada. Hay algunas cuestiones importantes en las que debemos trabajar juntos.
Le dir¨¦ que veo las elecciones como una oportunidad para decirnos a todos los que estamos en Washington: “Trabajemos juntos”. Eso es lo que quiere la gente. Podemos trabajar conjuntamente en temas como la energ¨ªa, la inmigraci¨®n o las reformas presupuestarias. Hay muchas cosas: la educaci¨®n, la reautorizaci¨®n de [la ley educativa] No Child Left Behind [Que ning¨²n ni?o se quede atr¨¢]. Creo que existen algunas oportunidades maravillosas.
P. ?As¨ª que no cree que est¨¦ fuera del ¨¢mbito pol¨ªtico con los dem¨®cratas que dominan en el Capitolio?
R. ?Que ahora qu¨¦?
P. Que no ha quedado fuera del plano de la pol¨ªtica nacional...
R. M¨¢s bien al contrario, m¨¢s bien al contrario. El micr¨®fono del presidente nunca ha sonado m¨¢s alto para hablar de lo que considero importante. Pero resulta que lo que yo considero importante tambi¨¦n lo es para los l¨ªderes dem¨®cratas: la seguridad energ¨¦tica, la reforma de la inmigraci¨®n o la educaci¨®n, y los republicanos del Capitolio coinciden. As¨ª que mi tarea ser¨¢ hablar sobre grandes cuestiones en las que el pueblo estadounidense espera que trabajemos tanto republicanos como dem¨®cratas.
P. ?En ciertos sentidos ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil con los dem¨®cratas? Hay algunos temas...
R. Creo que el proceso legislativo siempre es dif¨ªcil desde la perspectiva de la rama ejecutiva. Son gente con una mentalidad bastante independiente. No importa qui¨¦n est¨¦ al mando, tienden a adoptar algunas ideas del presidente, pero tienen las suyas propias. Y la tarea consiste en trabajar juntos con un esp¨ªritu colegial [sic] y constructivo para resolver algunos problemas importantes.
Hay otra cosa en la que tambi¨¦n quiero trabajar, y son los derechos. Es una cuesti¨®n dif¨ªcil, como ya sabe. La Seguridad Social se percibe como la tercera v¨ªa de la pol¨ªtica estadounidense. Siempre he hecho campa?a al respecto, las dos veces que me he presentado a la presidencia. He hablado sobre ello en el Discurso sobre el Estado de la Uni¨®n en todas las ocasiones. Es un tema del que el presidente tendr¨¢ que seguir hablando para convencer a la gente de que vale la pena correr el riesgo, el llamado riesgo pol¨ªtico, de trabajar juntos y hacer algo. Y seguiremos haci¨¦ndolo. [El secretario del Tesoro Henry M.] Paulson tomar¨¢ la delantera por nosotros y trabajar¨¢ con miembros de ambos partidos.
Le dir¨¦ algo: en una cuesti¨®n como ¨¦sta, a menos que el presidente lo intente, no ocurrir¨¢ nada. Sin la implicaci¨®n presidencial, no pasar¨¢ nada. As¨ª que tenemos una posibilidad, y voy a trabajar en ella. S¨¦ que la tarea del presidente es decir: “Esto es importante para el futuro del pa¨ªs. Trabajemos juntos”.
S¨ª se?or.
P. Precisamente sobre ese punto, ?est¨¢ dispuesto a sentarse con los dem¨®cratas en una comisi¨®n que ponga todas las opciones acerca de la Seguridad Social sobre la mesa? No s¨®lo reducciones y prestaciones, no s¨®lo cuentas privadas, sino tambi¨¦n alg¨²n aumento de los ingresos y los impuestos?
R. No veo c¨®mo se puede avanzar sin que la gente se sienta c¨®moda poniendo ideas sobre la mesa. He dejado claro que tengo una v¨ªa que lo puede conseguir, y quiero escuchar las opiniones de otros. Y eso es lo que Hank Paulson esta diciendo tanto a republicanos como a dem¨®cratas. Ser¨¢ muy importante que la gente crea que puede ser un debate pleno y amplio sobre c¨®mo avanzar.
P. Y, concretamente, ?se pondr¨¢ sobre la mesa una subida de impuestos?
R. Concretamente las cuentas personales, y todo lo que los dem¨®cratas crean que va a funcionar tambi¨¦n.
P. Ellos hablan de subidas de impuestos.
R. Que lo hagan, est¨¢ bien. Pueden venir a la mesa y hablar sobre ello. Yo he propuesto un camino que no requiere un aumento de los impuestos. Sin embargo, estoy deseando escuchar sus opiniones.
P. Pelosi [la portavoz entrante de la C¨¢mara] ha identificado seis o siete cosas que quiere que la C¨¢mara haga en las primeras 100 horas. ?Puedo pedirle su opini¨®n sobre los puntos principales de todo esto?
R. No (Risas).
P. Un aumento del salario m¨ªnimo: ?en general est¨¢ a favor o en contra?
R. En general a favor. Pero no, la respuesta es no, no puede. (Risas).
Mire, en eso consiste el reto. El reto es averiguar espec¨ªficamente qu¨¦ tienen en mente y explicarles los ¨¢mbitos en los que podemos trabajar juntos y en los que no. Estoy satisfecho con nuestra ronda inicial de conversaciones. Entiendo perfectamente que vayan a plantear esto; lo han dejado muy claro. Y quiero trabajar con ellos en temas en los que podamos encontrar puntos en com¨²n.
P. Ha mencionado usted la inmigraci¨®n. ?Prev¨¦ apoyar un acuerdo...?
R. Ahora me est¨¢ haciendo negociar conmigo mismo...
P. No, no, no. Pero todo esto es una pol¨ªtica...
R. Es lo mismo que est¨¢ intentando ¨¦l. (Risas). Es una estratagema cl¨¢sica. (Risas).
P. Se trata de su pol¨ªtica, de si prev¨¦ un acuerdo en el que coincida con los dem¨®cratas y que no goce necesariamente de un apoyo mayoritario entre los republicanos...
R. ?Recuerda el discurso que pronunci¨¦ aqu¨ª mismo, en el Despacho Oval?
P. Recuerdo varios.
R. El que trataba sobre la inmigraci¨®n. Di un largo discurso al pa¨ªs desde el Despacho Oval, en hora de m¨¢xima audiencia, sobre c¨®mo pensaba que deb¨ªamos avanzar en materia de inmigraci¨®n. Todav¨ªa lo creo firmemente. Y espero que el Congreso se una a m¨ª para elaborar un proyecto de ley exhaustivo, y espero que una mayor¨ªa de ambos partidos lo secunde.
P. Hastert [el ex portavoz de la C¨¢mara] ten¨ªa la pol¨ªtica de no presentar un proyecto de ley que no contara con un apoyo mayoritario de su grupo. ?Es importante para usted, que goza de un apoyo mayoritario de las asambleas republicanas?
R. Me interesa aprobar un proyecto de ley exhaustivo, porque creo que es vital para solventar las presiones que sufrimos en nuestra frontera.
Una de las cosas interesantes, si observa las recientes acciones que ha emprendido el Servicio de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas, es que hay mucha gente que utiliza documentos falsos para desempe?ar trabajos que los estadounidenses no realizan. Mi actitud es que deber¨ªa haber un sistema para que la gente venga a este pa¨ªs de manera temporal y cubra esas vacantes de una manera abierta, transparente, y que no genere un negocio de contrabando boyante que est¨¢ ganando dinero, un negocio de alojamiento que es ilegal, y un negocio de falsificaci¨®n de documentos que sin duda est¨¢ en marcha.
Hay mejores maneras de tratar a la gente, y mejores maneras de lidiar con el problema de encontrar trabajadores para empleos que los estadounidenses no quieren, de cubrir puestos temporalmente. Y, por tanto, eso por s¨ª solo aliviar¨¢ la presi¨®n de nuestra frontera. En otras palabras, si la gente cree que puede venir de manera temporal y legal, no tendr¨¢ que colarse, lo cual suprime este tipo de sector clandestino que ha aflorado.
Lo que le quiero decir con todo esto es que lo que dar¨¢ m¨¢s seguridad a nuestras fronteras es una reforma exhaustiva del sistema de inmigraci¨®n. Creo firmemente que es importante, y estoy deseando trabajar con gente para encontrar una v¨ªa. Me resulta dif¨ªcil predecir la din¨¢mica sobre c¨®mo gestionar¨¢ el Congreso el proyecto de ley de inmigraci¨®n. A lo que me refiero es que me parece vital y necesario, y ¨¦ste es un ¨¢mbito en el que podemos trabajar juntos para conseguirlo.
P. Quisiera volver a su primera afirmaci¨®n, porque me gustar¨ªa ampliarla un poco. Ha hablado sobre el tama?o del ej¨¦rcito. Colin Powell dec¨ªa en un programa dominical que el ej¨¦rcito est¨¢ a punto de desbaratarse. ?Cree que eso es cierto y, de ser as¨ª, se siente responsable de ello?
R. Ya lo escuch¨¦. Hemos estado transformando nuestro ej¨¦rcito para que sea m¨¢s ligero, letal y f¨¢cil de trasladar, y esa transformaci¨®n ha sido muy importante. Segundo, hemos estado modificando nuestra postura de fuerza en todo el mundo para reflejar las amenazas del siglo XXI, y ¨¦sa ha sido una reforma muy importante.
Tambi¨¦n creo que las recomendaciones que he o¨ªdo de fuera de nuestro Gobierno, y de algunos dentro del Gobierno ? sobre todo en el Pent¨¢gono - de que debemos pensar en ampliar nuestra estructura de fuerza tiene sentido, y trabajar¨¦ con el secretario Gates para hacerlo. Gates volver¨¢ y me informar¨¢....
P. ?Pero nuestro ej¨¦rcito est¨¢ pr¨¢cticamente desbaratado o no?
R. Quienes lo sabr¨ªan mejor son la gente del Pent¨¢gono. Yo no he escuchado la palabra “desbaratado”, pero s¨ª la palabra “estresado”. Mis peticiones presupuestarias reflejar¨¢n lo que muchos miembros del Congreso y el Pent¨¢gono han estado diciendo: que necesitamos restaurar nuestro ej¨¦rcito. No cabe duda de que se ha utilizado mucho al ej¨¦rcito. Y la pregunta esencial es si los republicanos y los dem¨®cratas ser¨¢n capaces de trabajar con la Administraci¨®n para garantizar a nuestro ej¨¦rcito y al pueblo estadounidense que posicionaremos a nuestro ej¨¦rcito de modo que est¨¦ listo y pueda seguir participando en una larga guerra y en esta lucha ideol¨®gica.
P. ?Puedo hacerle una pregunta sobre su ciudad?
R. ?ltima pregunta. S¨ª, ?cu¨¢l de ellas: Crawford, Midland, Houston, Dallas o Washington?
P. Washington. ?Apoyar¨ªa un proyecto de ley que diera a los residentes del distrito de Columbia un voto en la C¨¢mara de Representantes?
R. ?sta es una pregunta de Fletcher, ¨¦sta es una pregunta de Fletcher.
P. No est¨¢ preguntando sobre una cuesti¨®n en concreto. Estamos preguntando por su visi¨®n general sobre...
?Deber¨ªan los residentes del distrito de Columbia tener voto en la C¨¢mara?
R. Ver¨¦ lo que propone el Congreso. Estudiar¨¦ atentamente lo que proponga el Congreso.
P. ?Pero cu¨¢l es su visi¨®n filos¨®fica al respecto? Porque hemos ido a Irak a ofrecer libertad al pueblo iraqu¨ª, y la gente de este pa¨ªs...
R. Lo entiendo. Est¨¢ intentando hacerme opinar sobre una legislaci¨®n concreta que podr¨ªa llegar, y yo espero trabajar con el Congreso en ese sentido.
P. En realidad le estoy pidiendo que opine ...
R. ?sa es mi respuesta. (Risas).
P. ... respecto a la filosof¨ªa general sobre ...
R. S¨¦ sobre qu¨¦ me est¨¢ pidiendo que opine, y mi respuesta es que ver¨¦ lo que propone el Congreso.
P. ?Tiene raz¨®n el vicepresidente Cheney? ?Cree que Rumsfeld ha sido el mejor secretario de Defensa?
R. Creo que ha sido uno de los mejores secretarios de Defensa, y he dicho que se han producido cambios pol¨ªticos m¨¢s profundos bajo su liderazgo que en cualquier otro momento desde la formaci¨®n del Departamento de Defensa.
R. Gracias.
Traducci¨®n de News Clips

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