El caballo de Troya
Los recientes acontecimientos en la Uni¨®n Europea confirman la validez de la met¨¢fora gaullista: el Reino Unido como caballo de Troya. Hay en cambio una argumentaci¨®n muy de su ¨¦poca, sobre la funcionalidad de este caballo de Troya como guardi¨¢n del orden social, que ha quedado notablemente desfasada. Pero esta columna nos recuerda que hace 34 a?os hab¨ªa razones para que unos temieran y otros esperaran cambios sociales y pol¨ªticos protagonizados por los partidos comunistas europeos, entonces bien fuertes y activos, y por las principales centrales sindicales. Y que a pesar de la censura, alguien como MVM pod¨ªa expresarlos de forma bien inteligible para todos.
Del alfiler al elefante
Por MANUEL V?ZQUEZ MONTALB?N
Recuerda el corresponsal de Efe que De Gaulle tem¨ªa que la entrada de la Gran Breta?a en el Mercado Com¨²n fuera algo as¨ª como la entrada del caballo griego en Troya. Para los que ya no pertenecen a las promociones del Bachillerato memor¨ªstico y de cara a prestarles un apunte valioso para las pr¨®ximas batallas de la selectividad, informar¨¦ de que, seg¨²n la leyenda hom¨¦rica, Ulises urdi¨® un plan para que los ej¨¦rcitos griegos entraran en la sitiada ciudad de Troya. Construy¨® un gran caballo con la tripa vac¨ªa; lo dej¨® abandonado a las puertas de la ciudad y sus defensores creyeron que los griegos se retiraban y dejaban el caballo como ofrenda. Metieron, pues, el caballo en la ciudad y, de noche, de la tripa vac¨ªa empezaron a descolgarse guerreros griegos que abrieron las puertas de Troya a sus compa?eros¡ y all¨ª fue Troya.
Seg¨²n De Gaulle, Gran Breta?a ser¨ªa un caballo norteamericano infiltrado en una Europa con vocaci¨®n unitaria. Su funci¨®n ser¨ªa abrir las puertas de la ciudad sitiada para que penetren los intereses pol¨ªticos, econ¨®micos y militares de Estados Unidos. La f¨¢bula es bonita, pero como todas las f¨¢bulas gaullistas es excesivamente literaria. Fuera m¨¢s justo decir que la Europa comunitaria empez¨® a construirse con el caballo de Troya ya dentro y que el problema, m¨¢s que radicar en evitar que se meta, es descubrir el sistema para que se vaya. ?Para que se vaya o simplemente para que se quede sin extralimitarse en sus funciones? Ese caballo norteamericano que cabriolea en bases militares y en inversiones industriales es la garant¨ªa de un orden europeo determinado, un orden que en ¨²ltima instancia responde a una concepci¨®n del poder pol¨ªtico-econ¨®mico y de las relaciones sociales. Ese caballo norteamericano no s¨®lo vigila la frontera con el Este socialista. Progresivamente va adecuando su funci¨®n a la vigilancia interior. La amenaza de una invasi¨®n comunista est¨¢ contenida a punta de proyectil intercontinental dirigido. La amenaza que preocupa realmente es el ¡°desorden¡± interior europeo, la posibilidad de un asalto a los poderes y equilibrios nacionales europeos por parte de sectores sociales que no est¨¦n de acuerdo con el sistema hasta ahora imperante.
La Alianza Atl¨¢ntica no s¨®lo tiene planes para rechazar la invasi¨®n sovi¨¦tica; tambi¨¦n tiene planes de emergencia para el caso en que los distintos partidos comunistas nacionales llegaran al poder solos o coaligados, por las v¨ªas del m¨¢s ortodoxo electoralismo. O para el caso de una ruptura de las centrales sindicales con los pactos de reivindicaci¨®n social y econ¨®mica establecidos. En este sentido, el caballo norteamericano est¨¢ ah¨ª para sacar las casta?as del fuego a las casta?eras, y tan casta?era es el t¨¢ndem Pompidou-Rostchild como el t¨¢ndem Rumor-Agnelli o el t¨¢ndem Brandt-Krupp. ?Por qu¨¦ forcejean entonces con sus propios salvadores? ?Por qu¨¦ le hacen ascos a ese caballo que les patrulla por las fronteras exteriores e interiores?
Todos tienen razones distintas y razones unitarias. Fundamentalmente, quieren corregir el estatuto de dependencia entre Europa y Estados Unidos, pr¨¢cticamente inalterado desde fines de la II Segunda Mundial. Los unos quieren robustecer las posiciones de los intereses olig¨¢rquicos nacionales; los otros quieren legitimar los lentos avances de un nuevo equilibrio social progresivamente menos desequilibrado. De Jobert a Brandt, ¨¦stas son las posiciones de los distintos caudillos troyanos. ?Y Mr. Wilson? ?Es realmente ese caballito de mar infiltrado por los norteamericanos o es el capit¨¢n de un barco fantasma teledirigido desde Washington para patrullar las costas de unas colonias que s¨®lo pretenden serlo de otra manera?
02 de abril de 1974. Tele/eXpres
A Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, primera entrada del blog (21 de abril)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.