?Soy descendiente de Mahoma?
Cinco millones de egipcios aseguran que son descendientes del Profeta
Han pasado 1.375 a?os desde la muerte de Mahoma, pero su estirpe parece m¨¢s viva que nunca con los m¨¢s de cinco millones de egipcios que se consideran descendientes del Profeta. Para ello, el "Sindicato de Descendientes del Profeta" tiene como tarea mantener puro el linaje de Mahoma y descartar posibles impostores.
Situado en un lujoso edificio de estilo neomorisco, cerca del barrio isl¨¢mico de El Cairo, el sindicato se encarga de certificar si una persona es familiar del Profeta a trav¨¦s de una serie de pruebas. "Egipto es el pa¨ªs que m¨¢s descendientes del Profeta acoge, con 60.000 familias registradas en nuestros archivos", dice orgulloso el presidente del sindicato, Ahmed Kamel Yas¨ªn.
El proceso para ser reconocido oficialmente como familiar del Profeta comienza cuando una persona que cree que puede ser descendiente de Mahoma acude al Sindicato. "En algunos lugares, sobre todo, en el Alto Egipto, la tradici¨®n oral es muy importante y se transmite de padres a hijos el origen de la familia", explica Yas¨ªn.
El candidato debe aportar alg¨²n documento que demuestre su pertenencia al clan para que sea examinado por un comit¨¦ de expertos que elaborar¨¢n su ¨¢rbol geneal¨®gico. Si el ¨¢rbol llega hasta uno de los doce imanes descendientes de Mahoma, entonces el aspirante tendr¨¢ derecho a diploma y carn¨¦, ambos expedidos por el Sindicato.
Ser reconocido como descendiente del Profeta no tiene granjeada ninguna ventaja material -asegura Yas¨ªn-, pero s¨ª una obligaci¨®n: "Ser un ejemplo para los dem¨¢s y no creerse mejor que el resto de los musulmanes", dice.
La obligaci¨®n de ser ejemplo para los dem¨¢s la tiene Ahmed Yehi, de 53 a?os, documentado como descendiente del Profeta, quien asegura que "reza mejor" desde que el comit¨¦ de expertos del Sindicato comprob¨® en 1996 que estaba vinculado con el im¨¢n Husein. Una herencia que ha transmitido a su hijo de ocho a?os, la nueva generaci¨®n que mantendr¨¢ viva la estirpe del Profeta.
Mahoma nunca estuvo en Egipto
Bien es cierto que Mahoma nunca pis¨® el pa¨ªs del Nilo, pero, seg¨²n Yas¨ªn, su nieta Zeinab se refugi¨® en Egipto tras la muerte de su hermano Husein en Kerbala (Irak) en donde permaneci¨® hasta su muerte en torno al a?o 682 d.C. Zeinab se convirti¨® en un personaje tan popular entre los egipcios por sus buenas obras y su caridad con los m¨¢s pobres que se construy¨® una mezquita sobre sus restos, que ha dado nombre a un barrio de El Cairo.
En la actualidad, Sayida Zeinab (Nuestra Se?ora Zeinab), tal y como es conocida, es muy adorada en Egipto, pese a que el credo musulm¨¢n del pa¨ªs, que es sun¨ª, no admite la veneraci¨®n a los santos.
Hasta aqu¨ª todo tendr¨ªa su l¨®gica si no fuera por el detalle de que los sirios tambi¨¦n reclaman ser depositarios de los restos de Zeinab: de hecho, existe una mezquita en Damasco que lleva su nombre, mientras que los saud¨ªes dicen que falleci¨® en la ciudad de Medina. Sin embargo, Yas¨ªn lo tiene claro: "?Por supuesto que muri¨® en
Egipto!", dice, y afirma que desconoce la existencia de un santuario dedicado a Zeinab en la capital siria.
Si se excavara la mezquita de Sayida Zeinab y aparecieran sus restos, los an¨¢lisis de ADN podr¨ªan ser los aut¨¦nticos certificados de autenticidad, pero el "Sindicato de Descendientes" prefiere inclinarse por el m¨¦todo del ¨¢rbol geneal¨®gico, que "es mejor".
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