Lula advierte al mundo desarrollado de que "la Amazonia tiene due?o"

Con voz firme, en un discurso casi improvisado, pronunciado con motivo del Encuentro de los Pueblos de los Bosques, el presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, arremeti¨® ayer contra los pa¨ªses que intentan darle lecciones sobre c¨®mo defender la Amazonia. "Brasil necesita prepararse para un enfrentamiento que ser¨¢ necesario para defender lo que es nuestro. Todo el mundo tiene que saber que la Amazonia tiene due?o", dijo Lula, desafiante.

La Amazonia est¨¢ considerada la selva virgen m¨¢s importante del planeta y, por tanto, se ha convertido en un terreno codiciado, ya que, entre otros tesoros, alberga el 25% del agua potable de la tierra. El presidente brasile?o critic¨® duramente los pa¨ªses desarrollados que, "tras haber destruido sus selvas, ahora intentan darnos lecciones de c¨®mo proteger la Amazonia".

Y para constatarlo, repiti¨® varias veces: "La Amazonia tiene due?o". En ella, record¨® Lula, viven 23 millones de personas. "Aquello no es tierra de nadie. Nosotros queremos asumir la responsabilidad de hacer lo que es necesario hacer: extraer riquezas y cuidar de su sostenibilidad", dijo tambien.

?Por qu¨¦ los pa¨ªses pobres deben pagar las consecuencias de la desvastaci¨®n del medio ambiente realizada por los pa¨ªses ricos?, se pregunt¨® Lula. "Yo me niego a aceptar lecciones de ning¨²n gobernante del mundo de c¨®mo Brasil debe preservar su selva", recalc¨® con ¨¦nfasis.

El duro discurso de Lula fue pronunciado en Brasilia, ante representantes de entidades del Gobierno, de empresas p¨²blicas y privadas y de movimientos sociales. Les record¨® que, hace 8.000 a?os, Brasil pose¨ªa el 9% de los bosques de la tierra y hoy posee el 29,5%, precisamente porque los pa¨ªses desarrollados destruyeron sus superficies forestales mientras Brasil conserva a¨²n el 69% de su selva primitiva. "No vamos a aceptar que sobre los pa¨ªses pobres recaiga la responsabilidad de pagar el precio de algo que no hicimos", recalc¨® Lula.

Lula fue criticado durante su primer mandato por los ecologistas brasile?os e internacionales por lo que consideraban falta de sensibilidad ante los problemas medioambientales y por la ausencia de apoyo a la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, de la que en varias ocasiones se dijo que hab¨ªa llegado a presentar su dimisi¨®n. El presidente fue acusado de primar el desarrollo econ¨®mico, incluso en la Amazonia, por encima de las exigencias ecol¨®gicas. Por ello, en su segundo mandato est¨¢ intentando recuperar credibilidad en estas materias, a las que tan sensible es la opini¨®n p¨²blica.

Brasil siempre ha rechazado el eslogan de que "la Amazonia es de todos" y ha llegado a temer que, bajo la excusa de no proteger sus bosques, Estados Unidos pueda llegar a pedir su internacionalizaci¨®n como patrimonio de la tierra. ?ste es el demonio que Lula, con su discurso enfervorizado y tajante, intent¨® exorcizar ayer.