La detenci¨®n de casi el 10% de los polic¨ªas de un municipio brasile?o deja desprotegida a su poblaci¨®n
Las autoridades brasile?as informaron ayer de la detenci¨®n de otros cuatro polic¨ªas con los que suman 56 los agentes arrestados en dos d¨ªas por corrupci¨®n y vinculaciones con las bandas del narcotr¨¢fico en el municipio de Duque de Caxias, localidad del ¨¢rea metropolitana de R¨ªo de Janeiro. Los cuatro detenidos de ayer se unen a los 52 uniformados arrestados el lunes.
?stos, junto a otros tres contra los que existen ¨®rdenes de captura y que han sido declarados pr¨®fugos, representan cerca del 10% del total de los 617 polic¨ªas con que cuenta el Batall¨®n de la Polic¨ªa Militar en Duque de Caxias.
Las fuerzas del orden, que eran ya deficitarias para ese municipio de R¨ªo de Janeiro, que se ha caracterizado por sus elevados ¨ªndices de criminalidad y por la presencia de bandas de narcotraficantes, quedaron a¨²n m¨¢s reducidas tras la operaci¨®n de ayer.
El secretario de Seguridad P¨²blica de R¨ªo de Janeiro, Jos¨¦ Mariano Beltrame, admiti¨® el lunes la posibilidad de pedir el respaldo de la Fuerza Nacional de Seguridad para reforzar la seguridad en Duque de Caxias. Dicha fuerza es un cuerpo de ¨¦lite de polic¨ªas de todo el pa¨ªs comandado por el Gobierno central de Brasil y que viene apoyando el combate al narcotr¨¢fico en R¨ªo de Janeiro desde que esta ciudad fue sede de los Juegos Panamericanos, en julio pasado.
Los polic¨ªas de Duque de Caxias arrestados —agentes, cabos y sargentos— eran investigados desde febrero y sus llamadas tel¨¦fonicas estaban intervenidas por orden de las autoridades judiciales. El comisario Andr¨¦ Drumnond, responsable de la investigaci¨®n, inform¨® de que hac¨ªa por lo menos un a?o que los polic¨ªas cobraban sobornos para no realizar operaciones en las favelas Parada Ang¨¦lica y Santa Luc¨ªa, en las que act¨²an poderosas bandas de narcotraficantes.
Los polic¨ªas corruptos supuestamente recib¨ªan pagos semanales de hasta 3.000 reales (unos 1.500 d¨®lares al cambio actual) para no realizar su trabajo en dichas favelas, para informar sobre posibles operativos de otros polic¨ªas y para dejar en libertad a miembros de las bandas de traficantes que eran arrestados.
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